Después de desaprovechar el que posiblemente fue el mejor monoplaza de Ferrari desde el inicio de la era híbrida en 2014, un F1-75 que arrancó la pasada temporada como la referencia pero poco a poco se vio superado y casi aplastado por el Red Bull RB18, en Maranello centraron todos sus objetivos en el coche de 2023.

Dicho SF-23 parece no haber cumplido con las expectativas y es que las malas sensaciones que ya se transmitieron en los test de pretemporada se convirtieron en una realidad en el Gran Premio de Bahrein, donde en clasificación no estuvieron demasiado lejos de Red Bull, pero que en carrera llegaron a perder hasta un segundo por vuelta en algunas ocasiones, sin contar el problema de fiabilidad que provocó el abandono de Charles Leclerc.

Si bien el rendimiento del coche en sí mismo ya fue suficiente decepción para el equipo italiano, el fin de semana de Sakhir los ingenieros y mecánicos de la Scuderia descubrieron otro problema importante que ya parecía haberse olvidado a finales del curso pasado.

"No era el tipo de porpoising que vimos el año pasado, pero el coche rebotó, eso es así. Fue algo desconcertante, porque obviamente pone bastante nervioso al piloto, así que también lo vimos en sus reacciones", dijo el piloto de pruebas de Ferrari, Marc Gené, al podcast F1 Nation.

Además de los rebotes, Ferrari también sufrió sus ya habituales problemas con el desgaste de los neumáticos, y según el español, eso no reflejó lo que vieron en las pruebas de pretemporada.

"Para nosotros, un puesto en el podio hubiera sido un muy buen resultado. Desafortunadamente, no fue así, pero antes de la carrera teníamos muy buenas sensaciones. En algunos momentos, incluso con los blandos, que pensamos que eran los más débiles, Charles fue muy competitivo".

"Luego cuando pusimos los duros, que esperábamos ser todavía más rápidos, nos dimos cuenta de que no estábamos en ninguna parte. Lo que vimos en los test de pretemporada en cuanto a neumáticos, no lo vimos en la carrera". 

"Apuntábamos al podio y creo que Charles lo habría logrado, no de manera fácil, pero habría tenido el ritmo para ello, así que fue una gran decepción que tanto él como Carlos se lo perdieran", concluyó Marc Gené.

Si bien todavía es demasiado pronto, tras el Gran Premio de Bahrein, Ferrari ocupa la cuarta posición en el campeonato de constructores, por detrás de Red Bull, Mercedes y Aston Martin, por lo que tendrá que ponerse las pilas en las próximas rondas, ya que este año el subcampeonato podría costar mucho más caro que en 2022, sobre todo tras el sorprendente salto cualitativo de los de Silverstone, con Fernando Alonso al volante en un estado de forma envidiable a sus 41 años. 

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