Cómo afecta el GP de Francia a los coches de Fórmula 1

El Paul Ricard ofrece un conjunto único de retos para un coche de Fórmula 1, lo que permite a los aficionados ver al hombre y la máquina estresados ​​hasta los límites. 

El trazado, de 15 curvas y 5.842 km, tiene un poco de todo, lo que lo convierte en un compromiso desafiante para los ingenieros que preparan el coche. Es un circuito de carga aerodinámica media con tres rectas largas y con una velocidad máxima (el año pasado) de 343 km/h que requiere un continuo uso del acelerador a fondo. Y que, por tanto, exige mucho a las unidades de potencia.

También es un circuito con dos mitades muy diferenciadas. La primera es muy revirada, exige buenas frenadas, agarre a baja velocidad y buena tracción para salir de las curvas. La segunda parte presenta algunas curvas más rápidas, así como el interminable giro de 180 grados a derechas. Es imposible hacer que el coche sea perfecto para todas estas características, por lo que la carga aerodinámica en general que los equipos buscarán será equilibrada.

La entrada a la chicane que divide la recta trasera en dos crea una de las mejores oportunidades de adelantamiento del calendario, y en 2018 también quedó claro que hay posibilidades de adelantar en el primer sector. Por lo tanto, se necesita velocidad en recta para acercarse lo suficiente como para intentar el  movimiento en la frenada.

La superficie de la pista en sí misma es de agarre relativamente alto, y Pirelli la califica con un cuatro sobre cinco en ese sentido. Eso significa que los pilotos pueden trazar las curvas a alta velocidad, pero la tensión general en los neumáticos y las cargas laterales aquí deben hacer que la parte estratégica de la carrera sea interesante.

Ferrari SF90 side detail

Photo by: Giorgio Piola

Estas diferentes demandas hacen que haya algo para todos. Aquellos con acceso a las dos primeras curvas verán la salida y el primer y segundo giro de velocidad media rápida. De los giros 3 al 7 son más complicados y preparan a los coches para la legendaria recta Mistral, pero aquí puedes ver el impresionante giro y la increíble tracción de los coches actuales de F1, así como la velocidad que llevan incluso en curvas lentas.

Aquellos con visión de la chicane de las curvas 8 y 9 tienen la suerte de estar en uno de los mejores lugares para ver adelantamientos en todo el mundial de F1, y tienen garantizada la acción. La rápida curva 10 a derechas, la famosa Signes, es la más rápida del circuito y la velocidad con la que se llega y se hace la curva es ver para creer. La curva 11 requiere paciencia de los pilotos y ahí se ve la diferencia entre los buenos y los genios, los que saben exactamente cuándo dar potencia.

La sección final de media velocidad, desde la curva 12 a la curva 15, muestra a los coches de F1 en su mejor momento, y el complejo final de giros castiga incluso los errores más pequeños en el tiempo por vuelta.

Red Bull RB14 side pods, Spanish GP

Photo by: Giorgio Piola

Haas F1 Team VF-19 turning vanes

Photo by: Giorgio Piola

También habrá una avalancha de actualizaciones en los coches para el Gran Premio de Francia de este año. Los detalles más pequeños pueden marcar la diferencia en el Paul Ricard, como demostró Red Bull cuando introdujo una versión modificada de sus bargeboards en 2018. En la ilustración de Giorgio Piola puedes ver cómo reemplazaron lo que era un paquete de tres paletas verticales giratorias y una grande con una configuración de cinco más una, lo que les permitió mejorar.

En lo que va de temporada, Mercedes ha conquistado todo. Con un monoplaza W10 muy bueno en todos los tipos de curvas y una genial unidad de potencia, sus rivales tendrán dificultades para evitar que Lewis Hamilton y Valtteri Bottas vuelvan a ganar.

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