El lío de la Q3 de Monza se resuelve con reprimendas

Después de que los nueve coches restantes en los últimos minutos de la Q3, tras el accidente de Raikkonen, salieran a pista, el juego de los rebufos se transformó en esperpento. Todos intentaban buscar su posición preferida en la pista mientras el cronómetro se acercaba a cero. Y al final, solo Sainz y Leclerc lograron cruzar la meta a tiempo para un segundo intento.

Los comisarios del Gran Premio de Italia llamaron a declarar "por rodar innecesariamente lento" a Nico Hulkenberg, a Lance Stroll y al propio Sainz.

Pero tras revisar las imágenes de vídeo y hablar con los pilotos y sus equipos decidieron imponer una simple reprimenda a cada uno de ellos.

Toda la polémica:

Eso sí, los comisarios instaron a la FIA a "buscar una solución" para este tipo de situaciones en el futuro.

Después de hablar con Hulkenberg, Sainz y Stroll, los comisarios dejaron claro en sus tres comunicados idénticos que los tres pilotos habían tratado de "obtener un rebufo" en sus últimas vueltas y, por lo tanto, reconocieron haber conducido "innecesariamente lento".

Los tres respondieron que otros pilotos también conducían lentamente.

Sin embargo, el veredicto de los comisarios fue que ellos tres fueron los que "jugaron un papel importante papel en la acumulación de monoplazas en una fase crítica" de la clasificación.