Las complicadas negociaciones detrás de la marcha de Pérez de Red Bull
La salida de Sergio Pérez de Red Bull se hizo pública después de llegar a un acuerdo entre ambas partes. Estas fueron las complicaciones para Red Bull.
Estaba bastante claro desde hace tiempo que Sergio Pérez no formaría parte del futuro de Red Bull en la Fórmula 1 tras su temporada 2024. Sin embargo, lo que no era tan obvio era exactamente cómo se desarrollaría la separación debido a las complicaciones causadas por tener un contrato en firme para los próximos años.
En junio, la escudería austriaca decidió prolongar su acuerdo con el mexicano para 2025 y 2026, y como el responsable del conjunto, Christian Horner, admitió a principios de diciembre sobre la decisión: "Optamos por adelantarnos, lo que no funcionó, así es la vida a veces".
No obstante, una vez comprometidos, no había forma de que en Milton Keynes cambiaran de opinión y decidieran que preferían hacer algo diferente. En el mundo de las grandes fortunas del Gran Circo, los pilotos y sus managers no aceptan simplemente romper contratos multimillonarios y marcharse sin que se ponga sobre la mesa algún tipo de acuerdo.
Y una de las principales armas con las que contaba Sergio Pérez era su representante, Julián Jakobi, muy conocido por sus duros regateos y haber trabajado con pilotos de la talla de Ayrton Senna, Alain Prost y Jacques Villeneuve a lo largo de su dilatada trayectoria.
Red Bull era muy consciente de la situación contractual en las últimas partes de la temporada, cuando estaba claro por motivos de rendimiento que querían hacer un cambio, pero también entendían que había otros factores que enturbiaban la situación. Sabían que necesitaban que el mexicano cediera terreno ante la realidad en la que se encontraba, y lograr el resultado deseado nunca iba a ser sencillo, porque cuando se trata de llegar a un acuerdo para poner fin a un contrato, hay un juego en las dos partes.
Si sabes que la otra quiere deshacerse de ti, lo mejor es dejar claro una y otra vez que tienes toda la intención de llegar a un acuerdo. Eso ocurre una y otra vez cuando la gente sabe que existe la posibilidad de que la destituyan, así que se atrincheran, como ocurrió en otra ocasión con el que fuera director de Aston Martin en el Gran Premio de Sao Paulo 2021, con un Otmar Szafnauer que tenía los días contados y se le vinculó a Alpine.
En una rueda de prensa celebrada ese fin de semana, cuando se le preguntó por su futuro, su postura fue desafiante, pero concreta en sus palabras: "Llevo doce años en el equipo, no tengo intención de irme".
Dos meses más tarde, su marcha se confirmó con la puesta en escena de una serie de salidas de la escudería. Jugar duro con la finalización de un contrato significa que, una vez que los abogados entran en acción, pueden argumentar que cualquier movimiento para rescindir el acuerdo tiene que compensarse con la mayor indemnización posible.
Si dejas escapar que estás abierto a un acuerdo, o que estás pensando en marcharte de todos modos, entonces se debilita tu mano en las negociaciones. Esa fue la batalla que parecía estar jugándose en las últimas partes de la temporada, ya que Sergio Pérez, consciente de que todo estaba sellado para él, profundizó cada vez más en su determinación de correr con Red Bull y confirmar su convicción de que permanecería en la escudería.
En el Gran Premio de Abu Dhabi dijo: "Nada ha cambiado desde antes en términos de lo que he dicho para todo el año, tengo contrato para el año que viene y pilotaré para Red Bull la próxima temporada".
En Milton Keynes también sabían que no podían simplemente deshacerse del mexicano por capricho, ya que la Junta de Reconocimiento de Contratos de la Fórmula 1 quizá habría intervenido si hubiera algún incumplimiento de lo firmado. Eso significaba que había que llegar a un acuerdo, por lo que los austriacos siempre estuvieron dispuestos a que Sergio Pérez aceptara que había que negociar una salida.
Ya en el Gran Premio de Qatar, el director del conjunto, Christian Horner, habló de que su piloto asumiera por sí mismo que las cosas no estaban funcionando: "No es una situación agradable para 'Checo' [Pérez] estar en esa posición con especulaciones cada semana, es lo suficientemente mayor y sabio para saber cuál es la situación, y vamos a ver dónde estamos después del Gran Premio de Abu Dhabi".
Una vez que los accionistas de Red Bull acordaron en una reunión durante la jornada del lunes en Dubai que no podían continuar con el mexicano, la cuestión se convirtió entonces en llegar a un acuerdo. Y como reveló el propio Christian Horner, cuando él y Sergio Pérez se sentaron para discutir sobre el asunto, hubo una aceptación por parte de ambos de que sus futuros no estarían juntos.
"Él reflexionó después de la temporada, y nos sentamos y discutimos la semana pasada sobre cuáles eran los próximos pasos. Decidió que iba a tomarse un tiempo sabático de la Fórmula 1, y que seguiría vinculado a la marca y al equipo, pero que dejaría de pilotar en el futuro", indicó a Sky Sports F1. "Fue triste verle dejar la escudería, pero es tiempo para él de pasar tiempo con su joven familia y reflexionar sobre lo que quiere hacer en el futuro".
En última instancia, se trataba de poner los puntos sobre las íes. Mientras que la Fórmula 1 es una categoría en la que la obsesión son las milésimas, cuando se trata de contratos, abogados y directos, se mueve a un ritmo más lento.
Hay inevitables vaivenes sobre cláusulas, aclaraciones sobre lo que debe y no incluirse en las negociaciones y, por supuesto, la cuestión más importante de todas, la compensación económica. Eso explica los retrasos para llegar a donde finalmente llegamos, y parece que todo eso se estuvo jugando hasta la última hora antes de que Sergio Pérez finalmente decidiera hacer pública la noticia de su marcha.
Los detalles de lo que finalmente se acordó con Red Bull son algo que solo ellos sabrán, pero es bastante notable que al final la primera confirmación sobre el fin de la relación vino del propio mexicano. Se presentó como una decisión del piloto, con una publicación en la que se podía leer "un mensaje de Checo", y muy rápidamente se hizo referencia a "un acuerdo para separarse" que se alcanzó entre ambas partes.
Es la delgada línea que separa el salto de la presión, aunque el resultado es el mismo. Sin embargo, el punto de partida es muy diferente cuando intervienen los abogados, y para Sergio Pérez puede que todo le deje al margen de la parrilla de 2025, pero al menos se llevará un buen sueldo mientras reflexiona sobre sus próximos pasos en la competición.
Y para Red Bull, puede que al final el acuerdo haya supuesto un gasto, pero esperarán que lo que tuvieron que pagar, y las posibles pérdidas en dinero del patrocinio que aportaba el mexicano se compensen por tener mejores oportunidades en la lucha por el campeonato de constructores de la próxima campaña en la Fórmula 1.
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