Marc Márquez está a un paso de su noveno título mundial. En un fin de semana que se le estaba complicando más de la cuenta en Motegi, con más problemas de los esperados y en mitad de una situación tensa como la de confirmar el regreso a lo más alto, se teorizaba con la posibilidad de que el español, tercero en la parrilla de salida, pudiera no arriesgar en la prueba corta de este sábado, habida cuenta del octavo lugar de su hermano Alex, principal rival por el título. Pero nada más lejos de la realidad.

Con cada vez mejores sensaciones, el #93 salió a por todas en la carrera al sprint, aunque de primeras perdió su tercer lugar de arrancada. Con un buen ritmo, le costó deshacerse de un correoso Joan Mir, pero tras un 'block and pass' de manual pasado el ecuador de la carrera, el de Cervera no tardó apenas en echarle el guante a Pedro Acosta. Así, rebasó al 'Tiburón de Mzarrón' para acabar segundo, detrás de un intocable Pecco Bagnaia.

Este resultado, unido a la décima posición de Alex Márquez, pone a Marc en una situación inmejorable. Con 191 puntos de margen en lo más alto de la general, será campeón si el #73 no le recorta 7 puntos el domingo, algo que se antoja casi imposible, y que se contempla si acaso Márquez cometiera un error.

Tras la carrera, Márquez comenzó analizando cuánto le costó rebasar a quienes tenía delante: "Ha sido bastante difícil, tenía a los dos pilotos más difíciles de adelantar delante, porque frenan muy fuerte. Cuando vi que se había ido Pecco decidí hacer mi carrera. Las sensaciones van mejorando. Mañana será una carrera larga, pero no podemos olvidar que nuestro objetivo principal este fin de semana es uno distinto".

Marc Márquez, Ducati

Foto de: Qian Jun / MB Media via Getty Images

Tras ello, el ilerdense comentó que no se la quiso jugar en la arrancada, aunque le sorprendió que Acosta le rebasara en el inicio, y elogió la actuación de su compañero de garaje: "Teníamos bastante margen. La salida no fue la mejor, porque fui a asegurar. No me esperaba la pasada de Acosta por fuera. Pecco hizo una grandísima carrera; nosotros, correcta".

Además, Márquez reconoció que el hecho de poder ser campeón ya está jugando un papel clave en un fin de semana difícil: "La situación pesa. Lo hemos sabido llevar durante todo el año, sobre todo el no querer cometer ningún error. Voy más rígido de lo normal, a ver si en el Warm Up pulo algunos aspectos de pilotaje y puedo ir un poco más suelto. La prioridad es sacar partido de esa primera bola de campeonato. Espero poder quitarme de encima este peso".

Para el domingo, el catalán buscará repetir Top 3, y olvidarse de que está a un último paso de su novena corona mundialista: "El objetivo para la carrera será terminar en el podio. Tengo que olvidarme de lo que hay en juego y centrarme en pilotar, que es lo que sé hacer. Es extraño, porque cuando eres más joven no te das cuenta de la presión y piensas que no pasa nada, que habrá más oportunidades. Pero esta vez quiero cerrarlo ya", concluyó.