"Nosotros llevamos sin beber durante las carreras más de dos años"

Durante las primeras vueltas del GP de Hungría se escuchó una conversación entre Kimi Raikkonen y su ingeniero de carrera, en la que el finlandés avisaba de que no podía beber.

Ferrari había olvidado conectar el sistema que permite a los pilotos hidratarse durante las largas carreras y Raikkonen tenía que completar 70 vueltas en el caluroso Hungaroring sin poder beber, logrando pese a ello un meritorio tercer puesto.

Los periodistas británicos Bec Clandy y Wil Buxton elogiaron la carrera del campeón de 2007, recordando que había 33ºC en el ambiente, que llevaba mono, casco y ropa interior. Que la temperatura en pista era de casi 60ºC, y que lleva justo detrás un motor. “Y algunos dicen que no es un deporte”, ironizaba Buxton.

Ahí apareció Marcus Ericsson, piloto de Sauber, para revelar algo desconocido y sorprendente. Contestando al tuit del periodista, el sueco respondió: “Yo no he tenido un sistema de bebidas instalado en el coche durante más de dos años, incluido hoy. Pesa alrededor de 1,5 kg, así que decidimos no utilizarlo por el peso. Es solo una de las razones por las que todos los pilotos deberíamos ir con el mismo peso. Problemas de pilotos altos”.

Fueron muchas las reacciones que originó el la confesión de Ericsson, y el piloto aportó en otro tuit la clave para poder rendir en una larga prueba sin beber: "Bebe mucho antes de la carrera y luego asegúrate de entrenar duro y estar en la mejor forma para que seas lo suficientemente fuerte para aguantar".

El propio Ericsson dio los datos de Hungría y dijo que es una carrera en la que se pierde entre 2.5 y 3 kilos. "Generalmente se pierde menos", también advirtió.

Raikkonen, fiel a su estilo, restó importancia a lo ocurrido. "No lo fue realmente", dijo cuando se le preguntó si había sido muy exigente correr sin beber. "A veces es bueno tener algo de agua en la boca, un trago de vez en cuando. No ocurrió esta vez, pero no fue un gran problema", contestó.

La diferencia entre lo de Marcus y lo de Kimi es que el de Ferrari no lo tenía planeado, sino que fue un error del equipo, y por ello no se había preparado para pasar la carrera del domingo sin hidratarse. En cualquier caso, ambas cosas son admirables y quizás provoquen que la F1 se plantee cómo equilibrar la balanza para no perjudicar a los pilotos más alto y que, por tanto, pesan más.