Después de empezar su primera temporada en McLaren con una abandono tras pocas vueltas, Sainz quiere borrar ese mal sabor de boca en Bahrein y empezar a sumar con su nuevo equipo.

El madrileño disputará su quinto GP de Bahrein. Abandonó en el primero, en 2015, por un problema de neumático. Abandonó en el segundo, en 2016, por un problema de dirección. Y abandonó en el tercero, en 2017, por un toque con Stroll.

El año pasado (ya fuera de Toro Rosso) al fin pudo acabar una carrera en Sakhir, aunque se quedó a las puertas de los puntos, máximo objetivo este fin de semana.

“No puedo esperar para volver a la pista en Bahrein", dijo Sainz en el previo de McLaren. "Después de revisar al detalle el Gran Premio de Australia, hemos visto un rendimiento prometedor en algunas áreas del coche y estoy confiado con el trabajo que realizamos todo el fin de semana".

El único representante español de la parrilla asegura que ha dejado atrás el primer varapalo del año y que ya solo piensa en el próximo fin de semana: "Obviamente, no me quedé contento con el desafortunado resultado que conseguimos en la clasificación ni con el abandono en la carrera, pero eso ya queda en el pasado. Una vez analizado todo, solo me centro en la próxima carrera”.

Respecto al gran premio en sí, Sainz se mostró encantado con la naturaleza del evento, y llega con muchas ganas a la segunda parada del calendario: “En Bahrein hacemos borrón y cuenta nueva, y es otra oportunidad para maximizar nuestros resultados sobre la pista".

"Los horarios en este gran premio son distintos a los de otros porque las sesiones empiezan tarde, pero me gusta porque es distinto y hace que esta carrera sea única. Pilotar bajo los focos es una experiencia interesante y estoy con ganas de tener un fin de semana positivo”, concluyó.

McLaren, como Sainz, mantiene intacta la confianza y tira de filosofía: "Mantén la calma, y continúa".

Galería: los cascos de Carlos Sainz en Fórmula 1

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