Por qué la gran oportunidad de Leclerc es el GP de Mónaco de F1

Dentro de siete días, la Fórmula 1 estará lista para el inicio del Gran Premio de Mónaco. El fin de semana de Montecarlo es a menudo un evento en sí mismo, ya que se trata de un circuito lleno de fascinación histórica, pero también anacrónico si se compara con los monoplazas contemporáneos.

El punto álgido deportivo del GP monegasco es la clasificación, el momento en que cada piloto puede sentar unas bases sólidas sobre las que construir la victoria. La carrera en sí es un desfile en el que hay que correr con la orden de no cometer errores, una prioridad incluso de cara al propio rendimiento.

Charles Leclerc, Scuderia Ferrari

Foto: Mark Sutton / Motorsport Images

Con este telón de fondo, Ferrari ve la oportunidad de dar un gran golpe. En los grandes premios disputados hasta ahora, el SF-23 ha mostrado varios puntos débiles en el rendimiento en carrera, pero al mismo tiempo ha sido muy competitivo en clasificación. En el resto de circuitos del calendario, este cambio de rendimiento en veinticuatro horas es un problema, pero en Mónaco se convierte en un comodín que puede resultar crucial.

También en el 'paquete' de la Scuderia está el activo de Charles Leclerc. A una vuelta el monegasco tiene pocos rivales, y más aún en su circuito favorito. Si logra su segunda pole de la temporada en su circuito de casa, las opciones de Leclerc de lograr su primer triunfo de 2023 subirán muchos enteros. En Mónaco no existe la variable del neumático, la degradación es prácticamente nula, y aunque el ritmo de carrera no sea el mejor, adelantar es casi imposible. Incluso hay ejemplos recientes.

En 2018 Daniel Ricciardo consiguió ganar la carrera a pesar de que desde la vuelta 28 su Red Bull tuvo un problema con la parte híbrida de la unidad de potencia. Durante cincuenta vueltas, el australiano, que en un principio parecía destinado al abandono, supo gestionar la carrera, defendiéndose de los ataques de Sebastian Vettel y llevándose una contundente victoria.

Además, los monoplazas actuales han crecido en tamaño, lo que hace aún menos probable pensar en una maniobra de adelantamiento a menos que el piloto de delante cometa un error.

 

La única variable que puede complicar la vida al líder es la de las circunstancias imprevistas, como se vio el año pasado con el tiempo inestable que obligó a los pilotos a cambiar los neumáticos de mojado montados en la salida por los de seco. Esta situación llevó a Ferrari a cometer un error de estrategia que le costó la victoria a Leclerc.

Por lo demás, las maniobras de 'undercut' y 'overcut' no son tan eficaces como en otros circuitos, debido también a la corta longitud de la pista. Para poder ganar un par de segundos en la vuelta de salida se necesita una pista despejada, sensaciones inmediatas con el neumático nuevo y la esperanza de que el rival directo no esté en condiciones de presionar.

En Mónaco, quien va en cabeza en condiciones estables de pista siempre tiende a esperar los movimientos de sus rivales, y también le interesa no forzar demasiado el ritmo de carrera para mantener un grupo compacto detrás de él, ya que supone volver a pista con tráfico para quienes decidan anticipar su parada.

Incluso en el aspecto técnico, Mónaco es un evento atípico. En el Principado veremos los paquetes de alta carga aerodinámica, pero no se esperan, salvo para Mercedes, las novedades anunciadas en Imola. Los equipos normalmente prefieren ir a lo seguro en un fin de semana que ya tiene muchas variables.

Charles Leclerc, Scuderia Ferrari

Foto: Mark Sutton / Motorsport Images