Rossi: “Ducati ha demostrado creer en los pilotos de la Academy”

El anuncio de la alianza entre VR46 y el constructor de Borgo Panigale está programado inicialmente para el miércoles que viene, en la previa del Gran Premio de Holanda, y cuando también está previsto que se oficialice la renovación del vínculo entre Yamaha y Petronas.

El acuerdo tiene de entrada tres años de duración y recoge que Luca Marini dispondrá de una Desmosedici GP22 y su compañero, muy probablemente Marco Bezzecchi, uno de los prototipos de este año. Por más que se fantaseara con la posibilidad de que Valentino Rossi pudiera correr otro año con esa segunda moto de su propia estructura, todo está listo para que el #46 se despida definitivamente del certamen que le convirtió en leyenda, y en uno de las personalidades más influyentes del deporte. En su horizonte más cercano hay carreras de coches (GT), paso previo a las 24 Horas de Le Mans. Lo que no parece demasiado probable es que asuma las riendas de la formación que llevará sus siglas, al menos en el día a día, en el Mundial de MotoGP.

“Ducati ha demostrado creer mucho en los pilotos italianos de la Academy, pero es difícil que corra allí yo el próximo año”, convino Rossi este sábado, en Alemania, donde no pudo meterse en el grupo que se jugó la pole y donde este domingo saldrá el 16º, abriendo la sexta fila de la parrilla.

En su estado de forma actual, parece imposible que pelee por llevarse el triunfo en condiciones normales, algo que, en su opinión, sí está en posición de hacer Marc Márquez.

“Márquez va rápido; mañana estará allí. Creo que tiene muy buen ritmo y le veo muy competitivo”, puntualizó el multicampeón, que señaló a la naturaleza de las gomas traseras que entraron en escena en 2019, como un elemento decisivo para explicar su bajón.

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“En 2018 fui competitivo, y, aunque no pude llevarme el título, terminé el tercero. En 2019 las gomas traseras cambiaron, y a partir de entonces la puesta a punto de las motos también lo hizo. Yo siempre conduje con mucho apoyo detrás, pero a partir de este cambio tuvimos que comenzar a trabajar para tratar de cargar la goma trasera de forma mucho más suave. Eso hace que no pueda extraer lo mejor de mi pilotaje”, argumentó Rossi, cuyo mejor resultado este año es la décima plaza de Mugello, en una prueba marcada por la acumulación de caídas.