Cómo se rompió el sueño de Vettel y Ferrari

Ferrari contó con un mapa motor que le daba ventaja respecto al Red Bull en clasificación, pero nunca llegó al nivel del que tiene Mercedes. 14 poles de Mercedes frente a 5 de Ferrari son una desventaja muy grande, ya que aunque en muchas carreras igualaron (o superaron) el ritmo de carrera, salir siempre detrás es un hándicap.

Vettel logró superar a Bottas para romper las primeras filas de los de las flechas de plata, y de hecho tiene más poles que el finlandés este año. Pero poco pudo hacer con Hamilton (11-4 para Lewis).

La siguiente carrera fue, probablemente, la más famosa del año. En Bakú, se esperaba que Mercedes fuera intratable, pero Vettel logró estar cerca de Hamilton. Sin embargo, aquel incidente macarra con embestida incluida al británico (un golpe voluntario de costado) provocó una sanción que le hizo perder una victoria que habría logrado de manera casi segura.

El problema que luego tuvo Hamilton y que le hizo ser quinto vino del reposacabezas, nada que ver con la acción, por lo que, sin penalización, Sebastian le habría metido un buen puñado de puntos. El inglés puso el anzuelo y el alemán picó. Su error más grave. Y tuvo que dar gracias por la leve sanción que se llevó.

En Hungría, Raikkonen permitió la victoria de Vettel); en Spa, le ofreció voluntariamente su rebufo para la clasificación; en Mónaco aceptó las órdenes de equipo así como en Estados Unidos, aunque luego se demostraría que Vettel era más rápido en esos momentos. De haber ganado el título, Sebastian tendría varios puntos que agradecerle a su compañero.

Sin embargo, ha sido menos influyente de lo que Ferrari habría necesitado. En dos de las cuatro poles de Vettel clasificó segundo, pero en las otras dos fue 4º y 5º. Y en carrera no ha restado tanto a Hamilton como Bottas a Vettel.

En Rusia, Mónaco y Hungría, tres carreras en las que Lewis sufrió, acabó por delante de él, pero cuando Vettel ha tenido problemas, Raikkonen no ha podido imponerse a los Mercedes para echar una mano a su compañero. Nunca sabremos qué habría pasado en Malasia, cierto, y culpar a Raikkonen del "fracaso" de Vettel es injusto, pero es un factor que suma.

Sin un compañero como Rosberg con talento y ganas de robarle victorias, Hamilton ha encontrado en Bottas a un genial escudero. En la primera parte del año el finlandés también le quitó algún punto (en Bahrein taponó a Lewis durante varias vueltas y eso fue decisivo para la victoria final de Vettel).

Sin embargo, Bottas le ha robado más puntos a Vettel. Cuando Hamilton tenía sanción en Austria, logró la pole quitándose a Vettel. Cuando Hamilton tuvo el problema de reposacabezas en Bakú, acabó segundo dejando a Vettel fuera del podio.

Mercedes le utilizó estratégicamente en España dejándole fuera para taponar a Vettel (que acabó segundo tras Hamilton a solo tres segundos). Y luego, en Malasia, volvió a ser utilizado para frenar la remontada de Vettel.

Y aunque Vettel ha sido mejor en clasificación y en carrera, los domingos Bottas ha terminado nueves veces en mejor posición que el alemán (las mismas que Sebastian sobre él).

Vettel parecía tener la cuarta plaza asegurada en el GP de Gran Bretaña y Raikkonen la segunda. Sin embargo, Kimi sufrió un pinchazo a falta de solo dos vueltas que le hizo perder el podio.

Sebastian recogió esa tercera plaza y habría sumado 15 puntos, pero su neumático delantero izquierdo también reventó a falta de dos vueltas y tuvo que recorrer medio circuito tal y como se ve en la foto, obligado a hacer una parada extra. En lugar de 3º, acabó 7º, y se llevó 9 puntos menos (6).

Aunque Ferrari mejoró su motor en 2017 y las pruebas son evidentes, en Bélgica se vio que aún no llega al Mercedes. El de Spa era un circuito en el que se esperaba que los alemanes arrasaran, pero Vettel estuvo muy cerca de Hamilton.

De hecho estuvo tan pegado que intentó el adelantamiento, pero Lewis pudo sacar ese extra para hacerse con el triunfo en Bélgica y meterle 7 puntos a su rival en lugar de perderlos. 14 estuvieron en juego. Aun así, Ferrari salió reforzado de la primera carrera tras las vacaciones aunque con Hamilton a 7 puntos.

A lo largo del año hemos visto en varias ocasiones cómo Ferrari empezaba mal un gran premio y lograban mejorar el coche para el sábado. Sin embargo, en Italia apareció la lluvia y a los del Cavallino les pilló con el pie cambiado.

Mientras Hamilton se llevaba la pole bajo la lluvia en la casa de Ferrari, Vettel clasificó 8º, aunque saldría 6º por sanción de los Red Bull. Ni él ni Raikkonen encontraron el ritmo y volvió a ser evidente que, a bajas temperaturas, los de Maranello pierden efectividad.

Si la de Bakú fue la carrera con el error más grande de Vettel, la de Singapur fue el golpe más duro. Saliendo desde la pole y con su rival 5º, la lluvia previa a la carrera lo complicó todo.

Vettel salió mal y tuvo que taponar a Verstappen cruzando media pista. Raikkonen había arrancado bien y quiso proteger a su compañero, pero lo que hizo fue arrinconar a Verstappen, que le tocó y provocó efecto dominó con Kimi impactando contra Sebastian. Max y Raikkonen quedaron fuera de carrera inmediatamente, y Vettel pocas curvas después. Un 0 terrible para el marcador.

El varapalo de Singapur no vino solo. En Malasia, circuito favorable a Mercedes, Ferrari sorprendió liderando los entrenamientos libres. Sin embargo, en la parte final de la FP3, Vettel tuvo un problema de motor y su equipo tuvo que sustituirlo a contrarreloj para llegar a la clasificación a tiempo. No lo lograron, y Vettel no pudo salir a pista, teniendo que partir desde el fondo de la parrilla. Para más inri, Hamilton se llevó la pole en Sepang. 

Vettel hizo una gran carrera y remontó desde la última posición hasta la 4ª, minimizando daños a pesar de que Hamilton jugó con la calculadora y quedó segundo tras Verstappen, que ganó en Sepang. Sin embargo, Ferrari tuvo otro golpe a su moral. Raikkonen, que salía segundo con el objetivo de quitar puntos a Hamilton, no pudo ni arrancar la carrera, ya que su motor falló en la vuelta de formación y perdió toda posibilidad de inquietar al rival de su compañero.

Tras dos jarros de agua fría, Vettel llegaba a Japón a 34 puntos de Hamilton. El inglés logró la pole en Suzuka dejando a cuatro décimas a su rival, que clasificó segundo. Sin embargo, y parecido a lo que le ocurrió a Raikkonen solo una carrera antes, Vettel notó problemas en su Ferrari en la vuelta de formación. Sus mecánicos trabajaron a toda prisa en la parrilla para solucionar el problema con una bujía del motor, y Vettel pudo tomar la salida. Pero, nada más empezar, se vio que su SF70H no estaba arreglado, y fue perdiendo posiciones hasta que, a las pocas vueltas, tuvo que abandonar. Desde el box vio cómo Hamilton ganaba la carrera y la distancia se hacía ya insalvable (59 untos a falta de 100).

En Estados Unidos, Hamilton tenía su primera oportunidad de ser campeón del mundo 2017. Vettel fue 2º en clasificación y le robó el liderato con una gran salida, pero luego el inglés le adelantó y Ferrari no tuvo rendimiento como para poner en jaque a Mercedes. Hamilton ganó en Estados Unidos. Vettel, otra vez por detrás. Lewis no se coronaba en Austin, pero lo dejaba muy cerca para la siguiente carrera.

Sin apenas opciones, Vettel logró la pole position en México y se posicionó como favorito para ganar la carrera. No arrancó mal, pero Hamilton y Verstappen aprovecharon el rebufo y el holandés le superó, tocándose con él, entre la primera y la segunda curva. Hamilton aprovechó para superarle y, saliendo de la curva 3, Vettel tocó el neumático trasero derecho del Mercedes, provocándole un pinchazo. Ambos tuvieron que parar a boxes al final de la primera vuelta y perdieron todas sus opciones. Vettel fue 4º y Hamilton 9º, resultado que dio el título al inglés. El sueño se había roto definitivamente.