Cuando Lauda hizo inútiles los pósteres de 'Prost, campeón'
Niki Lauda se llevó su tercer mundial de Fórmula 1 en 1984, pero el camino hasta lograrlo fue arduo, gracias a su compañero en McLaren, Alain Prost.
El tercer título de Fórmula 1 de Lauda fue uno de los más increíbles en la historia del campeonato, y se resolvió con el margen más pequeño, solo medio punto.
Ocho veces la batalla por la corona de los pilotos se ha decidido por un solo punto: 1958, 1961, 1964, 1976, 1981, 1994, 2007 y 2008, pero solo una vez se ha resuelto por menos.
Uno podría argumentar que la batalla de 2008 entre Lewis Hamilton y Felipe Massa estuvo más apretada, en el sentido de que Massa cruzó la línea de meta del Gran Premio de Brasil como 'campeón', antes de que Hamilton se lo quitara con un adelantamiento en el último suspiro sobre Timo Glock instantes después.
Pero en el sentido estadístico, no queda nada más estricto que la rivalidad de 1984 entre Niki Lauda y Alain Prost.
La suya era una dinámica clásica de "joven piloto versus viejo maestro" como compañeros de equipo de McLaren. Lauda ya había estado en la pomada muchas veces: ganó el campeonato para Ferrari en 1975, regresó de la muerte en el 76 para ganar nuevamente en el 77, retirándose por completo después de dos años problemáticos en Brabham. Pero volvió dos años con McLaren y demostró poder ganar de nuevo.
Prost, seis años menor que Lauda, regresó al equipo con el que comenzó su carrera en la F1 en 1980, después de una temporada exitosa pero amarga en Renault. Prost perdió su impulso a finales del 83, después de perder por poco el campeonato ante Nelson Piquet. El titular de McLaren, John Watson, no llegó a un acuerdo con Ron Dennis para extender su contrato a un sexto año, por lo que Prost ocupó el asiento con el apoyo del patrocinador principal de McLaren, Marlboro.
Ron Dennis, McLaren-Ford Cosworth, con Niki Lauda y John Watson
Lauda hubiera preferido que McLaren mantuviera a Watson, "en mi propio interés", porque sabía que el MP4/2 del 84 sería un serio contendiente tras dejar atrás el motor Cosworth DFV por los turbo TAG/Porsche más potentes desarrollados específicamente para McLaren y puestos en marcha para las últimas cuatro carreras del 83. Lauda sintió que tenía cogida la medida de Watson como piloto; Prost era un desconocido para él, pero el instinto competitivo le dijo a Lauda que las cosas irían bien.
"En este momento, dije 'no hay problema' porque es [solo] un piloto de carreras y lo vamos a superar", dijo Lauda en una entrevista con Autosport. "Esta era mi actitud. No lo conocía antes, así que dije 'bien, la nueva rivalidad siempre es buena".
Pero Lauda se sorprendió cuando Prost lo superó por más de medio segundo en la primera clasificación en Brasil. Para empeorar las cosas, Prost logró una cómoda victoria cuando Lauda se retiró con problemas eléctricos.
De hecho, el austriaco tuvo problemas para clasificarse por delante de Prost de manera continua. Solo una vez, a mediados de temporada en Dallas, Lauda se clasificó por delante de su rival francés –de 16 intentos– y no logró estar a menos de 1,2 segundos de Prost en ningún gran premio de ese año salvo en tres ocasiones.
"Lo que odiaba en ese momento era 600 CV de potencia para las carreras y los 1.200 para la clasificación", explica Lauda. "No me gustó este sistema. Fue estúpido desde mi punto de vista. De repente, tienes el doble de potencia, con neumáticos de clasificación, y te arriesgas como si no hubiera un mañana: frenas tarde, la velocidad era más alta, vas al límite. No me gustó el sistema, el principio de eso, no la parte de conducción".
Alain Prost, McLaren MP4-2 TAG, y Niki Lauda, McLaren MP4-2 TAG
La mayor experiencia de Prost con las complejidades de los motores turbo tras su paso por Renault le dio una clara ventaja sobre el viejo maestro. Lauda rápidamente se dio cuenta de que no podía igualar a Prost en ritmo puro, por lo que decidió centrarse exclusivamente en tratar de superar a su compañero en carrera.
"Nunca olvidaré lo que pasó en Brasil, la primera carrera. Prost me machacó en la clasificación, lo que no me gustó", recordó Lauda. "Me retiré por un problema con el motor, o lo que fuera, así que volví al hotel. Cuando entré en el hall del hotel, vi por televisión que Prost ganó la carrera, así que dije '¡no me jodas, es un mal comienzo!".
"Pensé, 'ahora tengo que tener cuidado, el otro tipo es competitivo'. Fui a la siguiente carrera [en Sudáfrica] pensando que ese pequeño francés no me iba a dejar boquiabierto, [pero] nunca podía con él a una vuelta, lo que realmente me cabreó como no puedes imaginar. Debes ser el más rápido para ganar la carrera".
"Entonces dije, 'está bien, cambia de inmediato la filosofía, ahora emplea el viernes y el sábado solo para preparar el coche para la carrera: neumáticos, equilibrio, todo".
Prost sumó tres poles durante todo el año; Lauda nunca pasó del tercer puesto en parrilla. Parece extraordinario ahora concebir que un piloto gane el campeonato mundial de F1 sin comenzar nunca en la primera fila.
Niki Lauda, McLaren TAG Porsche, Patrick Tambay, Renault, Nigel Mansell, Lotus Renault
"Tuve que vencerlo siendo inteligente, trabajando con la preparación de la carrera y no con la clasificación. Nunca volví a trabajar para la pole position. Solo trabajé para la carrera. Esta fue la decisión por la que gané el campeonato".
Esa filosofía valió la pena, dado que Lauda logró dos victorias en las primeras ocho carreras de la temporada. Pero en ambas, (Sudáfrica y Francia) Prost sufrió problemas que lo lastraron. Un fallo en la bomba de combustible obligó al francés a comenzar desde boxes en Kyalami (terminó segundo), y una rueda suelta lo obligó a pasar dos veces por boxes en Francia y significó que terminó fuera de los puntos.
Cuando Lauda venció a Prost en Canadá, lo hizo con la ayuda de problemas de motor del francés. Incluso con un enfoque específico centrado para la carrera, Lauda no estaba realmente superando a Prost como tal, y para profundizar su malestar, al no terminar en Brasil (electricidad), Bélgica (donde ambos McLaren se retiraron), Imola (motor) y Detroit (electricidad otra vez), además de trompear en la famosa carrera sobre mojado con mitad de puntos en Mónaco, y retirarse al tocar el muro en Dallas, implicó que Lauda superaba a Prost por 11,5 puntos cuando la temporada entró en su segunda mitad.
Pero una racha de dos victorias (Brands Hatch y su carrera en casa en Austria) en las siguientes tres carreras, junto con un apretado segundo lugar de Prost en Alemania, dio alas a Lauda. Prost sufrió una fallo en la caja de cambios mientras lideraba el GP de Gran Bretaña y arrancó segundo en Austria, donde Lauda tomó la delantera ante el Brabham de Piquet y se mantuvo para ganar a pesar de perder la cuarta marcha en los compases finales.
Lauda asumió el liderato del campeonato hasta el final después de esa carrera. Prost se acercó a menos de medio punto al ganarle a Lauda en Zandvoort, pero una victoria crucial de Lauda en Monza (¡con un disco suelto!), tras un fallo de motor de Prost, dejó al austriaco al mando con solo dos carreras restantes.
Niki Lauda, McLaren MP4\2 TAG Porsche
Un error tonto al intentar doblar a Mauro Baldi durante el GP de Europa en el circuito de Nurburgring consignó a Lauda al cuarto puesto, mientras que Prost ganó por tercera vez en cinco carreras, por lo que se dirigieron al final de la temporada en Portugal separados por solo 3,5 puntos. Pero aquí es donde el plus de experiencia de Lauda, junto con un poco de buena suerte, completó la jugada.
"Cuando tienes una batalla con tu propio compañero de equipo, lo miras, así que usas cualquier juego que puedas hacer para entender lo que está haciendo", dice Lauda. "Porque lo peor para un piloto es si el mismo tipo en el mismo equipo está luchando por el campeonato. Si es alguien más, no hay problema. Si ambos coches son iguales, entonces no hay mucho que puedas hacer".
"Cuando entré en la carrera, me puse el casco y me dije a mí mismo, 'si hoy cometo un error, adelantando a los demás y tocándoles y rompiendo el ala o lo que sea, me voy a suicidar'. Era mi ambición: bajar la cabeza y no cometer ningún jodido error".
"Nelson era mi supuesto amigo, y antes de la carrera me dijo: 'Te voy a ayudar'. '¿Qué vas a hacer?' 'Si me acerco a Prost, lo echo fuera'. ¡Hablaba en serio!".
Keke Rosberg, Williams, lidera en la salida
"Fue realmente positivo que alguien me dijera esto. Tenía un amigo ahí, él me iba a ayudar. Es un buen tipo. Confiaba en él. ¡Primera vuelta, y el idiota se salió! Lo vi en la hierba y dije '¡mira a este imbécil! ¡El único que me va a ayudar se ha salido!' Estaba muy cabreado".
Prost ganó la carrera, que es todo lo que podía hacer en esas circunstancias. Lauda, quien trompeó en la clasificación y requirió de dos cambios de motor antes de la carrera, remontó hasta el tercer lugar, sobreviviendo a un toque con el Toleman de Stefan Johansson mientras peleaban por el cuarto lugar. Lauda necesitaba terminar segundo para ganar el título, pero el Lotus de Nigel Mansell estaba a casi 30 segundos y no le recortaba terreno.
"En la segunda vuelta, una piedra dañó mi turbocompresor izquierdo", explica Lauda. "Apreté impulso, pero el coche no funcionaba. Fue una batalla difícil. Estaba 11º o 12º en la parrilla y era fácil que pudiera pasar a todos y escaparme. Luego llegué a la recta, activé el turbo, no llegó la potencia y, por lo tanto, estuve atrapado mucho tiempo en el tráfico porque no pude adelantar donde normalmente se puede".
"Si mi motor hubiera funcionado, habría pasado directamente, pero no funcionó y, por lo tanto, al final, gracias a Dios, Mansell tuvo un problema y yo pude acabar segundo".
Mansell se salió con 18 vueltas para el final debido a un problema de frenos, promoviendo a Lauda al segundo puesto y dándole los dos puntos extra cruciales que necesitaba para sumar su tercer campeonato del mundo por medio punto ante Prost.
"Antes de la carrera, una de las personas de Marlboro me dijo 'Han imprido los carteles de Marlboro con Prost campeón'. Lo hicieron antes de la carrera. Me dije a mí mismo '¡ahora este imbécil no va a ganar el campeonato!'. Y lo primero que hice después de terminar, fue ir a ver a ese tipo..."
-Muéstrame tu póster
-¿Qué póster?
-¡Muéstrame tu póster!
-¡No tengo ningún póster!
-¡No mientas, no mientas!
"No me lo enseñó, pero sabía lo que buscaba. Para ser justos, cuando vi a Prost a mi lado [en el podio] medio llorando y molesto, le dije 'no te preocupes, el próximo año podría ser tu momento'. Éramos competidores, pero no nos odiamos, no era como Rosberg y Hamilton. Nos respetamos, nos caímos bien, así que lo abracé".
Las palabras de Lauda resultaron proféticas. El año siguiente Prost fue campeón y Lauda se retiró definitivamente.
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