DS Penske se queda con lo positivo del E-Prix de Tokio de Fórmula E
La primera carrera de la historia de la Fórmula E en Japón permitió a Vergne y Vandoorne seguir poniendo a punto sus monoplazas eléctricos, aunque no sumaron puntos.
Aunque las condiciones meteorológicas fueron muy complicadas antes de la carrera, el primer E-Prix de Tokio fue un éxito desde el punto de vista organizativo. La consecuencia de la intensa lluvia que cayó hasta la hora de comer del viernes simplemente animó a los pilotos a ser cautos en las dos primeras sesiones de entrenamientos, en una pista que seguía encharcada.
En DS Penske, no fue la lluvia la que causó problemas a Stoffel Vandoorne, sino la batería de su coche eléctrico. Se trata de un componente común a todos los coches y su avería obligó a sustituirla.
Por fortuna, a la mañana siguiente volvió a salir el sol y, aunque la pista seguía algo húmeda en algunos puntos, el nivel de agarre era mucho más uniforme. La puesta a punto de los monoplazas pudo entonces afinarse, y los dos coches de DS Penske, en modo precaución, se situaron en la zona media de la tabla de tiempos.
Aún teniendo que encontrar soluciones en el Sector 1, Jean-Éric Vergne terminó la segunda sesión en novena posición, con Vandoorne 11º. En la clasificación, los dos DS E-TENSE FE23 estaban en el Grupo B, pero la configuración pasar a los cuartos de final. Vandoorne, que seguía teniendo problemas con la batería, tuvo que sustituirla una vez más.
Una carrera que podría haber valido la pena en Tokio
Saliendo desde la 13ª y 18ª posición de la parrilla, los pilotos de DS Penske sabían que tendrían que aprovechar toda su experiencia para intentar ganar posiciones.
Pero en este circuito lleno de baches, no es fácil encontrar agarre.
Jean-Eric Vergne, DS Penske, DS E-Tense FE23
Foto de: DPPI
Por suerte, la gestión de la energía es un arma eficaz para quienes saben utilizarla sabiamente. En este contexto, el dúo piloto-ingeniero de carrera es muy importante, y podemos ver al final del primer tercio de la carrera que Vergne esperó a que los pilotos que venían por detrás activasen su Attack Mode antes de activar el suyo.
Fue una estrategia que dio sus frutos, ya que se quedó a un paso de los puntos, mientras Stoffel Vandoorne rondaba entre la 12ª y la 17ª posición. Sus esperanzas de llegar a los 10 primeros seguían siendo realistas, sobre todo porque aún quedaba un Attack Mode.
Pero un accidente entre Nyck de Vries y Lucas di Grassi provocó la salida del coche de seguridad. De este modo, todas las diferencias se redujeron a nada.
La neutralización de la carrera hizo que ésta se alargara dos vueltas, lo que congeló rápidamente las posiciones para reservar toda la energía necesaria.
Vergne cruzó finalmente la bandera a cuadros en 11ª posición, con Vandoorne 16º. Fue un final frustrante y la confirmación de que la Fórmula E a veces puede ser cruel.
Las dos carreras de Misano (Italia) dentro de quince días serán una oportunidad para que el equipo DS Penske demuestre su verdadero nivel.
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