Antonelli admite que "había más en la mesa" y Russell apunta al podio en Bakú

Mercedes se marchará de la clasificación del Gran Premio de Azerbaiyán con una sonrisa inesperada. En un sábado donde reinó el caos, con accidentes, banderas rojas y una pista cambiante por el viento y la lluvia, tanto Andrea Kimi Antonelli como George Russell consiguieron colocarse entre los cinco primeros. El italiano saldrá cuarto y, por segunda vez en su temporada de debut, lo hará por delante de su compañero. Russell, quinto, confía en que el domingo pueda llegar un nuevo podio.

La situación dista mucho de lo que se esperaba tras los entrenamientos libres. Todo apuntaba a que Mercedes sería la tercera o incluso cuarta fuerza, con pocas opciones de pelear por el top 5. Sin embargo, la locura de la sesión dejó fuera de juego a rivales teóricamente más rápidos: Lando Norris no logró cuadrar una vuelta, Oscar Piastri se estrelló, Charles Leclerc sufrió un accidente en Q3 y hasta Lewis Hamilton quedó eliminado en Q2 con el Ferrari. En ese escenario, los de Brackley supieron resistir.

Russell, sólido pese a las dificultades físicas

Russell reconoció que fue una sesión "frenética" y que su quinto puesto le deja "una buena posición de salida" pese a las dificultades: "5º quizá no es el máximo que podíamos conseguir, pero nos da una base sólida para mañana. No he estado al cien por cien físicamente este fin de semana y eso lo ha hecho más duro. Ahora toca descansar y volver más fuerte para intentar luchar por el podio", explicó.

El británico detalló que la gestión de los neumáticos también fue clave en una jornada de constantes cambios: "Probamos el medio por primera vez en Q1 y nos sirvió para pasar los dos primeros segmentos, pero luego, con la lluvia y el enfriamiento de la pista, pasamos al blando. Creo que fue la decisión correcta, aunque no pude maximizar la vuelta porque salimos temprano y el asfalto estaba más resbaladizo", añadió.

Antonelli, entre la satisfacción y la decepción

Foto de: Mark Sutton / Formula 1 via Getty Images

Antonelli, en cambio, se quedó con sensaciones encontradas. El rookie firmó un brillante cuarto puesto, pero confesó que se le escapó algo más: "Las condiciones fueron muy difíciles para todos. El viento era como una lotería, a veces estaba bien y otras te arruinaba el equilibrio del coche. En mi última vuelta, una ráfaga en la curva 16 me hizo perder dos o tres décimas. Así que estoy contento con el 4º, pero también un poco decepcionado porque había más en la mesa", admitió.

El italiano, que solo había superado a Russell en clasificación en Miami, repite la gesta en Bakú y se ve capaz de atacar: "Definitivamente el objetivo es mirar hacia adelante y no hacia atrás. La parrilla está muy mezclada, hay un Williams y un Racing Bulls delante, pero no son lentos. Intentaremos dar lo máximo y veremos qué pasa", aseguró.

De cara a la carrera, Mercedes tendrá que lidiar con rivales más rápidos saliendo desde atrás, como los McLaren F1 o el propio Leclerc. Sin embargo, con Max Verstappen en la pole y coches teóricamente más lentos delante como Lawson o Sainz, tanto Russell como Antonelli saben que hay una oportunidad de oro para sumar puntos valiosos en un fin de semana en el que sobrevivir al descontrol ya les ha colocado en una posición privilegiada.