Cómo el techo de gasto ha lastrado a Red Bull F1 con sus salidas
El límite de costes de la Fórmula 1 ha tenido atado de pies y manos al equipo Red Bull en cuanto a poder mantener a su personal directivo.
Red Bull ha revelado cómo el reglamento financiero de la Fórmula 1 ha influido este año en la pérdida de miembros clave de su plantilla directiva, como Adrian Newey, Jonathan Wheatley y Will Courtenay. La escudería con sede en Milton Keynes está atravesando un periodo de reestructuración organizativa, por el que varios de sus hasta ahora miembros clave han aceptado puestos de trabajo en otros equipos, y están a punto de marcharse.
Su director técnico, Adrian Newey se marcha a Aston Martin, el director deportivo, Wheatley se convertirá en jefe de equipo de Sauber/Audi, y el jefe de estrategia, Courtenay, también dará un paso al frente para unirse a McLaren como director deportivo. Las tres salidas, de alto nivel, han acaparado los titulares tras una temporada en la que la Red Bull se ha enfrentado a diversos retos tanto dentro como fuera de la pista.
Y aunque algunos han señalado estas salidas clave como un signo de ser un equipo en problemas, movimientos como éste no están fuera de lo común, ya que es bastante corriente que los rivales lleguen y ofrezcan grandes ofertas económicas con el objetivo de 'robar' personal experimentado.
Red Bull dice que lo que ha cambiado en la Fórmula 1 es que la posibilidad de hacer contraofertas hace tiempo que desapareció porque, en la era del techo de gasto, este aspecto es muy limitado. Las reglas de límite de costes del Mundial tienen en cuenta los salarios de todo el personal operativo relevante de un equipo, excluyendo a los tres que más ganan. Aunque la identidad de estas tres figuras en cada escudería no se hace pública, se cree que ni Wheatley ni Courteney formaban parte de ese grupo en la escuadra de las bebidas energéticas.
Jonathan Wheatley
Christian Horner, jefe del equipo, se refirió a la dificultad de mantener a los mejores pilotos y miembros de equipo en la F1 actual: "No puedes tener a un galáctico porque no te lo puedes permitir. Tienes que buscar la mejor relación calidad-precio, y eso te obliga a tomar decisiones muy difíciles".
"Es difícil. Jonathan era un director deportivo muy bueno, pero era un activo caro. Así que hay que sopesar las cosas. Cuando tuvo la oportunidad de irse a Audi, le dije: '¿Sabes qué? Creo que deberías ir a por ello, por cómo está el reglamento. Estamos limitados en el alcance y en lo que podemos hacer por ti aquí. Así que, si tienes la oportunidad de progresar y ganar mucho más dinero, ve a por ello'".
El británico dice que entiende perfectamente las motivaciones de los miembros clave que han querido marcharse, especialmente si las circunstancias les van a permitir ocupar un puesto que no estaba disponible en Red Bull, además de suponer un aumento de sus salarios. Sin embargo, sus salidas no son del todo negativas, porque permitirán a otros dentro de la organización actual ascender a puestos de mayor responsabilidad, ofreciéndoles una progresión profesional que les impida sentirse atrapados, y con la sensación de tener que buscarlo en otra parte.
"Jonathan [Wheatley] lleva aquí mucho tiempo, y tuvo la oportunidad de convertirse en director de equipo", añadió Horner. "No la tuvo aquí, y su papel se estaba volviendo cada vez más unidimensional en el sentido de que nunca estaba aquí [en la fábrica]. Siempre estaba en un circuito. Ha seguido adelante, y eso ha permitido que otros den un paso de forma natural. Hay que tener esa evolución".
"Ocurre lo mismo con Will Courteney y la estrategia. Lleva aquí 20 años. Hablamos de otros papeles dentro del grupo. McLaren le ofreció un puesto más importante, con un salario muy alto, y en ese momento tienes que decir: 'Buena suerte. A por ello'. Pero al mismo tiempo, le dará la oportunidad a Hannah Schmitz de ascender, quien, si no hubiera tenido esa oportunidad, habría sido un objetivo principal para alguien [para ficharla]. En cualquier organización va a haber evolución. Aquí, hemos tenido menos de un 5% de rotación, así que tenemos una enorme lealtad dentro del equipo", siguió.
Aunque la atención que se dedica a los movimientos del personal directivo es inevitablemente mayor que la que se presta a miembros menos conocidos, Horner afirma que la rotación natural existente en la Fórmula 1 supone que los equipos evolucionan y cambian constantemente.
"Cuando llegué aquí, en 2005, reunimos un equipo fantástico", comentó. "Si miro en la oficina de ingeniería, y particularmente en pista, en comparación con cuando ganábamos con Sebastian Vettel y Mark Webber, entre 2010 y 2013, creo que sólo quedan tres personas de las que estaban en ese momento, de los probablemente 25 que están en pista".
"Estaba Paul Monaghan, que todavía está con nosotros. Michael Manning, que sigue con nosotros y se encarga de todas las salidas, y probablemente sólo Jonathan y Will quedaban también. Hannah era licenciada por la Universidad de Cambridge en aquella época, pero el resto del equipo, los ingenieros de carrera, los ingenieros de control... Todo evoluciona, y eso hay que tenerlo en cualquier organización".
Adrian Newey no quería dejar la F1
Sin embargo, la marcha más sonada de Red Bull es la de Adrian Newey, que ha firmado un importante contrato con Aston Martin. El genio empezará a trabajar para la escudería de Fernando Alonso el próximo mes de marzo.
Y aunque el ingeniero inglés ha contribuido enormemente al éxito de Red Bull a lo largo de los años, Horner cree que su unión estaba llegando, de todos modos, a un fin natural. A la pregunta de si la agitación de principios de temporada en el equipo desencadenó el cambio, el jefe de la escudería contestó: "Creo que hay una tormenta perfecta de la que es muy fácil deducir, bueno, esto causó aquello, y aquello causó esto otro. Pero la realidad es que todas las cosas no tienen nada que ver".
"La marcha de Adrian del equipo era algo que, ya a finales de 2023, estaba creciendo un poco, creo, entrando en conflicto en su propia mente. El acuerdo que teníamos era que a finales de 2025 iba a dar un paso atrás de la F1, y realmente iba a ser sólo un mentor. De lo contrario, iba a perder a otros [técnicos] hacia algunos equipos rivales".
"Pero creo que sentía que su tiempo en la Fórmula 1 no había terminado, y por eso tomó decisiones por sus propias razones, que son comprensibles. El acuerdo que tiene con Aston Martin, con la equidad y demás, es algo que simplemente no estaba sobre la mesa aquí. Puedo entender que Adrian quiera dar otra vuelta de tuerca a la F1, como accionista y socio de un equipo, y no le culpo por ello".
"Pero ahora vivimos en un mundo de límites de costes, donde la F1 es muy diferente a como era hace cinco años, donde el 90 por ciento de nuestro tiempo se centra en, ¿qué puedes permitirte hacer dentro del límite? Con los 140 millones de dólares que hay que gastar, cada céntimo debe emplearse con prudencia. Y, por supuesto, a lo largo de los años, los equipos más grandes a veces tienen algo de exceso. Lo que el límite de gastos ha impulsado es la eficacia", finalizó.
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