El piloto italiano de Yamaha acumula ya 12 grandes premios sin subir al podio, algo que no logra desde Austin, la tercera ronda de la temporada. Sin embargo, tras el verano, Valentino estuvo muy cerca de lograrlo, acabando cuarto en Austria, Gran Bretaña y la República de San Marino, tres fines de semana en los que se habló de clara mejora de la Yamaha.

Pero esa inercia positiva terminó en Aragón, donde Rossi terminó octavo, el mismo resultado que consiguió hace dos semanas en Tailandia, unas prestaciones que preocupan al italiano, que buscará, de cara al Gran Premio de Japón, cambios para recuperar las buenas sensaciones.

“Durante estas próximas tres carreras consecutivas intentaremos resolver algunos de nuestros problemas con la moto”, explicaba Rossi en la previa de la cita japonesa.

“Obviamente, no estoy contento con los últimos resultados”, admite Valentino, en referencia a esos octavos puestos en Aragón y Tailandia.

“En Japón probaremos otras soluciones, algo diferente. Motegi es una pista que me gusta e intentaré hacer una buena carrera”, dice Rossi, que el jueves antes de Buriram anunció que a final de temporada cambiará a su actual jefe de mecánicos, el italiano Silvano Galbusera, por el español David Muñoz.

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