La carrera del Gran Premio de Australia fue señalada con bandera roja por tercera y última vez en la vuelta 57 de 58 tras una caótica resalida en parado con varios accidentes, lo que provocó un nuevo retraso de 30 minutos para decidir cómo terminaría la tercera prueba del curso.

A falta de una vuelta, el coche de seguridad encabezó a todos los coches que todavía quedaban en la pista y cruzaron la línea de meta en el mismo orden de la reanudación anterior, lo que terminó provocando un final de carrera anticlimático y supuso un duro golpe para los pilotos que no consiguieron sobrevivir a los incidentes de esa vuelta que fue declarada como inválida.

Pierre Gasly, de Alpine, que fue uno de los pilotos que se vio obligado a abandonar tras esa última resalida debido a un accidente con su compañero de equipo, Esteban Ocon, se mostró furioso al hablar con los medios de comunicación después de ver cómo el resto de pilotos finalizaban la carrera detrás del Safety Car con las posiciones que había antes de su incidente.

Al final, desde dirección de carrera siguieron el reglamento al pie de la letra y eso generó preguntas sobre si las propias normas debían ser revisadas para evitar que se repita lo de Albert Park.

Para Szafnauer, director de equipo en Alpine, que vio cómo sus dos pilotos se quedaban sin poder sumar puntos tras su colisión, dijo que las reglas "están bien como están", ya que es imposible prever todos los escenarios posibles en una carrera.

"En esa situación, si dices: 'Vale, bueno, cambiemos el reglamento, porque habría ayudado', habrá otras situaciones en las que ocurra justo lo contrario", dijo Szafnauer.

"Las reglas son las que son, y sean las que sean, no puedes cambiarlas en carrera. Después de la temporada, si miras atrás, será un 50% - 50%, porque tendremos tantos escenarios distintos a lo largo de un mismo año que en un momento dado ayudará y en otro no".

"Podemos tener muchos escenarios diferentes... entonces tienes que establecer las reglas al principio y luego ceñirte a ellas, sea lo que sea que suceda. Ahora bien, si queremos revisarlas después de todo, también está bien, que lo hagan los directores deportivos", añadió.

Luego bromeó: "Si vamos a cambiar las reglas, yo las cambiaría y habría sido una carrera a 55 vueltas. Eso es lo que yo haría", ya que ambos Alpine estaban en los puntos en ese momento.

Cuando se le preguntó si Alpine presionó a la FIA para que la carrera terminara sin completar esa última vuelta detrás del coche de seguridad, Szafnauer lo reconoció: "Por supuesto, definitivamente presionamos a los comisarios porque hubiéramos terminado ahí arriba".

"La segunda línea del coche de seguridad estaba antes de la curva 1, así que Pierre probablemente habría sido cuarto o algo así. Así que sí, seguro que les pedimos que lo hicieran, porque en ese momento no estábamos seguros de lo que iba a pasar".

"Pero creo que tomaron la decisión correcta. Esas son las reglas, así que tienes que aceptaras", dijo para finalizar el director de la estructura francesa.

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