La carrera más dura del mundo está a la vuelta de la esquina, y todos los pilotos se preparan para afrontar el reto que supone la 46ª edición del Rally Dakar, en donde Isidre Esteve estará con su Toyota. El español aspira a mejorar los resultados que cosechó en años anteriores, aunque es consciente de lo complicado que será.

El ilerdense aseguró a un grupo de medios entre los que se encontraba Motorsport.com que lucharía por el segundo grupo de los más veloces, puesto que los líderes están en otra liga: "Hay 72 coches en la categoría, no hay que olvidarlo, porque a veces, cuando decimos que queremos estar entre los veinte primeros se sorprender, pero la parrilla está llena".

"Creo que hay un grupo de pilotos delante que va a luchar entre ellos, y estos son muy rápidos, como Loeb, Sainz o Nasser [Al Attiyah], y después hay un segundo grupo en los que si les sale bien la etapa pueden ser 14º o 13º, pero que si sale mal puedes estar 25º o 30º", aseguró el catalán. "Nosotros nos vemos compitiendo en este segundo grupo de pilotos, y estamos contentos por poder hacerlo a ese nivel".

En cuanto a la configuración del recorrido de la cita saudí, Isidre Esteve explicó que habrá que plantear dos planes, uno para cada semana: "De los Dakar que se han diseñado en Arabia Saudí, creo que este es un poco más radical y que, por primera vez desde que llegamos al país hay como dos fases de la carrera".

"Una hasta la etapa de descanso, y otra después, y lo digo porque empezamos muy fuertes las tres primeras jornadas, con especiales largas y rompedoras, y después viene la que tan solo tenemos dos horas de asistencia, además de 600 kilómetros en las dunas", comentó. "Hay que hacerlos, y aunque es verdad que la arena para los coches no es el sitio más dura para los coches, es la que tiene más dificultad. Para mí es, vamos a plantearnos un objetivo para llegar a la etapa de descanso sin perder opciones, y luego vamos a plantear otra hasta el final en el Dakar 2024".

Su condición física, en la que tiene que manejar el volante y los pedales con las manos, provoca que la etapa de 48 horas sea todavía más compleja, y cuando se le preguntó, dijo: "Esto al final, de acuerdo que es una novedad, pero es lo que pedimos los pilotos el año pasado. Fuimos al Empty Quarter e hicimos solo 250 kilómetros, y dijimos si podíamos hacer dos etapas largas, así que es esto, porque nos comentaron desde la organización que este era un desierto muy inaccesible a la hora de sacar gente de él si no conseguían cruzar las dunas".

"Ahora lo han dividido en cuatro segmentos, que será más fácil tener la carrera controlada, y en un momento en el que la gente tenga muchos problemas, les podrán sacar de allí", comentó. "Creo que ha sido la fórmula para hacer un Empty Quarter a la altura de las expectativas que están luchando para ganar el Dakar, y dar la posibilidad al resto también de disfrutar de 600 kilómetros de arena de verdad".

"Si alguien tiene un problema, que no se quede allí y tarden cinco días en salir", continuó el piloto catalán. "En mi caso, que preciso de unas necesidades cuando estoy al final de etapa, hablamos con él [David Castera] y dijimos que nuestro camión, no para tener mecánicos, sino para mí, estaría en la mitad de esta especial, así que, si todo va bien, tengo que llegar a la mitad, y si no llego, voy a estar en un campamento como los otros pilotos".

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