Por qué Mercedes no cambió el concepto de su F1 en invierno

Después de la decepcionante temporada 2022 de Fórmula 1, la presentación de su nuevo coche en Silverstone pudo haber sido una sorpresa para muchos. Cuando se desveló el W14, los focos se centraron en el concepto continuista 'sin pontones' con algunos cambios.

Si bien durante el pasado curso aseguraron que cambiarían de rumbo, finalmente no sucedió. Para entender toda la historia, primero tenemos que volver al día de la presentación del coche. En ella, Wolff reveló: "Creemos en la ciencia y este es el mejor concepto según nuestros datos".

Precisamente porque Mercedes se encabezonó en perseguir esos números, quiso darlo todo una vez más para que el diseño sin pontones fuera todo un éxito. "El W13 tenía mucho más potencial que nunca fuimos capaces de sacar. Nunca conseguimos la cantidad de carga aerodinámica que el coche podía generar".

Eso nos lleva al quid de la cuestión. En 2022, Mercedes nunca consiguió los objetivos sobre el asfalto y las cifras que con facilidad recibían del simulador y del túnel de viento. Como resultado, el equipo sabía que el concepto tenía mucho más potencial. Para 2023, la dirección estaba muy clara: sacar todo ese rendimiento que había escondido. Así, fueron a por un último intento más de convertir su propia filosofía en un éxito, basándose en la creencia de que así superarían a sus competidores.

Sin embargo, el GP de Bahrein fue un duro golpe para ese pensamiento: "Esta vez sí cumplimos con todos nuestros propios objetivos", dijo un Wolff que reconoció que ahora sí se habían acercado al techo del potencial de ese concepto.

La decepción cuando vieron que su ritmo volvía a ser insuficiente durante el primer fin de semana de carreras de 2023 fue todavía mayor: "Puedes estar muy satisfecho con tu propio invierno, pero la F1 es un deporte relativo. Al final, el cronómetro arranca y simplemente demostró que no éramos lo suficientemente rápidos. No tenemos suficiente carga aerodinámica y ahora tenemos que ver y encontrar otra forma para dar ese salto adelante".

Eso explica por qué Mercedes no estaba dispuesta a abandonar el concepto el año pasado, pero sí ahora. El equipo creía al 100% que el W14 sería un coche competitivo si lograban cumplir con sus propios objetivos, y si bien eso último ha sucedido, los rivales siguen estando muy por delante.

"Hemos visto que este concepto tampoco nos va a hacer ser competitivos a largo plazo. En invierno volvimos a darlo todo, pero ahora que eso no está siendo suficiente, tenemos que dejar de ser dogmáticos. Nada es sagrado, tenemos que ver qué dirección de desarrollo tomamos", dijo el austriaco que dirije al equipo de la estrella desde hace más de una década.

¿Es Aston Martin ahora el modelo a seguir para Mercedes en la F1?

Las preguntas ahora son claras. En primer lugar, ¿cómo de radicales serán los cambios? Se dice que Mercedes ya tiene preparada una nueva actualización con una ganancia, según ellos, de unas dos décimas por vuelta. Eso seguiría sin ser suficiente para competir con Red Bull, lo que obviamente significa que las cosas tienen que ser estructuralmente diferentes. Eso nos lleva a la segunda y tercera pregunta: ¿en qué plazo se puede hacer algo así y cuánto dinero costará? Lo último, teniendo en cuenta el límite de gastos, es más vital que nunca.

A la hora de adoptar un nuevo diseño, la principal referencia es Red Bull. Se espera que el Mercedes se parezca cada vez más al Red Bull a lo largo de este año. Así pues, ahora mismo se pueden diferenciar tres conceptos en el pit lane: la filosofía de Red Bull, Ferrari y el Mercedes actual. 

Teniendo en cuenta que el del equipo alemán desaparecerá y muchos equipos ya se fijaron en el de Red Bull el pasado invierno, como por ejemplo Aston Martin, aunque hay que destacar que el coche de Fernando Alonso y Lance Stroll también tiene algunos aspectos similares al Ferrari y al Alpine.

El equipo cliente con sede en Silverstone servirá así de ejemplo para Mercedes, según reconoció el propio Wolff: "Han encontrado dos segundos en seis meses. Y eso que utilizan la mitad de nuestro coche si nos fijamos en el motor, la caja de cambios y la suspensión trasera. Utilizan el mismo túnel de viento, así que hay muchos paralelismos. Tenemos que admitir que han hecho un gran trabajo". 

Así que la moraleja de la historia es que Mercedes por fin se ha dado cuenta de dónde están los puntos débiles y, lo que quizá sea más importante, que las internamente también están más preparados para el cambio. Ahora sólo queda ponerlo en práctica y ver los resultados...