El Gran Premio de Estados Unidos 2017 no dejó indiferente a nadie.

Hubo espectáculo dentro y fuera de la pista, no hubo tetracampeón (todavía) de pilotos pero sí de constructores, y se dieron sanciones que emborronaron lo vivido sobre el asfalto.

Lewis Hamilton ganó y tiene casi hecho coronarse en México el próximo domingo. No pudo evitarlo un combativo Vettel que subió al podio pero que se queda sin opciones. Y les acompañó en el podio un Raikkonen que cruzó la línea de meta en cuarta posición y que luego se encontró con la tercera plaza con la inconsistencia de los comisarios.

Se la quitaron a Verstappen, que remontó desde el 16º puesto y brindó una gran carrera. Como la que hizo Sainz en su debut con Renault (se ganó el elogio de todos) o Fernando Alonso hasta que una nueva avería de motor le dejó fuera.

Un fin de semana que se tiñó de rosa por una noble causa a la que seguirán otras. Mira quiénes son nuestros protagonistas, y recuerda que salvo el '0', toda puntuación (incluidos el 4, 3, 2 y 1) son en positivo.

¿Qué fue lo mejor y lo peor de la carrera del GP de Estados Unidos 2017?

Tetracampeonato de constructores para Mercedes, que pronto celebrará también el de pilotos. Arrancaron con cierta ventaja la era híbrida y han sabido explotarlo hasta parecer (y ser, de momento) invencibles. Más allá de su rendimiento, que es algo que llevamos viendo desde 2014, llama la atención que en esta segunda mitad de año, cuando se juegan las cartas, no hayan sufrido los problemas que sí han afectado a Ferrari y Red Bull. Fiabilidad total y las vitrinas siguen llenándose. ¿Dónde está su límite?

Remontó desde la 16ª plaza hasta la 3ª y no subió al podio porque castigaron en él lo que en otros habían ignorado. Aunque luego 'rajó', su reacción en la sala de pre podio fue elegante y madura. Sigue mostrando que es un piloto único, y su renovación con Red Bull es una jugada maestra para equipo y para Max, que cuando acabe contrato tendrá solo 23 años y podrá ir donde quiera. Cuando el motor Renault no le falla, él tampoco lo hace. Bravo por él, merecido 'piloto del día'.

Cambiar de equipo y completar un fin de semana así no está al alcance de muchos. Sainz pasó con nota su primer examen en Renault y nos dejó con ganas de mucho más y con el deseo de que 2018 llegue pronto. Hulkenberg se quedó tirado por la fiabilidad y el madrileño llevó los puntos a casa. Están a 20 puntos de Williams y parece que van muy justos de tiempo, pero con Sainz será posible. Gran actuación.

No fue matemáticamente tetracampeón en Austin pero lo será muy pronto. El inglés aprovecha el monoplaza que tiene y demuestra un talento maravilloso. Su adelantamiento a Vettel fue de los que demuestran que es merecido ganador del título 2017, y sus rivales ya deben ir pensando planes para frenarle en un 2018 en el que se plantea igualar a Juan Manuel Fangio.

Se coló entre los Mercedes en la clasificación con un coche inferior y robó el liderato a Hamilton en la salida. Luego, como dice el propio Lewis, no se defendió tan duro como se esperaba, pero Sebastian sabía que no tenía el rendimiento con el que sí que contaba su rival. Va a luchar hasta que ya no sea posible, previsiblemente el próximo fin de semana en México, pero durante este curso ha brindado (con sus errores incluidos) un gran duelo con Lewis que ha dado emoción a la temporada.

Camisetas, calzado, guantes, bardgeboards, gorras, carteles, las líneas del pitlane... todo se volvió rosa este fin de semana en Austin, en apoyo a las guerreras que luchan día a día contra el cáncer de mama. Nos encanta esta cara de la F1, que ya ha anunciado que seguirán con propuestas sociales (puedes encontrar el link con la información en la parte superior). Es muy bueno para una categoría ciertamente elitista, que parecía cerrada y de espaldas al mundo, acercarse a la gente y apoyar batallas que merecen mil manos.

Force India sigue instalado en los puntos y sus pilotos siguen destacando. Esta vez fue Ocon el que se llevó el premio mayor. Su compañero pidió que le dejaran adelantarle y Ocon acabó no solo delante de Pérez sino también de Sainz. Ojalá además de McLaren y Renault ellos den otro paso adelante en 2018, porque suelen animar cada carrera. A falta de tres grandes premios son casi matemáticamente quintos en el campeonato de constructores.

Un nuevo abandono por motor le volvió a robar puntos que se había ganado en pista. Una gran clasificación y gran carrera (hasta el problema mecánico) para celebrar una renovación que llegó tras aceptar la opción más esperanzadora que tenía disponible. McLaren-Renault para 2018 suena bien y tener a Fernando Alonso en parrilla en un coche que se espera competitivo es la mejor noticia posible para la Fórmula 1. Paciencia, Fer, solo te quedan tres carreras con esa unidad de potencia que tanto te ha lastrado. El año que viene está a la vuelta de la esquina.

Habrá quien diga que eso no es Fórmula 1 y que el showtime es para otros deportes, pero la presentación de los pilotos en el GP de Estados Unidos (con el ilustre speaker Michael Buffer) nos pareció genial. Mientras sigue buscando la fórmula de ser el mejor espectáculo en pista, la F1 sigue mimando aspectos fuera del asfalto que le van devolviendo el brillo perdido como máxima categoría del automovilismo. Contaron, eso sí, con la ayuda del país que mejor interpreta y lleva a cabo el show que rodea a los deportes.

El GP de Estados Unidos olía a despedida de Daniil Kvyat, que renovó pero parece, por actos del equipo y palabras suyas, más fuera que dentro. Aún puede aferrarse a la opción de que Hartley no convenza y junto a Gasly no haya más pilotos con superlicencia apetecibles para Toro Rosso. Sea como sea, y se vaya o no, acabó décimo y sumó un punto.

La buena carrera que vimos en Austin quedó manchada con la sanción que bajó a Verstappen del podio. Es erróneo caer en la manipulación e hipocresía de ciertas capturas de pantalla, pues no en cada salida de pista se saca ventaja. Pero sí hubo pilotos que ganaron tanto o más que Verstappen y no fueron sancionados. No, la FIA no ayuda a Ferrari, simplemente la FIA no tiene un juicio consistente y aunque creyó dejar claro a equipos y pilotos qué se podía y qué no se podía hacer, son ellos quienes no lo terminan de entender.

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