Ferrari confirma la rotura del motor de Charles Leclerc

Los problemas del equipo Ferrari comenzaron en el Gran Premio de Emilia-Romaña, donde Carlos Sainz se quedó atrapado en la grava en la primera curva de la carrera y Charles Leclerc cometió un error persiguiendo a Sergio Pérez cuando tenía un podio casi asegurado. Desde entonces, los italianos no han levantado cabeza, y es que Red Bull ha conseguido cerrar la brecha en los dos mundiales para colocarse primeros con cinco victorias consecutivas.

La mala suerte se cebó especialmente con el piloto monegasco, y es que cuando estaba liderando en dos grandes premios, en el de España y en el de Azerbaiyán, se vio obligado a abandonar por sendos problemas mecánicos en su unidad de potencia. Estas averías costaron 50 puntos en total, aunque en realidad son más, ya que no solo no sumaron, sino que esos triunfos fueron a parar a manos de Max Verstappen, quien ahora lidera la clasificación con 34 puntos de ventaja sobre Leclerc.

Ferrari ha tenido que analizar la situación, y antes de que salieran a rodar en la novena cita de la temporada 2022, el Gran Premio de Canadá, emitieron un comunicado en el que anunciaban la peor de las noticias para el piloto de Mónaco: "Se confirma que el motor de Charles [Leclerc] se rompió en Bakú".

"Entre las diversas hipótesis se encuentra la de que podría ser un daño del problema que apareció en España, por lo que sería una avería indirecta. Sin embargo, estamos trabajando en las medidas para que el proyecto sea más sólido y la situación esté controlada", indicaron desde el box de Maranello.

Así pues, el equipo más laureado de la historia deberá decidir lo que hacen en Canadá, si montar una nueva unidad de potencia en el monoplaza del monegasco o regresar al propulsor y los elementos que estrenaron a principios de año. Si escogen la primera de las opciones, tendrán que afrontar una penalización en parrilla para la carrera del domingo porque superarían el límite máximo de componentes permitidos por la FIA, y si toman el segundo camino, estarán en desventaja respecto a sus rivales porque tendrían unas piezas con mayor kilometraje, además de que son las que usan en los entrenamientos libres.

La pelota está en el tejado de Ferrari y de Charles Leclerc, y deberán actuar rápido si no quieren que la lucha por el mundial se quede descafeinada, porque de lo contrario, será otro año en blanco para los de Maranello, que no suman un título desde el de constructores en el 2008, cuando aún estaban Kimi Raikkonen y Felipe Massa en sus filas.