El Gran Premio de Austria de 2002 no sólo es una de las carreras más polémicas de la historia de Rubens Barrichello, sino también de la propia Fórmula 1. En ella, el piloto brasileño dejó que su compañero de equipo, Michael Schumacher, le adelantara justo antes de cruzar la línea de meta, mientras en Brasil Cléber Machado, el narrador de la cadena de televisión que daba la F1, Globo, pronunció una de las frases más famosas de la televisión de su país: "Hoy no, hoy no... hoy sí".
Para promocionar la película Escuadrón 6, Netflix llamó a Rubinho para un vídeo en el que "borraba" esa carrera de su pasado.
El actual piloto de Stock Car simplemente quemó el trofeo del segundo puesto de esa carrera, después de dar él mismo su "¡Hoy sí!".
Hablando de ese episodio en el podcast oficial de la Fórmula 1, Beyond the Grid, Barrichello respondió a las críticas de sus compatriotas.
“De alguna forma hay mucha historia sobre Austria, es algo de lo que puedo hablar. En Brasil se burlaban del piloto brasileño que 'aflojó', que 'soltó el acelerador', que si 'yo no lo haría'… la gente dice 'yo nunca lo habría hecho”.
“Yo pregunto, ¿cómo son capaces de saber que no lo habrían hecho si no escucharon lo que yo escuché (vía radio)? Es lo que yo le digo a la gente en Brasil. No digo que el 100%, pero si el 99% de la población habría hecho lo mismo que yo en esa situación. Acababa de firmar un contrato por dos años más, no sabía lo que venía, no sabía qué decir. Era muy duro, muy difícil no haberlo hecho”.
Sin embargo, Barrichello también recordó que Ferrari incumplió su palabra dada apenas un año antes en la misma carrera.
“David Coulthard ganó la carrera en Austria en 2001, yo iba segundo, Michael tercero y me pidieron cambiar posiciones y después de la carrera, yo fui a hablarles y les pregunté ‘¿qué habría pasado si yo fuese liderando la carrera?’. Ellos me respondieron ‘si fueses liderando, no te pediríamos eso’.
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En el día del tricampeonato de Ayrton Senna, un trato entre el jefe de McLaren, Ron Dennis, y el brasileño, le hizo abdicar de la victoria para darle a su compañero Gerhard Berger su primer triunfo en McLaren en la línea de llegada de aquella prueba.
Después de ver a Riccardo Patrese pasando por delante en la salida y a Nigel Mansell presionando para recuperar el primer puesto, Williams –con miedo de un posible rifirrafe de los dos en la pista mojada– dio la orden para que el italiano dejara pasar al británico en la vuelta 18 .
El estreno de Jacques Villeneuve en la Fórmula 1 dio lo que hablar. Superó a su más experimentado compañero Damon Hill en la clasificación y lideró la carrera prácticamente de principio a fin, soportando la presión del británico. Sin embargo, con una fuga de aceite en las últimas vueltas, su coche perdió potencia. Para evitar la pelea de sus pilotos, Williams ordenó que Hill, con su monoplaza sin aceite, superase a Villeneuve y ganara.
En una de las carreras de su vida, Eddie Irvine fue una herramienta crucial para la victoria de Michael Schumacher en Suzuka en 1997. El norirlandés abrió fuego contra Villeneuve al inicio de la carrera, poniéndose en cabeza. Y cuando Schumacher se colocó segundo, ralentizó deliberadamente, dejando pasar al alemán y parando al compañero de Villeneuve, Heinz-Harald Frentzen, que atacaba a Schumacher.
Después de entender que debía hacer un pit stop, Mika Hakkinen –que lideraba la carrera desde el principio– entró en boxes y dejó en bandeja el primer lugar a su compañero David Coulthard, que tuvo que cederle de nuevo la posición.
Querían luchar contra McLaren por el título después de que Schumacher se rompiera la pierna en Silverstone y Ferrari se encontró con su sustituto, el finlandés Mika Salo, al frente en Hockenheim. Sin embargo, con Eddie Irvine disputando el campeonato contra Mika Hakkinen (que abandonó), el equipo pidió que Salo lo dejara ganar.
En ese año, Irvine fue ayudado por Michael Schumacher en su vuelta a las pistas tras romperse la pierna, en el primer GP de Malasia de la historia. El alemán dejó pasar dos veces al norirlandés y detuvo con maestría al rival de ambos, Mika Hakkinen. No sirvió de nada al final, ya que el finlandés fue campeón en la siguiente carrera por dos puntos sobre Eddie.
En la sexta carrera de la temporada 2002, Ferrari dio la famosa orden para que Rubens Barrichello, que dominó ese fin de semana y sólo tenía una victoria en la F1, dejara a Michael Schumacher pasar para aumentar su diferencia en el campeonato. La orden fue mal recibida por los fans, que abuchearon al equipo. Schumacher fue el campeón en 2002 en el mes de julio, con seis carreras de antelación.
En la penúltima carrera de 2002, Michael Schumacher venía liderando y devolvió la victoria a Barrichello. Después de la prueba, Schumacher dijo que quería que los dos cruzaran al mismo tiempo, pero que estaba feliz por la victoria del brasileño. La diferencia fue de 0,011 segundos.
La última gran orden de equipo que cambió el liderazgo de una carrera se produjo en Hockenheim 2010. Felipe Massa, exactamente un año después de sufrir el terrible accidente en los entrenamientos para el GP de Hungría, tenía su oportunidad en el GP de Alemania. Pasó de ser tercero a colocarse en cabeza en la salida y se vio presionado por su compañero Fernando Alonso. El español pidió vía radio ganar la carrera y Ferrari transmitió el famoso mensaje codificado 'Fernando es más rápido que tú. ¿Puedes confirmar que entendiste el mensaje?'.
A pesar de que Hamilton tenía el título muy encarrilado, Mercedes le pidió al líder de la carrera, Valtteri Bottas, que dejase pasar a su compañero a mitad del GP de Rusia, poniendo como excusa una ampolla en la rueda trasera izquierda del inglés y el riesgo que había de que su rival en el mundial, Vettel, le pasara. Hamilton aseguró que él no había pedido esa orden, pero la aprovechó.