Por qué el título de Jorge Martín sublimaría la obra de Dall’Igna en MotoGP

Con ese calificativo tan categórico define la mayoría de pilotos de la clase reina a la Desmosedici, un prototipo que ya ha batido la mayor parte de los récords del constructor boloñés, y que seguramente reventará alguno de los más más relevantes de siempre. De hecho, el triunfo que Jorge Martín se llevó el pasado fin de semana en Buriram supone el 14º de una de las motos italianas en lo que llevamos de temporada, una cifra que le deja a las puertas de la plusmarca absoluta de 15, que Honda estableció en dos ocasiones (1997 y 2003). Si tenemos en cuenta que Ducati ha salido vencedora de las últimas seis paradas del calendario, y que el siguiente evento tendrá lugar en un escenario tan propicio como Sepang, donde se ha impuesto en tres de las cinco últimas ediciones, todo parece dispuesto para que el fabricante de Borgo Panigale vuelva a hacer historia la semana que viene en Malasia, donde los dos principales protagonistas de este 2023 se volverán a citar, separados por solo 13 puntos en la tabla general.

No obstante, a pesar de la relevancia de todas esas hazañas ninguna de ellas tendría tanto impacto como un eventual entorchado de Martín. De imponerse a Pecco Bagnaia en el duelo cerrado que mantienen se convertiría en el primer piloto de una escudería independiente que se corona desde Valentino Rossi, que lo consiguió en 2001, con Honda, con la estructura Nastro Azzurro y antes de recalar en la oficial, en 2002.

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Luigi Dall'igna, máximo responsable técnico de Ducati

Las dudas acerca de si Ducati mantendría su palabra de no interferir con órdenes de equipo para favorecer que la balanza se decante hacia el lado de Bagnaia, ya resonaron el curso pasado, cuando Enea Bastianini le complicó la vida al turinés. Si en aquella ocasión los jefes no metieron mano y se arriesgaron a que la 'Bestia' se llevara el Mundial con un prototipo de un año anterior, menos sentido tiene que lo hagan ahora que los dos contendientes se miden en igualdad técnica, dado que los dos disponen de la especificación más evolucionada.

"Pramac es un equipo oficial con un patrocinador distinto", insiste una y otra vez Paolo Ciabatti, director deportivo de Ducati, que nutre con sus técnicos y completa la formación de Paolo Campinoti. Por más cierta que sea la afirmación de Ciabatti, nadie cuestiona que la escudería de referencia sea la roja, la que cuenta con Bagnaia y Bastianini. Es la que abandera el proyecto y la que dispone de los patrocinadores que invierten más dinero. Y también la que tiene más a mano a Gigi Dall’Igna, la figura que, con su llegada (2014), resituó los objetivos de la fábrica en el campeonato.

Junto a su grupo de trabajo, el ingeniero es el inventor de la Desmosedici actual, la moto que ha puesto patas arriba el 'statu quo' dominado históricamente por las fábricas japonesas. Un aparato capaz de motivar a Marc Márquez para que renuncie a su último año de contrato con Honda, y con ello a más de 15 millones de euros, sin ni siquiera tener la opción de subirse a la versión más puntera, la que conducirán Martín y Bagnaia. Para Dall’Igna, que además de responsable máximo a nivel técnico también tiene el cargo de director general, lo único que importa es que la gloria se la lleve una de sus 'criaturas', siempre que sea el modelo actual. Pero no solo eso. Motorsport.com entiende que dentro de la propia compañía existe una facción que cree que, puestos a elegir, Dall’Igna prefiere que este título lo celebre Pramac. "Si es Pecco quien vuelve a ganar, será él quien concentre la mayor parte de la atención. Si es Jorge quien se impone, las miradas se las repartirán entre él y la moto. Esa es la filosofía de Gigi elevada a la enésima potencia", afirma a quien escribe estas líneas una voz autorizada de Ducati.

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Francesco Bagnaia celebra junto a su equipo el último podio conquistado

Desde el Reparto Corse se intenta convencer a los más incrédulos, esos que aún no terminan de creerse que Pramac esté efectivamente libre de cualquier atadura. Y se razona a partir de la naturaleza del vínculo que mantienen los contendientes: tanto Bagnaia como Martín tienen el mismo tipo de contrato, los mismos privilegios y responsabilidades, aunque, evidentemente, el título de 2022 le significara al actual campeón una buena inyección extra de ingresos.

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Esa sensación de poder pelear de tú a tú es la que tienen en el propio equipo satélite cuando se les pide que cuantifiquen las posibilidades de Martín, en función de las herramientas de que dispone. "No nos está faltando absolutamente nada; Ducati está cumpliendo su parte. En ese aspecto no hay nada que podamos reclamar, porque el trato recibido es excelente", declara Gino Borsoi, team manager de la escudería satélite, a Motorsport.com. El italiano, con una dilatadísima trayectoria en el paddock; primero como piloto y después como ejecutivo, aplaude un planteamiento que él considera único: "Ninguna otra marca permitiría que uno de sus equipos satélites se impusiera al oficial".