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Cómo Viñales desterró en Austin sus demonios de Yamaha en MotoGP

OPINIÓN: La victoria de Viñales en Austin coronó un fin de semana perfecto para él. Los demonios de su época en Yamaha parecen haberse desterrado.

Massimo Rivola, CEO de Aprilia Racing, Maverick Viñales, Aprilia Racing Team

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La carrera de Maverick Viñales en MotoGP engloba hasta ahora 163 carreras desde que debutó con Suzuki en 2015. En ese tiempo, ha conseguido 10 victorias en carreras largas, lo que equivale a una media de tan solo el 6,135 por ciento, o una por temporada, siendo esta su décima campaña en la categoría reina.

Su última victoria se produjo el pasado fin de semana en el Gran Premio de las Américas, en el que se convirtió en el primer piloto de la era de MotoGP en ganar carreras con tres fabricantes diferentes. En los 75 años de historia del Mundial, sólo Loris Capirossi (Ducati, Honda y Yamaha), Eddie Lawson (Honda, Yamaha y Cagiva), Randy Mamola (Suzuki, Honda y Yamaha) y Mike Hailwood (MV Agusta, Norton y Honda) han hecho lo mismo que el español.

Recuerda:

Verdaderamente, Viñales es un enigma. Era el piloto de moda en el paddock cuando dio el salto a MotoGP con Suzuki y su naciente proyecto en 2015, después de haber ganado el título de Moto3 en 2013 (un año después de abandonar la batalla en 2012 por una disputa con su equipo) y haber terminado tercero en su único año en Moto2, en 2014.

Su primera victoria con las motos pesadas llegó en 2016, en el GP de Gran Bretaña, a los mandos de la Suzuki, momento en el que Yamaha ya le había fichado para sustituir a Jorge Lorenzo, vinculado a Ducati. El catalán se estrenó con dos victorias, en Qatar y Argentina, mientras que la tercera llegó en un dramático GP de Francia, cuando venció a su compañero de equipo, Valentino Rossi, en un duelo en el que el italiano se cayó.

Después, todo se desvaneció. La M1 demostró ser inconsistente desde el punto de vista competitivo, y Mack no volvió a ganar hasta Australia 2018. Triunfó otras dos veces en 2019, una en 2020 y otra en 2021 en el GP de Qatar que abrió la temporada.

Pero, mientras su compañero Fabio Quartararo llevaba la moto hacia el título mundial, Viñales se desplomó. Las malas salidas hicieron que no pudiera luchar mucho con una Yamaha con poca potencia, mientras que el descontento crecía entre bastidores. La sustitución de su jefe de equipo, Esteban García, por parte de Yamaha no le sentó bien, y a la vez se sentía cada vez más frustrado, por tener la sensación de estar convirtiéndose en un piloto de pruebas.

Vinales, en 2021

Vinales, en 2021

Un difícil 19º puesto en el GP de Alemania de 2021, en el que simplemente se rindió, hizo que las grietas se ampliaran, ya que creía que las respuestas de Yamaha a sus problemas estaban "empezando a parecer irrespetuosas". Mostrando poca emoción por su podio en Assen, la casa de Iwata anunció el lunes siguiente que había acordado poner fin al contrato de dos años de Viñales. Y luego, fue despedido con efecto inmediato después del GP de Estiria, cuando las frustraciones le llevaron a sobrealimentar deliberadamente el motor de su moto para romperlo y retirarse.

Sin embargo, 'Top Gun' siempre ha tenido partidarios. En 2021, Cal Crutchlow señaló: "Si miro a Maverick Viñales, su velocidad y su talento, junto con Marc Márquez, no hay nadie más rápido en el campeonato, y podría ganar un título con los ojos cerrados si lo pone todo junto". El CEO de Aprilia, Massimo Rivola, es otro de los que siempre ha respaldado a Viñales, ofreciéndole un salvavidas en su carrera deportiva a mitad de 2021 y manteniéndose a su lado durante 2022 y 2023, cuando sus resultados estaban lejos de donde debían estar.

"Vemos a Maverick muy delicado con su rendimiento en el 'feeling', está muy relacionado con el equilibrio de la moto", dijo Rivola a TNT Sports, la televisión británica que emite MotoGP, durante el GP de las Américas 2024. "Más que otros pilotos, pero cuando encontramos ese equilibrio y esa ventana, podemos trabajar para encontrar una ventana más grande. Sé que suena raro".

En muchos sentidos, la casa de Noale podía permitirse ser más paciente que Yamaha. En el momento en que se rompió su relación, los japoneses venían de aspirar al título del año anterior con Quartararo, y volvían a hacerlo. El bache en el que se encuentran actualmente parecía inviable en aquel momento. Aprilia, por el contrario, ni siquiera había subido al podio con su RS-GP cuando la fábrica de los tres diapasones despidió a Maverick tras el desencuentro del Red Bull Ring.

"Obviamente, la victoria con Aprilia tiene un valor diferente, porque cuando fiché por ellos eran 15º, 10º, viendo lo que ha crecido esta fábrica", señalaba el gerundense el pasado domingo tras su victoria en el COTA. "Somos una gran fábrica. Aún así, necesitamos tiempo para mejorar y ser más constantes, pero veo este año con mucho potencial por delante".

"Debemos ser muy inteligentes y estar muy concentrados en el trabajo, y sobre todo en cosas como las que pasaron en Portimao [con la caja de cambios]. Se trata de coger más experiencia y [estar] más tiempo delante, y esa confianza la vamos alcanzando. Tenemos que continuar, somos una gran marca y las grandes marcas ganan carreras. Hoy lo hemos conseguido, así que tenemos que estar muy contentos y orgullosos del trabajo que hemos hecho. Pero obviamente es más difícil lo que he hecho ahora, porque hemos salido desde atrás y estamos arriba".

Vinales y Aleix en Catalunya 2023

Vinales y Aleix en Catalunya 2023

En 2022, Viñales logró tres podios con la RS-GP. Su compañero, Aleix Espargaró, logró una victoria y otros cinco podios. La diferencia en la general entre ambos era de 90 puntos. En 2023, el de Granollers ganó dos veces, mientras que el de Roses sólo pudo sumar tres podios. Esta vez, sin embargo, sólo dos puntos separan a ambos.

El progreso, por tanto, ha sido constante, pero Viñales a menudo ha fracasado a la hora de combinar sus buenos entrenamientos y su velocidad en clasificación con resultados reales en carrera. Y al comienzo de 2024, mientras su compañero hablaba maravillas de la nueva Aprilia, Viñales admite que "no tenía confianza" con ella desde las primeras vueltas del test de Sepang.

Su noveno puesto en la sprint y el décimo en la carrera principal de Qatar fueron una muestra de su falta de sensaciones. Pero a partir de Portugal empezó a pasar página. Aunque Portimao siempre se le ha dado bien a Viñales, su victoria el sábado supuso un cambio radical. Y en la carrera del domingo, el podio estaba asegurado si no hubiera sido por el problema con la caja de cambios, que según reveló más tarde se debió a un "problema humano", y que le llevó a la caída en la última vuelta.

Convencido de que podía ser igual de rápido en Austin, Viñales cumplió. Una pole con un nuevo récord, una contundente victoria al sprint y su mejor carrera larga lo demuestran. Su resultado el domingo se debe a dos factores. El primero fue el hecho de que se produjo en una pista que suele ser débil para la RS-GP. Aunque Viñales se mostró fuerte en Austin en 2023, terminando cuarto, la naturaleza de curvas stop-and-go de la pista está reñida con la habilidad de la Aprilia de fluir en las curvas. De hecho, mirando los tiempos por sectores de la Q2, Viñales fue el más rápido en el segundo (la sección de las eses) y en el cuarto (la secuencia de curvas de derechas rápidas al final de la vuelta).

En segundo lugar, Viñales clavó la salida en la sprint, mientras señalaba con entusiasmo a los medios que sus quejas sobre el embrague en los últimos años habían sido atendidas. Pero un problema en la carrera hizo que sus primeros metros no fueran tan limpios, mientras que el contacto con Pecco Bagnaia en la curva 1 le hizo caer hasta la undécima posición. En la vuelta 13, estaba de nuevo en cabeza y ya no la perdería, cruzando la meta con 1.7 segundos de ventaja sobre Pedro Acosta.

"A mi favor está, obviamente, que en el pasado no tenía las armas que tengo ahora, sobre todo para adelantar, porque en el pasado me costaba estar cerca de los otros pilotos", comentó, en lo que puede considerarse como un disparo a Yamaha. "Pero tal y como tengo la moto ahora, puedo pasarme de frenada todo el tiempo, parece que no es fácil adelantar, pero puedo intentarlo. Y eso es fantástico. Tengo el arma para intentarlo y eso es enorme, porque obviamente no siempre puedes liderar la carrera desde la primera curva. Así que tienes que luchar, y todos estos chicos están frenando tarde. Y yo también estoy ahí, así que es fantástico".

Una vez más, todo se reduce a la paciencia. El repunte de forma de Viñales y el hecho de que haya encontrado el punto óptimo de equilibrio en su Aprilia se debe en gran parte al tiempo que el piloto y su nuevo jefe de equipo, Manu Cazeaux (que trabajó anteriormente con Alex Rins en Suzuki), tardaron en entenderse en 2023.

"Esa confianza vino del año pasado", dijo Maverick, al ser preguntado por las dudas de los últimos años. "Me llevó un año entero con mi nuevo jefe de equipo entender realmente la moto y lo que necesitábamos. Pero mereció la pena, porque desde Qatar siempre he estado entre los primeros, o he estado luchando por las primeras posiciones".

"Cuando cambiamos a la nueva moto no fue fácil, pero en Portimao entendimos bien lo que teníamos que hacer y ahora me siento muy bien. Lo que pasa es que cuando puedo pilotar la moto con mi propio estilo de pilotaje y siendo eficaz, estoy muy tranquilo y confiado. Así que tenemos que mirar siempre el equilibrio, intentando tener siempre la moto en este tipo de equilibrio, para poder empujar y hacerlo lo mejor posible".

Un Viñales con una capa de Batman, disfrutando entre la multitud en Austin con una sonrisa radiante de oreja a oreja, es una imagen que rara vez se ha visto en MotoGP desde lo ocurrido con Yamaha. Nuestro compañero Oriol Puigdemont le comentó al piloto después de su victoria del sábado que se veía como en sus primeros días con Yamaha, en 2017, cuando parecía que estaba en camino de luchar por la corona de la categoría reina. Viñales consideró que en todos los sentidos es mejor.

"Ahora estoy en un nivel totalmente diferente", explicó. "Ojalá me hubiera sentido como ahora hace algunos años, porque tengo la experiencia, y físicamente me siento muy fuerte. Este es el año que me siento más fuerte físicamente hablando, trabajo mucho para ello. Simplemente siento que la experiencia, la fuerza y la técnica que tengo sobre la moto están encajando para hacer estos resultados. Es fantástico. El trabajo duro da sus frutos. Estoy haciendo un gran esfuerzo y mi familia también".

Si hay un piloto que encarna el mantra "nunca te rindas", ése es Viñales. Muchos pensaron que el cambio a Aprilia era un suicidio profesional. Y como los resultados no justificaban su apuesta por él, era difícil ver a Maverick como algo más que un afortunado por seguir teniendo una montura de fábrica. Después del pasado domingo, no hay un alma involucrada en MotoGP que no esté más que feliz de que se haya demostrado que estaba equivocado. Quizás ahora, el Viñales de 2017 ha vuelto para quedarse.

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