Después de lo que el propio Carlos Sainz definió como una buena salida, el madrileño comentó que se vio envuelto en un "embudo" en la primera curva, rodeado de muchos coches. Trató como pudo de gestionar el tráfico pero, en la curva 6, Kvyat perdió levemente el control de su Toro Rosso y se tocó con Sainz.

Por fuera iba el McLaren de Norris, al que también tocó Kvyat, haciéndole "volar". El monoplaza del ruso continuó sin problemas, pero eso empezó a arruinar la carrera a los del equipo británico, que acabaron sin puntos.

Norris abandonó por fiabilidad en la segunda mitad de la carrera y Sainz solo pudo ser 14º tras un adelantamiento a última hora al Alfa Romeo de Giovinazzi.

Sobre el accidente, Norris declaró: "Obviamente, Daniil le apretó un poco a Carlos. Debía haber sabido que yo iba por fuera a la izquierda de Carlos y un poco por delante. Casi lo consigo, pero el contacto entre Carlos y Kvyat, o Kvyat y Carlos, me acabó afectando. Diría que yo fui inocente".

Sobre la sanción de drive-through a Kvyat, Norris dijo: "Aún no lo vi, así que no puedo decir exactamente de quién fue la culpa, pero si los comisarios han dicho eso, es una lástima porque nos impidió lograr puntos a los dos coches, algo que era posible. Los toques nunca son buenos, y que un piloto arruine la carrera de los dos McLaren, tampoco".

Sainz, por su parte, pidió sangre fría: "Alguien en el pelotón se abrió demasiado y creó un poco de combate cuerpo a cuerpo, pongámoslo así. No pido castigos ni deseo sanciones para nadie. Solo pido un poco más de paciencia en la primera vuelta, la carrera era larga".

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