Este fin de semana en Silverstone se ha hecho oficial el cambio de presidente de la International Racing Team Association (IRTA), una de las cuatro grandes organizaciones organizaciones que gestionan el campeonato del mundo de MotoGP, junto a FIM, Dorna y la MSMA, la asociación de constructores. Esta organización, que se creó en 1986 y que ha sido presidida por el francés Hervé Poncharal los últimos 20 años, perdió a su fundador, principal impulsor y CEO, el británico Mike Trimby, en septiembre de 2023 y, desde entonces, se venía hablando de un recambio en su presidencia, una maniobra que se ha consumado este fin de semana.

A partir de ahora, el ex piloto italiano Lucio Cecchinello, propietario del equipo LCR-Honda, asumirá el cargo junto al actual equipo de ejecutivos que gestionan la asociación que defiende los intereses de los equipos, gestiona el reparto del dinero de los derechos del campeonato y controla el cumplimiento del reglamento a través de sus técnicos.

Cecchinello ofreció este viernes, en Silverstone, una rueda de prensa para explicar sus primeras impresiones tras hacerse público su nombramiento.

Un nuevo cargo que, seguramente, intensificará la carga de trabajo que ya de por sí genera controlar un equipo de MotoGP.

"Sin duda, desde ayer he recibido muchas llamadas, solicitudes de reuniones y hay mucho por planificar", admitió el ex piloto. "Pero, como le he dicho a todo el mundo, este deporte me ha dado muchísimo durante todos estos años: experiencia, emociones, alegría, satisfacción y una buena forma de vida. Y creo que es justo devolver algo, porque cuando recibes tanto, también es bueno estar preparado para devolver".

Cecchinello es uno de los personajes más respetados del paddock de MotoGP, pero no será fácil sustituir a una figura como Hervé Poncharal.

"Hervé ha representado a IRTA durante muchísimos años y todo el mundo le tiene un respeto enorme por lo que ha hecho. Todo el mundo estaba bastante satisfecho con el trabajo de Hervé. Creo que lo que ha logrado es muy bueno y es difícil mejorarlo. Lo que sí me gustaría es mantener a la asociación como una organización realmente democrática. El presidente de IRTA actúa como presidente de las reuniones, en las que participan todos los team managers de MotoGP, dos representantes de Moto3, dos de Moto2 y un representante de los proveedores, como Michelin o Dunlop. Pero el presidente no tiene poder de decisión individual. Su función es repasar los puntos del orden del día, presentarlos y que todos puedan opinar antes de tomar una decisión colectiva", explica el italiano.

Uno de los puntos importantes como presidente de IRTA será la relación con el resto de estamentos que gestionan MotoGP.

"Si miras nuestra historia, tener a IRTA es muy valioso. Otros campeonatos no tienen algo parecido. En F1, la FIA controla prácticamente todo. Aquí, la FIM cumple un papel institucional, aporta ideas y reglamentos técnicos, pero al final todo se debate dentro de IRTA, la MSMA y Dorna. Luego, la Grand Prix Commission toma la decisión final. Si IRTA no existiera, todo dependería de la FIM, y con todos mis respetos, ellos no tienen el mismo conocimiento que los que estamos dentro. Por eso es esencial que IRTA siga siendo fuerte", zanja.

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