Leclerc prueba las actualizaciones de Ferrari F1 en el simulador

Charles Leclerc completó dos jornadas de trabajo en el simulador de Maranello para continuar con el desarrollo del SF-23, un monoplaza que hasta ahora no ha dado los resultados esperados. El pasado curso, el monegasco estaba liderando la clasificación general, y ahora solo es décimo después de sumar seis puntos en el Gran Premio de Arabia Saudí y dos abandonos.

Uno de ellos pesó mucho, el de Bahrein, en donde su ECU dijo basta para comenzar con la rotación de los motores, mientras que en Australia fue una salida de pista por un toque con Lance Stroll lo que le dejó tirado en la primera vuelta. Todo eso se podría haber evitado y estar un poco más arriba, aunque nada se podría haber hecho con respecto a los absolutos dominadores, Red Bull.

No obstante, Charles Leclerc se ha encontrado a un equipo, pese a todos los rumores que circulan por el paddock, muy motivado, decididos a regresar a lo más alto tras tener la moral por los suelos. Uno de los que sabe muy bien de la pasta de la que está hecho el monegasco es el doctor Riccardo Ceccarelli, que dijo a Motorsport.com que tenía un "don extraordinario" y que "siempre es crítico consigo mismo", porque "reconoce sus errores con rigor y tiene una capacidad para pasar página y mirar al futuro de forma constructiva como pocos".

En resumen, el objetivo es borrar el pésimo inicio, el peor para la escudería italiana desde que cambió el sistema de puntuación de la Fórmula 1, y volver con más fuerza, algo de lo que el director del conjunto, Fred Vasseur, se ha hecho eco: "Vamos [en] la buena dirección. El ambiente es más que bueno".

El jefe de los de rojo ha tomado con firmeza el timón, convencido de que el coche todavía no ha mostrado todo su potencial, y dejó claro que, en Bakú, al ser un circuito tan poco convencional, es posible que no se vea el orden de la parrilla definitivo. Sin embargo, en Melbourne supieron qué dirección tomar en cuanto al desarrollo del SF-23, al que han podido bajar un poco más al suelo para un mejor control de la degradación de los neumáticos.

Tanto en Azerbaiyán como en Miami, Ferrari incluirá ciertas evoluciones, pero será a partir de Imola cuando las esperanzas puestas en el proyecto de Enrico Cardiele, apoyándose en el jefe aerodinámico, Diego Tondi, y en el del concepto del monoplaza, Fabio Montecchi, que ha sumido el papel vacante de David Sánchez [que se marchó a McLaren] den los frutos.

El monegasco, tras probar en el simulador moderno de Dynisma Motion Generator algunas de las soluciones que tendrá su coche en el Gran Premio de Emilia Romagna, ha podido ver si recuperará esa confianza necesaria, aunque desde Maranello se filtra un soplo de optimismo.

La polémica que afloró por el pobre rendimiento del coche en las primeras carreras puede apaciguarse si esas mejoras funcionan, y aunque no quieren oír hablar de una 'versión B', bastará con ver la forma de Ferrari en el Gran Premio de España para obtener una respuesta definitiva. Lo más importante es que el clima en la fábrica es bueno, y que los datos en el túnel de viento y en el simulador son los que generan esas sonrisas en los trabajadores de rojo.

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