Tras el test, Márquez espera mayor competencia en San Marino

Marc Márquez llega a Misano con un cómodo liderato en el mundial y con la sensación de que es cuestión de tiempo que se corone como campeón 2019. Sin embargo, este fin de semana corre en una pista donde ha logrado grandes resultados, por lo que parece improbable que vaya a correr con calculadora.

Allí ganó en 2010 en 125cc, en 2011 y 2012 en Moto2 y en 2015 y 2017 en MotoGP. El año pasado aprovechó la caída de su actual compañero Jorge Lorenzo para terminar segundo, y este domingo asegura llegar con confianza, pero advierte de que no será fácil imponerse.

MotoGP vivió dos jornadas de test en Misano después de la carrera de Silverstone y eso, según el #93, hará que todos acierten con la puesta a punto de la moto para este gran premio.

"Tengo confianza de cara al fin de semana, pero tendremos que hacer frente a una dura competencia, como siempre, especialmente después del test", declaró Márquez.

"Nuestro enfoque no cambia; tenemos nuestro plan, trabajaremos en esa dirección y veremos qué pasa el domingo".

En esas pruebas, Márquez no buscó aparecer en la parte alta de la tabla de tiempos y acabó con la 10º plaza, a 1,266 segundos de Quartararo. Tanto él como Honda se centraron más en trabajar de cara a 2020, y avisan de que van en la dirección correcta.

Pero, además de los nuevos chasis que probó (uno de ellos oculto en negro), también hubo tiempo de adaptar la RC213V para esta cita: "Llegamos bien al próximo Gran Premio, después de varias carreras buenas para nosotros y tras un productivo entrenamiento".

"Durante el test pudimos probar varias cosas y lograr una buena impresión de cómo funciona la Honda en Misano esta temporada", dijo Márquez, que saca 78 puntos a Dovizioso, su más inmediato perseguidor.