Si hay alguien que puede destacar más allá de los pilotos en Ducati, ese es Gigi Dall'Igna. Todo el paddock del Mundial de MotoGP reconoce al reputado ingeniero veneciano como el artífice detrás del éxito de la casa de Borgo Panigale, que se ha convertido en la principal marca de la categoría reina hasta el punto de ganar casi todas las carreras largas de la ya pasada temporada 2024, a excepción del GP de las Américas, que fue a parar a Aprilia y a Maverick Viñales.

La firma italiana vivió un periodo complicado después de que Casey Stoner fuera campeón del mundo en 2007, y no fue hasta la llegada de Dall'Igna que Ducati pudo empezar a remprender el vuelo. En los últimos años, la mayoría de momentos importantes se han traducido en éxitos, pero siempre hay algún 'pero' que se puede poner, incluso en las situaciones más favorables. En este último curso, eso recayó sin duda en la diferencia entre la GP24 y la GP23, de un año de antigüedad.

Y es que, más allá de Marc Márquez, el resto de pilotos con la Desmosedici antigua no fue capaz de sacarle partido a la moto con la que Pecco Bagnaia fue campeón del mundo en 2023. Es una realidad que se repitió tanto en Gresini Racing como en el Pertamina Enduro VR46, desde donde detallaron las diferencias entre el último prototipo y el anterior.

En estos casos en los que los pilotos de la marca de Bolonia tienen más problemas, siempre se suele ver cerca de ellos al propio Dall'Igna, que está muy encima de los pilotos para entender qué altibajos se están encontrando con su máquina. El pasado jueves, en el encuentro que tuvo con la prensa organizado por Estrella Galicia en Madrid, Motorsport.com pudo preguntarle a Alex Márquez, octavo de la general en 2024 y 'primero de los mortales' con la GP23, qué supone una referencia como la del ingeniero italiano en esos momentos de dificultad.

El pequeño de los Márquez Alentà explicó qué supone la ayuda del director general de Ducati Corse: "Es un apoyo súper directo. Al piloto le da mucha confianza que alguien de Ducati se pase a hablar contigo tras cada entreno, que apunte todo, que esté encima, y que por cada problema que hay, por muy pequeño que sea, Gigi esté personalmente encima. Y luego, él envía a las personas que él cree para solucionar eso. Es una gran ayuda, pero no solamente él, sino también su gente".

Así, detalló en qué consiste la guía del transalpino y su gente: "Hacen que todo lo pongamos en fila, y te dicen muchas referencias de los problemas que tienen otros pilotos, qué neumáticos han probado, qué no y todo eso. El año pasado se usó muy bien el tener ocho motos en pista, porque se pone todo en balanza, lo que ha hecho cada piloto. No te dicen qué hay que hacer exactamente [cuando hay un problema], pero te dicen qué han hecho con otros pilotos que ha ido bien. Ahí tú ya, con tu técnico, decides hacia dónde ir".

"Pero te da sobre todo tranquilidad de que, vayan bien o mal las cosas, él está encima. Siempre lo ha dicho: si tiene ocho motos en pista, quiere que del primero al octavo, todas son Ducati. Eso te dice mucho de alguien que tiene una mentalidad ganadora", finalizó sobre Dall'Igna, alguien a quien su hermano Marc catalogó recientemente como "el mejor líder".

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