La conmovedora historia de Albon y su locura del pelo rojo

La vida de Alexander Albon cambió radicalmente a finales de la temporada 2018 cuando el todavía conocido como Toro Rosso, actual AlphaTauri, le llamó a filas para recalar en Faenza y convertirse en piloto titular de Fórmula 1.

Su paso por la escudería hermana de Red Bull le sirvió para ascender con los de Milton Keynes, pero no llegar al nivel mínimo que se le exigía provocó que acabara sin un asiento en el Gran Circo.

Con la oportunidad que surgió tras el movimiento de George Russell a Mercedes, el anglotailandés firmó con el equipo Williams para la temporada 2022, aunque aún bajo el seno de la marca de las bebidas energéticas.

Su actuación en el Gran Premio de Australia, completando casi toda la carrera con un juego de neumáticos duros y solo parando en la última vuelta para cumplir con la detención obligatoria, consiguió su primer punto desde Abu Dhabi 2020.

Su estado de forma demuestra que es un piloto apto para estar en la parrilla, y repitió en Miami con una prueba en la que acabó 9º, aunque lo que más llamó la atención de su fin de semana no fue su rendimiento en pista, sino su pelo rojo.

Albon apareció en el paddock del nuevo trazado estadounidense con su cabeza teñida de un color muy peculiar, el cual nada tiene que ver con los tonos azules oscuros, aunque cada vez más negros, de su monoplaza, el FW44.

La razón de esto es muy divertida a la vez que curiosa, y es que el tailandés visitó el orfanato Wat Sakeo en su país de procedencia, el cual acoge a más de 2.500 niños, y en particular, dos de ellos fueron protagonistas por la propuesta que hicieron al piloto de Williams.

Los pequeños lucían unas camisetas de uno de los clubes de fútbol más reconocidos del mundo, el Liverpool FC, quienes llevan camisetas rojas desde el 1894, cuando cambiaron porque el equipo rival de la ciudad, el Everton FC tenía su mismo azul.

Los niños preguntaron a Albon si podía teñirse de este tono de la elástica de los 'Reds', a lo que el tailandés aceptó sin pensarlo. El piloto dijo que había apostado con los miembros de la escudería de Grove que si lograba sumar puntos de nuevo, todos deberían ponerse el pelo igual que él, algo que hizo.

Sin embargo, todo proviene de Volker Capito, el hermano menor de Jost, el director de Williams, que reside en Bangkok desde hace más de dos décadas y quien formó parte del equipo que ganó el París-Dakar en camiones en el año 1985.

Mientras que Jost prosiguió con su exitosa carrera en el mundo del motor, el Rally Dakar despertó la curiosidad de su familiar, que se mudó a Tailandia para dirigir una consultoría de planificación de eventos. Desde el 2004, Volker se embarcó en un proyecto personal para ayudar a 2.500 niños desfavorecidos que viven en el orfanato de Wat Sakeo, algo que ha continuado hasta la actualidad.

"Vi una inmensa necesidad allí", afirmó Capito. "Pensé que estos niños quizá nunca habían tomado un helado, así que traté de llevarle 2.500 la siguiente vez que fui, y fue un gran reto hacerlo sin que se derritieran".

"La gente se preguntaba si debería haber hecho algo mejor en lugar de comprar todos esos helados, pero cuando ves que los niños se ponen a llorar, no fue ningún desperdicio de dinero, es algo que cualquier niño quiere tener", señaló.

Y así se convirtió en una tradición del ahora llamado Iceman Charity ('El Hombre de Hielo Caritativo', que se aseguró de que todas las bocas de aquel orfanato tuvieran algo que comer después del devastador tsunami de 2004.

Albon conoció esta historia cuando se unió a Williams, y por sus raíces tailandesas, no dudó un segundo en viajar cuando tuvo ocasión: "Jost [Capito] me habló de la organización benéfica de su hermano, me mostró las cosas que estaban haciendo y es enorme, tenía que ir a verlo".

"Hicimos un viaje de un día para ir a ver el orfanato", dijo a Motorsport.com. "Lo que más me impresionó fue lo agradecidos que estaban por todo a pesar de su pasado, algunos han tenido una infancia terrible".

El pelo rojo se ha convertido en toda una moda dentro del paddock de la Fórmula 1 gracias a Alex Albon, que pondrá nombre al pabellón deportivo de la organización en Tailandia por su contribución y visibilidad.

"No soy una persona muy extrovertida, soy bastante tímido y lo público no es lo que más me gusta hacer", indicó el piloto. "Pero siento que hay algo de responsabilidad para poder hacer el bien, y hay muchos buenos ejemplos, solo con mirar a mis compañeros, gente como Lewis [Hamilton] o Sebastian [Vettel], hacen cosas increíbles por la gente fuera del deporte".

"Cuando los chicos me pidieron que me tiñera el pelo, lo primero que pensé es que iba a ir a Melbourne de rojo, pero fue una gran manera de poner el foco en la caridad para donar. Me siento muy tailandés, y quiero hacer más y más proyectos que puedan dar oportunidades a la gente, a los niños, a quien sea en Tailandia", explicó Albon.

"Siento que estoy en una buena posición para intentar ayudar. Es una oportunidad para mí para hacer lo correcto, hemos podido donar bastante dinero y no vamos a parar, queremos seguir adelante", afirmó el de Williams.

Tal ha sido la repercusión que ha tenido esta historia que los mecánicos de su garaje, incluido el jefe, Jost Capito, se pintaron el pelo de rojo en las jornadas previas al Gran Premio de España para seguir apoyando la causa y cumpliendo la promesa de los puntos en Australia.

Galería: así fue la visita de Alex Albon al orfanato de Wat Sakeo en 2022

8