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Historia

El día que Schumacher creyó tener que tirar la toalla de 1999

El 4 de octubre de 1999, Michael Schumacher se puso al volante de un F1 por primera vez tras su accidente en Silverstone. Ferrari esperaba que volviera a correr para ayudarlos en su pelea con McLaren, pero la decisión inicial fue otra.

Michael Schumacher, Ferrari con Francesco Barletta y Ross Brawn

Foto de: Rainer W. Schlegelmilch

Después del Gran Premio de Europa de 1999 en el circuito alemán de Nurburgring, el campeonato de pilotos se lo jugaban Mika Hakkinen (McLaren) y Eddie Irvine (Ferrari), que apenas estaban separados por dos puntos (62 frente a 60).

La situación en el campeonato de constructores tampoco era muy diferente. Los de Woking aventajaban a los de Maranello por ocho puntos (110 - 102). Y a dos carreras para el final, la lucha se avecinaba intensa.

¿Y cómo es que Irvine estaba peleando por el título? El irlandés tomó las riendas de Ferrari tras un brutal accidente de Michael Schumacher, que sufrió diversas fracturas en el Gran Premio de Gran Bretaña disputado el 11 de julio. Desde entonces habían pasado seis carreras sin la presencia del Kaiser.

Irvine, que hasta antes del infortunio del alemán solo había ganado una carrera esa temporada (la primera, en Australia), se apuntó dos más en Austria y Alemania, que sumados a su constancia en el resto del curso le permitieron no perder el rastro del finlandés. 

Después de la visita a Nurburgring, Ferrari esperaba que Michael Schumacher estuviera listo para reincorporarse para las carreras de Malasia y Japón con la intención de ayudar a su escudería. Durante su ausencia fue reemplazado por Mika Salo, que apenas consiguió dos podios en Alemania e Italia, siendo además las únicas carreras en las que puntuó.

Para saber si el alemán podía estar de vuelta, la marca italiana organizó un test privado en Mugello el 4 de octubre de 1999, donde evaluaron el estado físico de su piloto.

La prueba no comenzó como ellos esperaban y tras 15 giros, el Kaiser impactó contra las barreras protectoras. Schumacher salió sin complicaciones del coche y volvió al circuito para seguir con la prueba, con otro monoplaza.

Pero ese mismo día, Ferrari anunció que el por entonces bicampeón del mundo no regresaría para el final de temporada.

Michael Schumacher, Eddie Irvine, Ferrari

Michael Schumacher, Eddie Irvine, Ferrari

"Puedo entender que algunas personas estén decepcionadas porque no voy a estar en Malasia y Suzuka y solo puedo decir que yo mismo estoy decepcionado por eso, pero ya lo he dicho antes: la gente espera que haga mi trabajo de la mejor forma posible, y ahora mismo no puedo hacer eso de manera consistente en una carrera entera. Puedo hacerlo durante cinco vueltas, y en carrera mis rivales no irán más lento solo porque yo no pueda ir más rápido", dijo Schumacher tras el test.

"No fue una experiencia agradable (el test) porque todos los pensamientos que tuve en Silverstone vuelven inmediatamente y eso no ayuda".

Pero para él, la condición física se había convertido en un impedimento importante y no se sentía al 100%.  

"Normalmente hago fácilmente dos, tres horas de ciclismo con un ritmo cardíaco muy alto. Ahora soy capaz de montar en bici con un ritmo cardíaco bajo, realmente muy bajo y aun así tengo problemas en mi rodilla".

"Estoy harto de este ir y venir porque ha sido muy difícil para mí. En un momento te sientes muy bien, crees que puedes hacerlo y me subo a la bici y hago el programa de entrenamiento, pero después me piden que retroceda un poco, y duele mucho pasar por este escenario todo el tiempo, porque intento prepararme, pero no puedo".

Más contenido especial de Schumacher:

Algunos apuntaron que su decisión estaba basada en no querer ayudar a Irvine en la lucha por el campeonato, pero el alemán calló esos rumores cuando finalmente decidió correr en Sepang y Suzuka.

El Kaiser volvió y logró dos segundas plazas, pero Irvine solo consiguió la victoria en Malasia y un tercer puesto en Japón, con lo que la diferencia de dos puntos se mantuvo, permitiendo el segundo título de Hakkinen.

Pero algo bueno sí provocó el regreso de Schumacher, porque Ferrari remontó en el campeonato de constructores para lograr su primer cetro tras una sequía de 16 años.

Te contamos los detalles de aquella temporada y, más concretamente, del GP de Gran Bretaña 1999:

(Pasa las fotos y descubre. Si no te aparecen las imágenes o sus títulos, pulsa en 'Versión completa' al final del artículo) 

Michael Schumacher era bicampeón del mundo. Jenson Button aún no había debutado en la Fórmula 1 (lo haría el próximo año), a Fernando Alonso y Kimi Raikkonen les quedaban dos temporadas para estrenarse, y Hamilton en ese momento solo tenía 14 años. Era 1999.
En julio de 1999, la Fórmula 1 llegaba a Silverstone. Gran Bretaña acogía el octavo de los 16 grandes premios de esa temporada.
Hakkinen fue al segundo mundial consecutivo, y había ganado tres carreras y sumaba dos podios más en el inicio del curso.  Le seguía Michael Schumacher, que estaba a ocho puntos del finlandés.
Schumacher, que ya había ganado dos títulos con Benetton, trataba de triunfar al volante de un Ferrari. La última corona de los de Maranello la había conseguido Jody Shekter en el lejano 1979. El germano ya llevaba dos victorias y dos podios más en las siete primeras carreras.
En Silverstone, desde el comienzo del fin de semana, la atención de los aficionados se centró en el favorito del público local, Damon Hill. Al final de la anterior carrera en Francia, el campeón del mundo de 1996 insinuó su salida de la F1.
Aún no se había hecho el anuncio oficial, pero la afición ya comenzó a despedir a Hill en su carrera de casa.
Los resultados de los entrenamientos libres en Silverstone demostraron la velocidad del McLaren: Hakkinen y David Coulthard fueron los más rápidos
El sábado, después de una vuelta rodando en 1:24.804, Hakkinen logró la pole position, superando por 0.419 segundos a Schumacher. Coulthard fue tercero, quedándose a 0.790 segundos de su compañero, y cuarto salía Irvine.
La tercera fila de la parrilla de salida era para Jordan, con Heinz-Harald Frentzen y Hill, y la cuarta para el Stewart de Rubens Barrichello y el Williams de Ralf Schumacher.
Para Schumacher, la carrera no fue bien desde el principio. Tuvo un mal inicio y perdió posición con Coulthard e Irvine.
Luego Ferrari movió abiertamente a sus pilotos
... pero todo salió mal. Al presionar el pedal del freno no se produjo el efecto esperado. De debajo de las ruedas delanteras del F399 salió una nube de humo y en ese momento, la velocidad ya era demasiado alta. Schumacher, sin control del coche, salió disparado hacia el muro de neumáticos, pero hasta el último momento agarró el volante e intentó reconducir el coche en la dirección de la curva.
Momentos después, el Ferrari sobrevoló por la grava. Michael se quedó empotrado en la barrera, y un equipo médico y los comisarios se apresuraron a ayudarle.
La carrera se detuvo, pero la bandera roja no la provocó el alemán: Jacques Villeneuve y Rubens Barrichello se quedaron clavados al comienzo. La señal para detener la prueba se dio casi de inmediato, pero los pilotos de la parte delantera de la parrilla no vieron a los jueces con banderas y continuaron luchando.
El recuerdo de la muerte de Roland Ratzenberger y Ayrton Senna aún estaba algo fresco en la memoria: todo el mundo observaba con gran expectación cómo el coche de Schumacher era cubierto con una lona, tratando de ocultar el daño.
Michael trataba de salir del Ferrari destrozado, pero se mantenía en el cockpit. Unos minutos más tarde, le pusieron en una camilla y se le llevaron en una ambulancia. Schumacher animó a los aficionados moviendo su mano.
Antes del reinicio de la carrera, ya se supo que en los próximos meses definitivamente no podría luchar por el título; los médicos le diagnosticaron una fractura compleja de la pierna derecha.
Y luego se sabría que en las próximas seis carreras Schumacher sería sustituido en Ferrari por Miko Salo.
40 minutos después del accidente, cuando Michael fue evacuado a un hospital en Northampton, se realizó el reinicio de la carrera. La posición de Schumacher en la parrilla estaba vacía.
Hakkinen conservó el liderato de la carrera y comenzó a separarse de sus rivales, e Irvine adelantó a Coulthard en la lucha por el segundo lugar.
La carrera tranquila de Hakkinen fue interrumpida por una repentina pérdida de la rueda trasera izquierda, que rebotó contra el muro y cayó a la pista, obligando a los pilotos a esquivarla.
El finlandés inmediatamente se dirigió a boxes, donde le pusieron rápidamente una nueva rueda. Hakkinen volvió a la carrera, y después de algunas vueltas se vio obligado a abandonar por razones de seguridad, ya que la rueda no estaba correctamente ajustada.
Al mismo tiempo, surgieron problemas en la parada en boxes de Irvine: el de Ferrari, que heredó el primer puesto, no paró en el lugar donde estaban sus mecánicos esperando, y los segundos que perdió le hicieron caer detrás de Coulthard. Más tarde, Irvine justificó su error en el pit lane diciendo que los mecánicos de McLaren le taparon su visión.
Coulthard llegó primero a meta, e Irvine acabó a 1,829 segundos y, con su segundo puesto, igualó en puntos a Schumacher.
La tercera posición fue para Ralf Schumacher, que luchó para defenderse de los ataques de Frentzen al final. La zona de puntos la completaron Hill y el Sauber de Pedro Diniz.
Para Coulthard, esa era su quinta victoria en la F1, la primera en su gran premio local y la cuarta de la temporada para McLaren.
Schumacher volvió al campeonato en el penúltimo gran premio de la temporada, enl GP de Malasia 1999 que se disputó en octubre, y trató de ayudar a Irvine a arrebatarle el título a Hakkinen.
En esa carrera, Michael acabó en segundo en segundo lugar, detrás del ganador Irvine y fue segundo por delante de Irvine en Japón
Suficiente para dar a Ferrari el primer mundial de constructores desde 1983, pero Irvine no pudo con el de pilotos, y Hakkinen se proclamó bicampeón del mundo. El piloto británico de Ferrari acabó a solo dos puntos del finlandés de McLaren.
Al final de la temporada, Irvine dejaría Ferrari, donde iría Barrichello. Se marchó a Stewart, equipo comprado y rebautizado como Jaguar por los estadounidenses de Ford. Allí, Eddie pasó tres temporadas sin gloria, después de lo cual abandonó la F1.
Por el contrario, los siguientes cinco años en la Fórmula 1 los dominó Schumacher (en esta foto, con un Sebastian Vettel de 12 años). Sin esa lesión, probablemente habría sido campeón también en 1999, sumando ocho títulos.
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