Por qué no sancionar los insultos de Verstappen fue un error

Las palabras conllevan más que el significado que tienen en el diccionario, llevan el peso de años de historia, contexto y simbolismo en su uso. Utilizamos palabras para comunicarnos, describir y - a veces - ofender, y las palabras que consideramos ofensivas no tienen solo un significado, porque han evolucionado desde un punto histórico y, a menudo, desagradable.

Durante la segunda sesión de entrenamientos libres antes del Gran Premio de Portugal de Fórmula 1, Max Verstappen pronunció unas cuantas palabras malsonantes tras su choque con Lance Stroll.

“¿Este tío es un jodido ciego? ¿Qué diablos le pasa? ¡Jesús!”, dijo el holandés tras el toque con el de Racing Point.

Los padres podrían haber tapado los oídos de sus hijos por las palabras de Verstappen, pero no fue algo que la mayoría de la población no haya escuchado antes. Sin embargo, la siguiente parte es mucho más atroz, y no es propio de un ambiente deportivo... ni de cualquier otro.

“Es un retrasado, un mongol. Tengo daños en el coche”, añadió el holandés.  

No hay manera de endulzar esas palabras. “Retrasado” es un insulto por desgracia frecuente contra las personas con discapacidad. El uso de la palabra "mongol" también tiene connotaciones raciales, y tampoco es la primera vez que Max lo hace. En 2017, Verstappen recurrió a la televisión holandesa para llamar "mongol" al comisario de la FIA Garry Connolly después de que le sancionaron por saltarse los límites de la pista en el Gran Premio de Estados Unidos.

En esa ocasión Verstappen se mostró más arrepentido y dijo que "no quería herir a nadie", lo que contrasta claramente con su actitud de esta ocasión.

Cuando se le preguntó sobre la naturaleza ofensiva del lenguaje que había usado después del incidente con Stroll, Verstappen respondió que no era su problema si alguien se sentía ofendido.

Repasemos: Verstappen ha sido capaz de utilizar públicamente un lenguaje racista sin temor a sanciones. No ha habido ninguna disculpa de Verstappen, y el asunto ha sido más bien escondido sin más preguntas por parte de los involucrados.

Por tratar de adivinar parte de la reacción de las redes sociales, la gente intentará argumentar que ni "retrasado" ni "mongol" son ofensivos. La defensa generalmente sigue la línea de "Yo uso esas palabras todo el rato y la gente no se ofende, entonces, ¿por qué debería importar?" Habrá un debate sobre si esa persona carece de empatía y, como sucede con muchos de los argumentos de las redes sociales, será improductivo y no llegará a ninguna parte. Categóricamente, esos son términos ofensivos.

Uuganaa Ramsay, directora de Mongol Identity, ha publicado una carta en la que explica su decepción por el lenguaje utilizado por Verstappen por la radio del equipo. Ramsay, nacida en Mongolia antes de emigrar a Escocia, escribió el libro Mongol, y en él detalla su vida cuando creció en Mongolia y la trágicamente corta vida de su hijo Billy, que nació con síndrome de Down antes de morir con solo tres meses de edad.

"Queremos expresar nuestro disgusto y nuestra profunda preocupación por el uso del término" mongol ‘como discurso de odio’,” escribió Ramsay. "Mongol", que se ha utilizado de manera espuria y ofensiva para describir a las personas que nacieron con síndrome de Down, es una palabra que Ramsay está luchando por dar otro significado en su libro y con Mongol Identity, su fundación con la que espera educar a la gente sobre los problemas que sufren los mongoles y los mongoles étnicos. En su carta, Ramsay explica la etimología del uso de "mongol" como un término despectivo.

"El término 'mongoloide', que se refiere a las personas con síndrome de Down, dejó de usarlo la Organización Mundial de la Salud en 1965 porque era y sigue siendo considerado ofensivo para los de etnia mongola".

"El Dr. John Langdon Down, que descubrió el síndrome de Down en la década de 1860, utilizó 'mongolismo' y 'mongoloide' para describir el síndrome, ya que afirmó que había características físicas similares con las personas de Mongolia y la raza mongoloide (las de etnia asiática)".

Esas percepciones de Down se basaban en gran medida en la entonces popular pseudociencia de la frenología, en la que las dimensiones del cráneo se consideraban una medida de la capacidad mental de un individuo. Down al final renegó de esa idea, habiendo perdido su fe en la frenología, pero la teoría se mantuvo durante un siglo.

En realidad, el síndrome de Down es causado por una anomalía genética en la que alguien nace con un cromosoma 21 extra. En la década de 1950, cuando se descubrió que una copia de cromosoma extra era el factor subyacente del síndrome de Down, hubo una inmediata petición de eliminar el tan utilizado término "mongolismo" debido a su naturaleza racista.

"La gente cree que se dejó de usar cuando lo quitaron en los sesenta", le dice Ramsay a Motorsport.com. "Pero todavía se usa actualmente. La gente me dice que se les ha pedido que no se llamen mongoles o mongólicos, porque la gente todavía utiliza la palabra 'mongol' para describir la estupidez”.

Luego describió una serie de situaciones angustiosas en las que los mongoles étnicos siguen siendo discriminados, subrayando el hecho de que aunque la OMS revocó el uso de "mongol" y "mongoloide" hace más de 50 años, todavía se utiliza de forma despectiva en todo el mundo.

Aunque no se conozca la historia que subyace a la nomenclatura ofensiva, cualquiera con un conocimiento rudimentario de la geografía podría probablemente considerarlo un término despectivo. Verstappen, que corre en la Fórmula 1 por todo el mundo, probablemente habrá visto un mapa, incluso en la pantalla de entretenimiento de un avión.

En Sky F1 durante la tercera sesión de libres, el comentarista principal David Croft condenó el lenguaje que Verstappen utilizó. El ex piloto Paul di Resta también sugirió que hubo momentos en que otros pilotos habían usado un lenguaje similar en la radio y, aunque fue calificado como un término desechable por el "calor del momento", seguramente podría haber usado otras blasfemias frecuentemente usadas en momentos de alto estrés. Y, como se ha mencionado, "mongol" es un término que Verstappen usó con anterioridad, así que no se trata de casos aislados.

Como Ramsay también recuerda en su carta, es sorprendente que la F1 y la FIA no hayan tomado ninguna acción contra Verstappen. En otros deportes, cualquier discurso de odio es castigado.

Durante un partido de la Premier League entre el Manchester United y el Liverpool en 2011, el entonces delantero del Liverpool, Luis Suárez, insultó de manera racista al lateral izquierdo del United, Patrice Evra. Por ello, Suárez recibió una suspensión de ocho partidos y una multa de 40 mil libras.

También hay un precedente reciente en el motorsport, donde el piloto de Kyle Larson, integrante hasta ese entonces del equipo Chip Ganassi en la NASCAR Cup, utilizó un insulto racista mientras participaba en un evento de iRacing. Su equipo lo suspendió indefinidamente, sin pagarle, mientras que la NASCAR también hizo lo mismo, antes de que Ganassi lo despidiera por sus comentarios.

Se considere o no suficientes esos castigos, hay otra pregunta pertinente: ¿por qué Verstappen no sufrió ninguna sanción? Si el lenguaje racista y homófobo se castiga con suspensiones, ¿no debería también la Fórmula 1 hacer algo similar ante un lenguaje que puede ser racista?

En la ocasión anterior, la FIA lo castigó con "servicio comunitario", lo que equivalía a que el holandés tuviera que pasar un día en la oficina de los comisarios en el ePrix de Marrakech de Fórmula E. Por su parte, Red Bull probablemente no castigará a Verstappen; el equipo dejará pasar sus acciones ya que no querrá perder a su piloto estrella. El equipo tampoco condenó su "pelea física" con Esteban Ocon en el Gran Premio de Brasil de 2018, y Verstappen pareció satisfecho de sus acciones, llamando "marica" a Ocon en la conferencia de prensa posterior en Abu Dhabi.  

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Por lo tanto, le corresponde a la FIA castigarle, si así lo decide. Sin embargo, dada la falta de atención que los comentarios de Verstappen han recibido, eso parece poco probable.

Pero eso amenaza con ir contra la iniciativa de la F1 #WeRaceAsOne, creada a raíz de la crisis por el COVID-19 e inspirada en los movimientos mundiales que condenan el racismo sistemático que siguió al asesinato de George Floyd a manos de la policía en Estados Unidos. La F1 declaró que deseaba que su nuevo lema fuera una bandera en el deporte para luchar contra las injusticias mundiales. Sin embargo, no se ha hecho nada para asegurar que "We Race As One" siga siendo algo más que un ejercicio simplista y parece consolidarse día a día como un gesto vacío.

Si la F1 quiere que se la tome en serio en este tema, al menos debe sancionar a Verstappen de alguna forma. En su carta, Ramsay pide una disculpa, pero debe haber más ramificaciones para convencer a Verstappen de que no vuelva a usar ese lenguaje. Algún tipo de entrenamiento de sensibilidad sería un buen inicio pero, si las organizaciones mundiales son serias en cuanto a poner fin al discurso del odio, deben poner activamente medidas para hacerlo.

Cuando se le preguntó si la F1 debería castigar las calumnias de esta naturaleza de forma similar a otros deportes, ofreciendo posibles prohibiciones, Ramsay respondió: "Absolutamente". También propuso ofrecer esa concienciación a la F1 para asegurarse de que los pilotos entiendan las connotaciones de usar "mongol" como una forma de insulto.

Si Verstappen es suspendido perdería algo que le gusta hacer: competir. Eso daría una lección sobre las consecuencias de usar un lenguaje insultante, y sobre saber cómo comportarse. Algo que, como se explica en las otras salidas de tono de Verstappen, parece ser algo que necesita. Hay un sinnúmero de factores que pueden explicar la exaltación de Verstappen, pero no se pueden usar para excusar al piloto.

En resumen, Verstappen usó el lenguaje en la radio de su equipo con connotaciones ofensivas; que son, en última instancia, palabras usadas para dirigir el odio hacia las personas con discapacidades, anomalías genéticas y ciertos grupos étnicos, y eso no es algo que simplemente se deba dejar pasar.

Recuerda otras peleas entre pilotos en la historia de la Fórmula 1

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Raúl Boesel estorbó a Chico Serra en su última vuelta de la preclasificación, lo cual provocó el enfado del segundo. Serra se fue a por Boesel, que aún tenía el casco puesto, y tras un intercambio de impresiones le dio un manotazo, a lo que Boesel respondió con una patada y ambos se liaron a golpes, teniendo que ser separados en el pitlane por las personas que estaban alrededor.

Probablemente la pelea más famosa de la historia de la F1. Nelson Piquet lideraba el GP de Alemania cuando llegó a la altura de Eliseo Salazar para doblarle. El piloto chileno no dio espacio a Piquet por fuera y el brasileño se tocó con el piloto de ATS, teniendo ambos que abandonar. Al salir del coche, Nelson corrió hacia Salazar, lanzándole varios puñetazos y una patada.

Disputándose el liderato al inicio de la carrera, ambos tuvieron que abandonar tras el trompo provocado al tocarse en la curva Fagnes. Después de volver al pitlane, Mansell fue detrás de Senna. Según contó el británico en su biografía, los dos "resolvieron" sus diferencias en una pelea.

Después de que Michael Schumacher le tocara en la primera vuelta del GP de Francia (foto), Ayrton Senna fue a resolver sus diferencias con el alemán en la parrilla cuando la prueba se detuvo. Dos carreras después, Schumi le bloqueó durante los entrenamientos libres en Hockenheim, y Senna se fue a por él, empujándole en boxes y teniendo ambos que ser separados por los mecánicos.

En otro episodio famoso de su carrera, Senna se las vio con el debutante Eddie Irvine tras la carrera en Suzuka. El motivo fue un adelantamiento del irlandés sobre Ayrton durante la carrera para recuperar la vuelta perdida mientras se jugaba el quinto puesto con Hill. El brasileño, después de llevarse su 40ª y penúltima victoria, fue detrás de Eddie en los boxes de Jordan y le golpeó, haciéndole caer de una silla.

Liderando la carrera, Michael Schumacher encontró al doblado David Coulthard delante, en medio de una lluvia torrencial. El escocés, compañero del líder del mundial Mika Hakkinen, frenó para que el alemán le pasara, pero Schumacher no le vio e impactó contra la parte trasera del McLaren. Ambos volvieron al pitlane (Schumacher a tres ruedas y Coulthard sin el alerón trasero). Allí, Schumacher fue hasta el garaje de McLaren para atacar a David. Los dos fueron separados por mecánicos.

Después de ser molestado en unos entrenamientos libres por Montoya, Villeneuve pasó al colombiano y frenó bruscamente delante del Williams en señal de desprecio. Montoya golpeó a Jacques, que luego acabó accidentándose debido al daño de la colisión. Más tarde, durante el briefing de pilotos, ambos discutieron. Montoya dijo que si Jacques volvía a repetirlo, le empotraría contra la pared. Villeneuve le contestó a Juan Pablo que él le mandaría a los árboles, y Montoya contraatacó a Villeneuve diciéndole que había "matado" a alguien aquel año, en Australia cuando tocó a Ralf Schumacher y un comisario de pista murió. Jacques cogió a Juan Pablo por el cuello y tuvieron que ser separados rápidamente.

Felipe Massa y Fernando Alonso se vieron las caras en un intenso GP de Nurburgring, cuando el brasileño estaba con Ferrari y el español con McLaren. Tras una primera parte bajo la lluvia, y después de la neutralización de la carrera, el español se gustó sobre una pista que se fue secando y en la vuelta 55 pasó a un correoso Massa. Alonso increpó al brasileño tras la carrera, en la sala pre-podio, por haberse defendido de manera agresiva. El asturiano señaló al bajarse del coche algunas piezas delanteras que faltaban. Massa respondió acaloradamente, llegando a tocarle el hombro en varias ocasiones.

Después de un toque peligroso en la primera vuelta de la carrera, Jarno Trulli fue a parar al muro y Adrian Sutil a la hierba. El alemán, con la inercia, también provocó el abandono de Alonso, que se encontró con él de repente. Sin embargo, Trulli –que tocó a Sutil– se fue corriendo a por el alemán en las escapatorias y comenzó una discusión en la que ambos se agarraron y el italiano puso el dedo en la cara del piloto de Force India.

En medio de una relación turbulenta en pista por otros incidentes en aquella temporada, Lewis Hamilton y Felipe Massa se enfrentaron en el GP de Singapur 2011 después de un toque del británico al brasileño, que dañó el neumático del Ferrari y el alerón del McLaren. En el corralito, hablando con la prensa tras la carrera, Massa dio un toque en el hombro a Hamilton mientras la decía que "buen trabajo, muy buen trabajo". Hamilton se revolvió y mirando hacia atrás contestó: "No me vuelvas a tocar".

Tras tocarse en la segunda curva de las S de Senna mientras Ocon intentaba desdoblarse con neumáticos nuevos, Verstappen trompeó y perdió el liderato a manos de Hamilton. Después de la carrera, fue a discutir con el francés durante el pesaje de la FIA. El holandés empujó a Ocon tres veces y fue castigado con dos días de servicios sociales.

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