El simulador DMG de Ferrari: la 'araña' para volver a la gloria

El nuevo simulador de Ferrari ya está en funcionamiento. Las pruebas de calibración del nuevo sistema están en curso, y desde hace unos días los técnicos del Cavallino Rampante están cargando los datos del monoplaza de efecto suelo que debutará en 2022. Una larga y compleja labor que permitirá al equipo empezar a trabajar en el desarrollo del nuevo coche tras el regreso de las vacaciones de verano.

El año pasado, la Scuderia lanzó un importante plan de expansión para la fábrica de Maranello antes de que entrase en vigor el límite presupuestario, con el objetivo de volver a ser un equipo ganador y que luche por los campeonatos a partir de la próxima temporada.

Se suponía que el simulador estaría listo en la primavera, pero después de un retraso en los plazos debido a la crisis de la ​​COVID-19, la actividad avanza ahora siguiendo un calendario bien estudiado.

Charles Leclerc y Carlos Sainz, hasta ahora, han conducido el 672 de forma virtual sobre el antiguo simulador: la megaestructura del Moog, idéntica a la que se utiliza en Dallara. Pero, a partir de septiembre, podrán descubrir la nueva "araña".

Este es un nuevo sistema creado exclusivamente para Ferrari por Dynisma en la nueva instalación de vidrio construida entre el GeS y la pista de Fiorano; y es el puesto de avanzada del municipio de Maranello. El personal de Ferrari también se encuentra en ese mismo edificio construyendo el monoplaza del cliente norteamericano Haas.

El esfuerzo que Ferrari está haciendo para acortar la brecha con Mercedes y Red Bull es innegable: la competitividad en la F1 no solo se mide en el coche, sino también en la estructura. La Scuderia pagó durante años la insuficiencia de la simulación: ser dueña de dos circuitos (Mugello y Fiorano) había hecho que las pruebas en pista tomasen mayor relevancia respecto a las de interior.

La prohibición de los tests y el trabajo de desarrollo progresivo entre el túnel de viento, el departamento de CFD y el simulador ha llevado cada vez más a comprimir el tiempo de desarrollo de un monoplaza, junto a la integración de herramientas complejas como las impresoras 3D, que han permitido acortar las fases de producción.

En resumen, en los últimos años ha habido una revolución silenciosa en los departamentos de carreras de F1 que, esencialmente, ha cambiado el enfoque de los grandes premios. Y Ferrari, en este difícil período de su historia debido a la caída de resultados, ha invertido en el futuro, apostando por procedimientos y sistemas innovadores.

El simulador de Dynisma es solo un ejemplo del cambio que se está produciendo y que debería volver a poner a los italianos en una posición de vanguardia para resistir el desafío de la próxima F1 a lo largo de los próximos años.

Mattia Binotto no se limitó a copiar la excelencia que han logrado Mercedes y Red Bull: Ferrari tenía que ir más allá. Y si los simuladores más populares son los trineos que se mueven sobre orugas, la Scuderia Ferrari ha tomado un camino diferente, menos complejo que la araña, pero mucho más sofisticado que el que existe hoy en el mercado.

El simulador DMG (Dynisma Motion Generator) ofrece un gran ancho de banda de datos (con mínima latencia) al integrar software y hardware, eliminando posibles obstáculos entre el piloto y la adquisición de datos. La "araña", por tanto, representa un recurso estratégico para Maranello.

Sobre el papel, las nuevas reglas que diseñan los monoplazas de efecto suelo han sido consideradas demasiado prescriptivas por los jefes de equipo, una señal de que los coches se verán muy similares en forma y habrá pocas oportunidades para su desarrollo en profundidad.

La intención de la FIA es asemejar el rendimiento de los vehículos de la parrilla, y el propio Binotto ha admitido que los desarrollos pronto convergerán, por lo que debería ser más difícil "equivocarse en el diseño", como ocurrió con el SF1000.

Ferrari se está "rearmando" y el simulador de DMG será una de las claves del relanzamiento.

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