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Artículo especial

La primera victoria de Hamilton en Fórmula 1

Lewis Hamilton logró su primera victoria en la F1 en su sexta carrera, en Canadá 2007, donde Robert Kubica escapó de un accidente espeluznante.

Podio: Ganador de la carrera Lewis Hamilton, McLaren

Podio: Ganador de la carrera Lewis Hamilton, McLaren

Rainer W. Schlegelmilch

Desde el comienzo de su temporada como novato en 2007, Lewis Hamilton demostró que lo suyo iba en serio, subiendo al podio en sus primeros grandes premios y manteniendo a su compañero de equipo McLaren, Fernando Alonso, en alerta.

En el quinto evento en Mónaco las tensiones se desataron cuando Hamilton se sintió frustrado por la estrategia del equipo, que a su juicio había favorecido a Alonso.

Se le había dado una carga de combustible más alta en la clasificación, lo que como resultado penalizó su rendimiento, pero con la vista puesta en cosechar recompensas en la carrera. Sin embargo, el domingo fue llamado a boxes antes de tiempo, dejando a Alonso libre para ganar. Eso provocó su recordado comentario de "soy el número 2".

La FIA había estado buscando una manera de evitar que los pilotos se dirigieran a boxes cuando aparecía una neutralización, poniendo potencialmente en peligro a los comisarios de pista. La solución fue tener el pitlane cerrado para evitar que los coches se amontonaran, y permitirles detenerse en boxes de manera controlada.

Había un problema evidente para los pilotos que estarían a punto de quedarse sin combustible cuando aparecía el coche de seguridad. A ellos se les permitiría romper la regla del pitlane cerrado si no tenían opción, pero pagarían el precio con una penalización de Stop&Go de 10 segundos.

Así, desde el comienzo de la temporada 2007, la perspectiva de un coche de seguridad que coincidiera con el momento de entrar a boxes para cargar combustible había puesto a los equipos un poco nerviosos. En contra de lo esperado, no hubo neutralización ni en Melbourne ni en Mónaco, y en Bahrein hubo una, pero en la primera vuelta, por lo que no tuvo ningún impacto.

Algunos equipos (incluido McLaren) se habían asegurado sistemáticamente de que sus pilotos no se detendrían en vueltas consecutivas para garantizar que un coche de seguridad no arruinara las carreras de ambos.

La desventaja de esto era que uno de ellos tendría una penalización por llevar más peso en la clasificación en relación con su compañero de equipo, que es exactamente lo que pasó en Mónaco.

Lewis Hamilton, McLaren Mercedes MP4/22

Lewis Hamilton, McLaren Mercedes MP4/22

De cara a la siguiente carrera en Montreal, Hamilton estaba decidido a enmendar su frustración de Mónaco, y venció a Alonso en el duelo por la pole con gran estilo. Esta vez hubo una diferencia de combustible menos significativa entre los dos, con Alonso básicamente yendo una vuelta "más pesado".

En la salida, el aparentemente nervioso español se fue por la hierba en la primera curva mientras intentaba recuperar el control. Quedó detrás del BMW Sauber de Nick Heidfeld, y en efecto, la carrera estaba entonces en una situación inmejorable para Hamilton.

El británico iba cómodamente delante cuando hizo su primera parada en la vuelta 22. Alonso debía detenerse en la siguiente vuelta, pero entonces Adrian Sutil se salió de pista. El accidente del piloto de Spyker contra el muro provocó un coche de seguridad, y así comenzó una extraordinaria cadena de sucesos que puso la carrera patas arriba.

Cuando Sutil chocó, Alonso todavía tenía algo de combustible en el depósito. Sin embargo, sin forma de saber cuánto tiempo llevaría reagrupar al pelotón y que la FIA declarara abierto el pitlane, quedarse fuera no era una apuesta que valiera la pena para McLaren.

Así que, junto con el también poco afortunado Nico Rosberg, en Williams en ese entonces, Alonso se dirigió directamente al pitlane sabiendo que más tarde se enfrentaría a una sanción de 10 segundos por la regla del pitlane cerrado.

Sin embargo, Alonso y Rosberg no fueron los únicos en sufrir problemas. Cuando el pitlane fue finalmente declarado abierto, Felipe Massa lideró el camino hacia el repostaje.

Cuando llegó al final del pitlane, el piloto de Ferrari no se dio cuenta de la luz roja, que estaba encendida porque el pelotón estaba pasando a la altura de la salida del pitlane. Giancarlo Fisichella, de Renault también, lo siguió, lo que llevaría ambos pilotos a ser excluidos del evento con bandera negra.

¿Reconectamos?:

Las decisiones no llegaron durante algún tiempo, porque los comisarios pronto se preocuparon por algo que era bastante más urgente. En el reinicio, Hamilton se alejó al frente, dejando a otros luchando para recuperar el terreno perdido. Entre ellos estaba Robert Kubica.

Después de entrar en boxes, el piloto de BMW Sauber había esperado obedientemente en el semáforo en rojo, a pesar de la tentación de seguir a Massa y Fisichella. Sin embargo, cuando se puso verde, fue adelantado por Jarno Trulli, de Toyota, que llegaba en marcha.

Perder un lugar obedeciendo las reglas no le gustó a Kubica, que era muy consciente de que era mucho más rápido que el Toyota, y tenía que volver a pasarlo lo antes posible, y la mejor oportunidad sería la primera vuelta de la reanudación.

Es por eso que estaba tratando urgentemente de encontrar un hueco para adelantar al italiano en la aproximación a la horquilla. Las imágenes de televisión no mostraron el contacto que llevó al accidente, pero Trulli dijo que no era consciente de la presencia del BMW Sauber a su derecha.

"No me moví, mantuve mi línea", dijo Trulli. "La última vez que vi a Robert estaba en el lado izquierdo, y aparentemente se fue hacia el lado derecho, así que no tengo ni idea de lo que ha hecho".

"Solo sé que he mantenido mi línea y no he hecho nada. Sinceramente, me pasé la carrera con la cabeza pensando en este accidente. Sé que soy un piloto, pero también soy un ser humano, así que obviamente estuve en shock..."

Robert Kubica, BMW Sauber F1.07

Robert Kubica, BMW Sauber F1.07

Kubica tocó el neumático trasero derecho del Toyota a toda velocidad, y eso impulsó la parte delantera del BMW hacia arriba. Perder parte del alerón delantero a tal velocidad no ayudó mucho a la estabilidad aerodinámica, y las marcas de los neumáticos mostraron que las ruedas delanteras rebotaron dos veces en el asfalto antes de que se dirigiera a la hierba, donde un camino de acceso causó que la parte delantera se elevase nuevamente y se metiera aire debajo del coche.

En ese lugar había un hueco en el muro para permitir que los coches fueran recuperados, y de hecho el Toro Rosso de Scott Speed estaba aparcado allí. La segunda parte del muro estaba, por lo tanto, en un ángulo mucho más agudo con respecto a la pista de lo que normalmente sería el caso en el exterior de una curva rápida.

Kubica primero golpeó el extremo de la primera parte del muro con la rueda delantera derecha. Afortunadamente, este primer impacto causó que la parte delantera aterrizase, pero también pareció dar un giro al monoplaza un poco más a la derecha, lo que significa que golpeó el segundo muro un poco antes.

Nunca sabremos lo que habría pasado si ese primer impacto no hubiera hecho descender la parte delantera, pero sin él habría al menos alguna posibilidad de que hubiera golpeado la segunda pared con el suelo del coche en lugar del morro, y el resultado podría haber sido mucho peor.

Si el propio chasis o elementos grandes como las ruedas hubieran pasado por encima del muro, podrían haber llegado hacia los coches que salían de la horquilla al otro lado. De hecho Mark Webber, de Red Bull, informó que vio una pieza volando.

La caída que sufrió el coche después de los impactos iniciales fue horrible, pero todo el tiempo el coche estuvo disipando energía. Lo afortunado fue que Kubica no sufriera otro fuerte impacto frontal, porque sus pies estaban extremadamente expuestos en ese momento.

Justo al final del incidente, el reposacabezas de espuma salió del coche. Sin embargo, había hecho su trabajo, al igual que el dispositivo HANS y el casco de compuesto de nueva generación, todo lo cual había sido implantado por la FIA en los últimos años.

Fue un gran testimonio del incesante trabajo por la seguridad, y especialmente de las pruebas de impacto más estrictas. De hecho, las fuerzas implicadas en el accidente fueron mucho mayores que las prescritas por las normas de la época. Unos 30 centímetros del chasis, detrás del morro, fueron destruidos.

Llevó un tiempo limpiar el caos, y no fue fácil para los pilotos pasar por la escena vuelta tras vuelta.

"No sabía quién era", dijo Rosberg. "Y traté de apagarlo (en mi cabeza). Es bastante preocupante que eso pueda suceder, porque todo lo que hizo fue salir recto en una curva y luego se golpeó con un muro de hormigón como ese. No es genial".

Fernando Alonso, McLaren MP4-22, y Alex Wurz, Williams FW29

Fernando Alonso, McLaren MP4-22, y Alex Wurz, Williams FW29

Después de la reanudación, Hamilton volvió a abrir una ventaja sobre Heidfeld, y gestionó su carrera perfectamente. Otros periodos de coche de seguridad por incidentes de Christijan Albers y Vitantonio Liuzzi no pudieron descarrilarlo.

Irónicamente, McLaren garantizó la victoria de Hamilton haciendo el mismo truco que tanto frustró al británico –y creó un furor mediático– en Mónaco. Hizo su segunda parada con una cantidad significativa de combustible aún en el coche, ya que no tenía nada que ganar quedándose fuera.

El gran factor en juego en la elección de la estrategia era la necesidad de usar ambos tipos de neumáticos en algún momento de la carrera. Nadie quería montar el súperblando por problemas de graining, pero tenían que encontrar un momento para usarlos.

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Hamilton conservó en las vueltas finales para conseguir una majestuosa primera victoria, y las neutralizaciones aseguraron que Heidfeld no se quedara muy atrás en la bandera a cuadros.

Más atrás, Takuma Sato consiguió un asombroso sexto puesto para Super Aguri. Justo al final, el piloto japonés tuvo la temeridad de pasar a Alonso, que había retrocedido tras su penalización en boxes, y que ahora estaba sufriendo con los súperblandos.

Fue un gran día para Hamilton, y un hito en su carrera. Sin embargo, la verdadera historia de la jornada fue el accidente de Kubica. Al final de la carrera se corrió la voz de que se había sufrido la fractura de una de sus piernas, lo cual fue resultado de un informe erróneo enviado a control de carrera por parte de un médico local en el circuito.

Solo más tarde, después de hablar directamente con el hospital, el jefe del equipo BMW, Mario Theissen, pudo informar de la asombrosa noticia de que su piloto no tenía heridas graves, aunque se vería obligado a perderse la siguiente carrera en Indianápolis, dando la oportunidad de debutar al piloto de reserva del equipo, Sebastian Vettel.

Fue verdaderamente milagroso que resultara ileso, y exactamente un año más tarde el circuito de Montreal iba a devolverle a Kubica lo sucedido con su primera victoria en la Fórmula 1.

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