¿Qué nos dice la historia sobre la remontada de Verstappen en la F1 2025?

1979 - La remontada sin éxito de Alan Jones al final de la temporada

Carrera 9: 13º, 25 puntos de desventaja
Carrera 12: 3º, 10 puntos de desventaja
Clasificación final: 3º, 11 puntos de desventaja

Alan Jones, Williams FW07 Ford

Foto: Motorsport Images

La temporada 1979, en la que el efecto suelo se generalizó tras el éxito de Lotus el año anterior, estuvo dominada por Ferrari, pero Alan Jones, de Williams, se convirtió en uno de los candidatos al título a pesar de sumar sólo cuatro puntos en la primera mitad de la temporada.

La nueva escudería Williams Grand Prix Engineering de Frank Williams y Patrick Head, que debutó en la F1 en 1977 con un coche cliente de March, compitió en la siguiente temporada con su propio coche, el FW06. Los resultados fueron desiguales; Jones fue candidato al podio en varias ocasiones, pero sólo consiguió uno en Watkins Glen, ya que los problemas de fiabilidad solían perjudicarle.

Williams comenzó 1979 con un FW06 que tenía un año de antigüedad -algo habitual en aquella época- y Jones sólo puntuó una vez en cuatro carreras, consiguiendo el tercer puesto en Long Beach, por detrás de los Ferrari de Gilles Villeneuve y Jody Scheckter.

Williams llevó a la pista entonces su FW07, inspirado en el Lotus 79 que ganó el título en 1978. Su potencial rápidamente se hizo evidente, ya que Jones se retiró cuando iba líder en Zolder en la que era sólo la segunda carrera del coche, y luego volvió a abandonar tras golpear una barrera en Mónaco, donde rodaba tercero.

Jones logró la primera pole de su carrera en Silverstone, con una cómoda ventaja de 0.6s sobre Jean-Pierre Jabouille, y lideró la primera mitad de la carrera hasta que un problema en la bomba de agua provocó su retirada. Con Jabouille también fuera de combate por problemas de motor, su compañero de equipo en Williams Clay Regazzoni heredó la victoria.

Como consecuencia, a falta de seis carreras, Jones era sólo 13º en la clasificación con siete puntos. Scheckter lideraba con 32 unidades, seguido de Villeneuve (26) y Jacques Laffite (24).

En otras palabras, el australiano estaba prácticamente descartado de la lucha por el título.

Alan Jones, Williams y Gilles Villeneuve, Ferrari

Foto de: David Phipps

¿O no? Jones consiguió tres victorias consecutivas por méritos propios en Hockenheim, Spielberg y Zandvoort, donde superó a Villeneuve. Durante el mes de julio, el piloto de Williams se aupó a la tercera posición del campeonato, con sólo 10 puntos de desventaja respecto a Scheckter. Consiguió 15 puntos en tres carreras, en un momento en el que una victoria valía nueve unidades y quedaban tres rondas más.

En Monza, sin embargo, Jones perdió varias posiciones en la salida y terminó noveno, mientras que Scheckter logró la victoria. Debido a la regla según la cual sólo los cuatro mejores resultados de cada piloto contaban para cada mitad de la temporada, su déficit creció hasta "sólo" 17 puntos. Pero la norma también significaba que cualquier otro podio de Jones le haría perder los tres puntos conseguidos en Francia, por lo que quedó fuera de la lucha por el título.

Aún así, le arrebató la victoria a Villeneuve con una audaz maniobra por el interior de la horquilla, en un Circuit de l'Ile Notre-Dame que pronto llevaría el nombre de su oponente...

1991 - Mansell se lo hace pasar mal a Senna

Carrera 5: 7º, 33 puntos de desventaja
Carrera 9: 2º, 8 puntos de desventaja
Clasificación final: 2º, 24 puntos de desventaja

Ayrton Senna, McLaren Honda, Nigel Mansell, Williams Renault

Foto: Sutton Images

Tras una titánica batalla por el título entre Ayrton Senna, de McLaren, y Alain Prost, de Ferrari, en 1990, que terminó en un polémico accidente en Suzuka, el brasileño en 1991 tuvo un comienzo fulgurante.

Senna ganó las cuatro primeras carreras del año saliendo desde la pole position, liderando 282 de las 291 vueltas de carrera en Phoenix, Sao Paulo, Imola y Mónaco.

Tras volver a Williams después de cancelar su retirada de la F1, Mansell se retiró siendo tercero y segundo debido a problemas con la caja de cambios en Estados Unidos y Brasil respectivamente; en la carrera de San Marino, nuevos problemas con la caja de cambios le hicieron caer del cuarto al décimo puesto en la salida, antes de ser embestido por detrás por Martin Brundle al final de la vuelta.

Mansell tuvo más éxito en Mónaco, donde consiguió la segunda plaza por detrás de Senna, y luego lideró el Gran Premio de Canadá desde la salida hasta la última vuelta, cuando su coche se quedó atascado en punto muerto mientras saludaba al público.

El piloto de Williams sumó un punto en esa carrera, mientras que Senna se retiró, pero aún estaba séptimo en la clasificación con siete puntos en su haber, mientras que el brasileño ya tenía 40.

Sin embargo, el potencial del FW14 diseñado por Adrian Newey era evidente. Williams consiguió un doblete en la siguiente carrera en México, con Senna acompañando en el podio a Riccardo Patrese (ganador) y a Mansell.

En Magny-Cours, el británico superó a su antiguo compañero de equipo en Ferrari, Prost, antes de lograr una victoria popular ante su público de Silverstone, ya que Senna se quedó sin combustible en la última vuelta y Mansell, sentado en su Williams, le llevó de vuelta a boxes.

Ayrton Senna, McLaren, es llevado a boxes por Nigel Mansell, Williams FW14 Renault.

Foto: Motorsport Images

Siguió otro doblete en Hockenheim; Mansell acabó por delante de Patrese, por lo que salió de Alemania con 43 puntos frente a los 51 de Senna - y una oportunidad real de ganar el título.

Pero el piloto de McLaren volvió a tomar la delantera en Hungría, aguantando la presión de los Williams durante toda la carrera tras hacer la pole. Luego heredó la victoria en Spa-Francorchamps después de que los coches de los líderes Mansell y Jean Alesi sufrieran una avería.

Mansell estaba 22 puntos por debajo a falta de cinco carreras; las victorias en Monza y Barcelona ya no eran suficientes para desafiar a Senna, ya que fue descalificado del Gran Premio de Portugal debido a que sus mecánicos cambiaron un neumático fuera de la zona de boxes permitida, y más tarde fue expulsado de la carrera de Suzuka.

Mansell se hizo con el subcampeonato, 24 puntos por detrás de Senna, con cinco victorias.

2000 - Hakkinen lo da todo pero Schumacher y Ferrari toman el relevo

Carrera 8: 3º, 24 puntos de desventaja
Carrera 13: 1º, 6 puntos de ventaja
Clasificación final: 2º, 19 puntos de desventaja

Mika Hakkinen, McLaren

Foto: Motorsport Images

En la temporada 2000, Ferrari llevaba mucho tiempo esperando a ganar un título de pilotos. A Michael Schumacher se le había negado por su propia conducción antideportiva en 1997 y por una pierna rota en 1999, después de haber sido derrotado en 1998 por Mika Hakkinen.

El nuevo F1-2000, diseñado por Ross Brawn y Rory Byrne, supuso un paso adelante en comparación con sus rivales, y Michael Schumacher ganó cinco de los ocho primeros grandes premios, lo que le permitió aventajar en más de 20 puntos a los pilotos de McLaren David Coulthard y Mika Hakkinen, así como a su nuevo compañero de equipo en Ferrari Rubens Barrichello, cuyas esperanzas de ser algo más que un piloto número dos se desvanecieron rápidamente.

El nuevo MP4-15 de McLaren no era un mal coche; Hakkinen consiguió la pole en las tres primeras carreras de la temporada, pero problemas mecánicos le apartaron de las carreras de Melbourne y Sao Paulo, mientras que él y McLaren se vieron superados por la estrategia de Ferrari en Imola. El finlandés consiguió su única victoria en esos ocho primeros grandes premios en Barcelona, donde Schumacher sufrió problemas en la parada en boxes.

En otras palabras, no parecía que nadie pudiese disputarle el título al alemán, pero fue entonces cuando sufrió tres abandonos consecutivos. Un fallo de motor en del Gran Premio de Francia cuando iba segundo; en Austria fue golpeado por Jarno Trulli, de Jordan; y una mala salida en Alemania le hizo colisionar con Giancarlo Fisichella, de Benetton.

Mientras tanto, Hakkinen terminó segundo tras su compañero Coulthard en Magny-Cours, antes de ganar en el A1-Ring y conseguir un sólido segundo puesto en Hockenheim. En ese momento, ambos pilotos de McLaren estaban a dos puntos de Schumacher en la clasificación, con Barrichello a 10 puntos de su compañero de equipo.

Michael Schumacher, Ferrari F1-2000, escucha a Mika Hakkinen, McLaren MP4/15

Foto: Steven Tee / Motorsport Images

El buen estado de forma de Hakkinen continuó en el GP de Hungría, donde ganó mientras Schumacher se mantenía segundo por muy poco frente a Coulthard, y en Bélgica, donde el finlandés realizó su famoso adelantamiento a tres bandas a su rival de Ferrari, con el BAR de Zonta en medio.

Hakkinen lideraba ahora el campeonato con seis puntos de ventaja, pero Schumacher se abalanzó sobre él sin contemplaciones y ganó los cuatro últimos grandes premios. El fallo de motor de Hakkinen en Indianápolis y el stop-go por saltarse la salida en Sepang no ayudaron en nada, pero incluso sin esos eventos no hubieran podido ganar, el déficit final de 19 puntos muestra que el título probablemente estaba fuera de su alcance.

2006 - Schumacher no gana su octavo título, pero acaba a lo grande

Carrera 9: 2º, 25 puntos de desventaja
Carrera 16: 1º, igualdad de puntos
Clasificación final: 2º, 13 puntos de desventaja

Michael Schumacher, Ferrari 248 F1 lidera a Fernando Alonso, Renault R26

Foto: Sutton Images

Fernando Alonso fue un piloto muy regular en sus años en Renault, y lo demostró en la temporada 2006, en la que el en ese entonces campeón del mundo empezó muy fuerte: seis victorias y tres segundos puestos en nueve grandes premios.

Su rival, Michael Schumacher, no lo estaba haciendo tan mal, ya que había ganado un par de carreras y había seguido de cerca a Alonso en cuatro ocasiones, pero perdió 21 puntos respecto al español al recibir una penalización en la parrilla en Malasia, estrellarse en el Gran Premio de Australia y aparcar su Ferrari en la sesión de clasificación de Mónaco para impedir que su rival consiguiera la pole position, lo que provocó que los comisarios le enviaran al final de la parrilla de salida.

Así fue como Schumacher llegó a la mitad de temporada con 25 puntos menos que Alonso. Sin embargo, en las siete carreras siguientes consiguió recortar totalmente esa distancia, gracias a sus victorias en Indianápolis, Magny-Cours, Hockenheim, Monza y Shanghai, las cinco con cierto dominio.

Mientras tanto, Renault perdió algo de ritmo debido a la prohibición de los amortiguadores de masa -que el equipo anglo-francés dominaba-, y Alonso perdió algunos puntos cuando una tuerca de rueda suelta provocó su retirada cuando iba líder en el Gran Premio de Hungría y su motor falló cuando era tercero durante la carrera de Monza.

Alonso y Schumacher llegaron a la penúltima ronda del campeonato empatados a puntos, pero el motor del Ferrari falló cuando el alemán lideraba por delante de su rival en Suzuka. Alonso se llevó los 10 puntos de la victoria y una ventaja casi decisiva en el campeonato.

2012 - Vettel derrota a Alonso en un final memorable

Carrera 13: 4º, 39 puntos de desventaja
Carrera 17: 1º, 13 puntos de ventaja
Clasificación final: 1º, 3 puntos de ventaja

Fernando Alonso, Ferrari F2012 por delante de Sebastian Vettel, Red Bull Racing RB8

Foto: Sutton Images

La temporada 2012 de Fernando Alonso puede considerarse fácilmente como una de las mejores de la historia de la F1. En un año de altibajos que comenzó con siete ganadores diferentes en las siete primeras carreras, el F2012 de Ferrari estuvo lejos de ser el coche más rápido: sólo consiguió dos pole position frente a las ocho de Red Bull y McLaren. Aun así, Alonso consiguió con su monoplaza unos resultados que no parecían estar al alcance.

La regularidad del bicampeón del mundo español al frente de la clasificación, así como sus tres victorias en Sepang, Valencia y Hockenheim, le permitieron terminar la temporada europea 37 puntos de ventaja sobre Lewis Hamilton, de McLaren, con Kimi Raikkonen, de Lotus, y Sebastian Vettel, de Red Bull, a sólo uno y dos puntos más, respectivamente.

Vettel ganó cómodamente el Gran Premio de Bahrein, pero por lo demás sufrió para tener regularidad, perdiendo también un potencial de 33 puntos cuando se retiró siendo líder en Valencia y rodando en sexto puesto en Monza debido a dos fallos en el alternador.

Pero como suele hacer, el alemán terminó la temporada con mucha fuerza, logrando cuatro victorias consecutivas en Singapur, Japón, Corea y la India. En Marina Bay, se benefició de la retirada del líder de la carrera, Hamilton, debido a problemas en la caja de cambios, y después ganó liderando las tres carreras siguientes de principio a fin.

Mientras tanto, Alonso salvó lo que pudo, en una dinámica que no es muy diferente a la que estamos viendo en 2025, con la diferencia clave de que el perseguidor [Vettel] tenía entonces un coche mucho más rápido. El español terminó en el podio en tres de esas carreras, pero abandonó en el GP de Japón por un toque en la primera curva con Raikkonen. Eso le costó 25 puntos, y llegó a las tres últimas carreras de la temporada 13 puntos por debajo de Vettel.

Vettel fue excluido de los resultados de la clasificación en Abu Dhabi por no tener suficiente combustible en su coche, pero remontó hasta la tercera posición en carrera, justo detrás de Alonso, y luego terminó segundo por delante del español en Austin después de perder por poco la victoria ante Hamilton.

Más tarde, en una última carrera repleta de incidentes en Interlagos, Vettel se vio implicado en una colisión con Bruno Senna en la primera vuelta, en la que su Red Bull sufrió daños sorprendentemente leves dada la violencia del impacto; el alemán remontó de forma sensacional hasta la sexta posición y se adjudicó su tercer título mundial consecutivo, mientras la victoria en la carrera decisiva se le escapaba a Alonso por los pelos.

Sebastian Vettel, Red Bull Racing RB8

Foto: Motorsport Images