Alfa Romeo F1 llevará una decoración especial en el GP de Canadá

Este fin de semana, la F1 volverá a la acción con el GP de Canadá, una de las citas más clásicas del actual calendario. Para Alfa Romeo, que parece ir mejor en circuitos más revirados, será una gran oportunidad para intentar sumar puntos y empezar a cambiar su dinámica tras un inicio de temporada que esperaban que fuese más positivo.

No es ningún secreto que las primeras carreras del curso no han estado a la altura de lo que decían las expectativas antes de llegar a la primera prueba en Bahrein, sobre todo tras un cambio de filosofía que, desde su punto de vista, debía garantizar ventajas significativas al corregir las principales debilidades del monoplaza de 2022.

Pero actualmente, el equipo suizo ocupa la octava posición en el campeonato de constructores y tiene los mismos puntos que Haas F1 Team (que es séptimo), ocho unidades de las cuales cuatro cayeron en el casillero de Valtteri Bottas y otras cuatro en el de Guanyu Zhou.

Sin embargo, más allá de lo deportivo, el Gran Premio de Canadá tendrá un significado muy especial para Alfa Romeo, una marca que tiene una gran conexión con el mundo de las carreras. Este deporte se basa en encontrar el límite, empujar los límites de lo que es posible. Eso es lo que nos levanta por la mañana, lo que alimenta cada pensamiento de tantos pilotos, ingenieros, aficionados y demás.

Las carreras han estado arraigadas al espíritu de Alfa Romeo desde el inicio de su historia en 1910. Los coches de la marca siempre han encarnado el espíritu de la noble proeza deportiva italiana, tanto en la pista como en la carretera: un espíritu con el que han conseguido victorias, torfeos, premiso, récords y una cierta actitud deportiva incluso fuera de la pista.

Ningún símbolo puede representar mejor la herencia deportiva de Alfa Romeo que el Quadrifoglio, el trébol de cuatro hojas que aún hoy destaca en los automóviles de alta gama de la marca italiana.

Un símbolo que nació hace 100 años, durante la Targa Florio de 1923, cuando Ugo Sivocci pintó por primera vez ese amuleto de la suerte en su coche y ganó. Desde entonces, el trébol de la suerte es sinónimo de Alfa Romeo en el mundo de la competición y sigue presente en el C43.

Para celebrar ese hito y rendir el mejor homenaje al siglo de historia que representa el Quadrifoglio, en el Circuit Gilles-Villeneuve los F1 de Alfa Romeo lucirán una edición especial de dicho logotipo, enmarcado en un triángulo dorado sobre el capó. Un pequeño gesto para rendir homenaje a la historia, el patrimonio y la pasión que encarna un símbolo tan especial.

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