El español vuelve a la competición a sus 35 años después de tres temporadas desempeñando las labores de probador para la marca austríaca desde que colgó el mono a finales de 2018, tras 13 campañas en el Repsol Honda, equipo con el que logró tres subcampeonatos (2007, 2010 y 2012) y 31 victorias.

Desde que se incorporó a la estructura de pruebas de KTM, el papel de Pedrosa ha sido calificado como fundamental en el crecimiento de los prototipos de la marca de Mattighofen, que en 2020 (Brno) estrenaron su casillero de triunfos de la mano de Brad Binder, a los que después se unieron los de Miguel Oliveira (tres).

El deseo de KTM siempre fue que Pedrosa pudiera disputar algún gran premio para poder obtener su testimonio directo de las evoluciones de la moto, en condiciones de carrera.

A pesar de la negativa inicial del corredor de Castellar del Vallès (Barcelona), los ejecutivos del fabricante de las motos naranjas han logrado convencerle de lo contrario.

“Poco a poco hemos ido mejorando y ahora es interesante ver cómo evoluciona la moto en una coyuntura distinta a la de un test convencional, porque eso te da otra perspectiva. Mi objetivo será probar todas las mejoras incorporadas a lo largo de la carrera”, comenta Pedrosa en el comunicado oficial emitido por KTM este martes.

“Es difícil decir cuáles serán mis expectativas después de haber estado tanto tiempo alejado de las carreras. Puede que haga rápidamente un clic y me ponga en condiciones de competición, o puede que no, pero lo que voy a intentar es disfrutar el fin de semana tanto como pueda”, añade el catalán.

“Será muy interesante volver a ver a Dani en MotoGP. Ha permanecido alejado de las carreras durante un largo periodo de tiempo, pero será muy útil volver a tenerle dentro del garaje, en el Red Bull Ring, para evaluar los puntos más de la RC16 y los que no lo son tanto”, asegura, por su parte, Mike Leitner, team manager de KTM y ex jefe de mecánicos de Pedrosa.