Hamilton se reencuentra con la confianza en Bakú: "Empezamos a ver el progreso"

Lewis Hamilton cerró el viernes del Gran Premio de Azerbaiyán n Bakú con una sonrisa que hacía tiempo no se veía en él. Ferrari llegaba a Azerbaiyán con la sensación de que podía ser un circuito favorable, y el siete veces campeón del mundo cumplió con creces al marcar el mejor tiempo en la segunda sesión de entrenamientos libres, superando incluso a Charles Leclerc en un trazado que el monegasco ha convertido en territorio propio en los últimos años.

El inicio, sin embargo, no fue nada sencillo. La FP1 se convirtió en una ruleta de banderas rojas y amarillas que impidió a muchos pilotos —entre ellos Hamilton— firmar una vuelta limpia. Además, el británico reconoció que todavía estaba lejos de encontrar sensaciones con los frenos, un aspecto clave en un circuito urbano como Bakú: "La FP1 fue un poco un desastre. Aquí necesitas muchísima confianza en las frenadas y tuve algunos problemas. Cada circuito que visito este año es la primera vez que lo hago con el Ferrari, así que la adaptación no es fácil", admitió Hamilton.

La historia cambió por completo en la segunda sesión. Con ajustes en el monoplaza y un sistema de frenos que por fin respondió como debía, Hamilton recuperó sensaciones y se colocó al frente de la tabla en los instantes finales, relegando a Leclerc al segundo lugar y firmando un doblete de Ferrari en un viernes muy alentador.

"Hicimos algunos cambios para la FP2 y los frenos funcionaron perfectamente. Pude ganar mucho tiempo en ese punto y estoy muy contento con el progreso. Eso demuestra la dirección en la que estamos yendo como equipo. Estoy realmente agradecido por la paciencia de todos y por el esfuerzo, porque ahora estamos empezando a ver los frutos", explicó.

Foto de: Ozan Kose / AFP via Getty Images

Hamilton no se confía de cara al sábado

Que Ferrari lidere el viernes no es del todo una sorpresa: Bakú estaba señalado en rojo en el calendario de Maranello. Pero la manera en la que Hamilton lo ha hecho, en un año en el que sus sábados han sido especialmente complicados frente a Leclerc, aporta algo más: confianza. Y en un circuito de muros tan estrechos, esa confianza es oro.

Aun así, Hamilton prefiere mantener los pies en el suelo: "No diría que ha sido un gran día… al final es solo viernes. No vayamos demasiado lejos", subrayó.

El británico, eso sí, no ocultó su agradecimiento hacia todo Ferrari: "Estoy muy agradecido por todos los que siguen empujando. El apoyo desde la fábrica, desde el equipo aquí, los chicos en el garaje, incluso nuestro equipo de marketing… todos marcan la diferencia. Y también los tifosi: en la última carrera nos transmitieron una energía increíble y esperamos llevarla con nosotros durante toda la temporada".

Mientras McLaren F1 dejó dudas con los errores de Norris y Piastri en la FP2, y Mercedes apenas pudo ser tercero con George Russell a medio segundo, Ferrari se marchó de Bakú con la sensación de que puede estar en la pelea por la pole y la victoria. Y Hamilton, más que nunca, necesitaba un viernes así.