No hay que cebarse con quien ya está herido. Ferrari está viviendo un momento de gran dificultad y la falta de resultados está generando un creciente nerviosismo, tanto dentro del equipo como fuera de la gestión deportiva.

Lewis Hamilton y Charles Leclerc, tras haber defendido al jefe de equipo justo después de que aparecieran artículos cuestionándolo, han vuelto a criticar con fuerza a un monoplaza rojo que no es capaz de ganar, hasta el punto de que el siete veces campeón del mundo vuelve a pedir que se dediquen los recursos al próximo año…

"Está claro que vemos cómo los demás traen mejoras. No sé por qué nosotros aún no hemos introducido ninguna, sinceramente. Creo que llegará una muy pronto, eso espero. La mentalidad ahora mismo es que hay muchos cambios que hacer en el sistema. Me gustaría poder deciros qué está pasando, hay muchas cosas que suceden entre bastidores".

"Por mi parte, es necesario construir las bases, porque no estamos luchando por el campeonato. Es evidente que no estamos en la lucha por el título. Tenemos que asegurarnos de que el año que viene tengamos un gran coche: no debemos perder demasiado tiempo centrados en esta temporada. Me gustaría garantizar que el coche del próximo año sea claramente mejor desde la primera carrera".

Foto de: Glenn Dunbar / Motorsport Images

El mensaje de Lewis es claro, directo: basta de perder tiempo con el decepcionante SF-25 y que todos los esfuerzos se orienten al proyecto 678, el monoplaza de 2026 que llegará con la revolución reglamentaria.

Ferrari, en realidad, está terminando el desarrollo de la esperada suspensión trasera y del nuevo fondo plano, que según las expectativas debería suponer un punto de inflexión en la temporada, permitiendo al coche rojo al menos luchar por ser la segunda fuerza hasta el final, mientras que el rendimiento actual lo sitúa entre el tercer y cuarto equipo en términos técnicos.

La dirección del Cavallino, tras Imola, había pedido adelantar las actualizaciones técnicas, incluso sacrificando algunas pruebas en el banco dinámico, prefiriendo asumir algunos riesgos con tal de llevar cuanto antes las novedades a pista.

Los hechos demuestran que no ha habido tanta prisa, mientras que Mercedes, por ejemplo, hizo debutar una nueva suspensión trasera en Imola. En su primera salida no convenció y, tras no aparecer en Mónaco y España, volvió en Canadá: victoria con George Russell y podio con Kimi Antonelli.

Una prueba de que es posible cambiar el rumbo de una temporada dominada por McLaren: no solo Red Bull corta la hegemonía de los MCL39 con Max Verstappen, ahora también se ha sumado Mercedes. Y entre los equipos punteros, solo falta Ferrari…

En Austria, el SF-25 debería encontrarse con un trazado más favorable a sus características: un circuito con curvas de media velocidad, en las que el coche rojo podría defenderse mejor que en Canadá. Así que no nos sorprendamos si en Estiria no vemos algunas de las actualizaciones previstas, sino solo intervenciones puntuales para adaptar el coche al circuito.

¿Qué está ocurriendo? En la sede, en la Gestione Sportiva, creen que en pista no se está aprovechando todo el potencial que se ve en las simulaciones. Esa es la base del discurso reciente de Fred Vasseur, quien considera más importante una buena ejecución del fin de semana que la introducción de mejoras técnicas.

Parece que no es solo una opinión del jefe de equipo, sino del director técnico. Loïc Serra cree en un coche rojo más competitivo de lo que muestra. Algunos opinan que en pista falta esa creatividad que permite a menudo a Red Bull transformar un set-up "fallido" en los libres del viernes para luego llevar a Max Verstappen a la primera fila.

En resumen, dentro del equipo hay dos almas: los que piden ya las novedades técnicas, y los que preferirían ganar tiempo para extraer ese potencial oculto del coche…

"Tendremos modificaciones pronto", admitió Vasseur en Montreal. "Pero no creo que ese sea el primer problema. Si haces el primer sector en récord en Montreal, no pienso que sea necesario traer muchas mejoras. No es que los demás introduzcan cosas cada fin de semana, y no es que nosotros no llevemos nada, simplemente no lo anunciamos. Tenemos que centrarnos en nosotros mismos, porque no hemos hecho un buen trabajo este fin de semana".

La crítica indirecta va dirigida a Charles Leclerc, que se estrelló en los Libres 1 perdiéndose prácticamente dos sesiones de entrenamientos, y luego cometió errores en la clasificación. El monegasco está bajo presión porque intenta compensar con su talento natural las carencias del SF-25, y de vez en cuando cae en errores que ahora se le recriminan. Pasa de ser el "salvador de la patria" a ser parte del problema.

Un hecho es seguro: los problemas no vienen de los pilotos, sino de un monoplaza que no está a la altura de las expectativas. Ferrari debe encontrar una visión común, más que fracturas que ahora se hacen evidentes en las declaraciones.

McLaren F1 y Mercedes, más incluso que Red Bull Racing, introducen mejoras para crecer, y sus novedades dan resultados tangibles. Ferrari ha vuelto a llamar al grupo de técnicos de suspensiones, que ya estaban trabajando en el proyecto 678, para rediseñar la nueva suspensión trasera. La decisión de intervenir en la parte trasera del coche se tomó tarde, y teniendo en cuenta que se necesita tiempo para diseñar, fabricar y probar las novedades, no debe sorprender que algunas soluciones no lleguen hasta Silverstone o por esas fechas. Pero al querer ganar tiempo surge una duda: ¿no será que la montaña está pariendo solo un ratón?