Red Bull F1 alerta de un preocupante problema en su coche de 2024

La temporada 2024 de Fórmula 1 podría ser diferente a la del año pasado, quizá no en el resultado final, pero sí en lo que pase, ya que en las primeras carreras se pudieron ver la victoria de Carlos Sainz en el Gran Premio de Australia y la de Lando Norris en el Gran Premio de Miami, además de que en el Gran Premio de Emilia Romagna, el propio británico presionó a Max Verstappen hasta la línea de meta, pero la confirmación llegó en la clasificación del Gran Premio de Mónaco.

El neerlandés fue sexto, mientras que su compañero, Sergio Pérez, 18º, antes de que la descalificación de los dos pilotos de Haas le hicieran ser 16º. Un desastre teniendo en cuenta el dominio del que dispusieron en la última campaña y media, pero ya no es tan difícil pensar que Ferrari y McLaren estén al nivel de los de Milton Keynes en los próximos meses.

Es más, el asesor de los de las bebidas energéticas, Helmut Marko, dio indicios de una dificultad inesperada para una escudería Red Bull que, hay que recordarlo, comenzó el curso con un terremoto mediático en el que estuvo involucrado Christian Horner, a lo que se sumó la marcha de Adrian Newey.

El austriaco fue directo, como suele ser habitual en él, y los RB20 tienen problemas con los reglajes, y eso fue evidente mucho antes de que lo dijera ante los medios de comunicación, pero luego vinieron declaraciones más importantes. Al equipo le falta correlación entre la simulación y la pista.

"Creo que es bien sabido que hemos tenido problemas de puesta a punto durante todo el fin de semana", dijo Helmut Marko tras la clasificación. "Conseguimos mejorar, y en varias vueltas que dimos en la clasificación lo demostramos, pero una vez más, nunca tuvimos la oportunidad de conseguir la pole position. Y una vez más, Max [Verstappen] tuvo que arriesgarlo todo para conseguir una posición en primera fila, pero las cosas fueron mal, fue un golpe".

El asesor de Red Bull admitió lo que hasta ahora nunca dijeron en el equipo campeón, ya que todos pensaban en otro año dominante, pero a partir del Gran Premio de Australia, las cosas cambiaron: "Empezamos la temporada pensando que sería un éxito imparable, luego llegó la primera decepción en Melbourne, pero el problema no son los circuitos, sino el hecho de que la correlación entre en simulador y la pista no funciona".

"En el simulador, pasamos por encima de los pianos sin problema, y aquí, citando a Verstappen, el coche rebota como un canguro", continuó. "Ese es el problema, que también fue vidente en la puesta a punto en Miami y en parte en el circuito de Imola".

Sin embargo, tras la alarma, hay esperanza, ya que, con el regreso de trazados permanentes, los RB20 volverán a ser la referencia, siempre y cuando no subestimen a sus rivales, que dieron pasos para disminuir la distancia con respecto a los líderes: "Aquí es donde tenemos que empezar, pero creemos que cuando lleguemos a circuitos de verdad, como Barcelona, por ejemplo, volveremos a nuestro estado de forma".

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