Ferrari F1 espera ver el potencial del SF-24 Evo en Austria

El hecho interesante es que con el SF-24 con las modificaciones que se introdujeron en el Gran Premio de Emilia Romagna, habrían surgido algunos problemas menores de correlación entre el túnel de viento y los sistemas de simulación y la pista. El aumento del rendimiento en el coche rojo, incluso con la última actualización del Gran Premio de España, no dio los resultados que el personal técnico del Cavallino Rampante esperaba en la lucha contra Red Bull Racing y McLaren.

Tanto es así que Mercedes los superó en la última cita en el Circuit de Barcelona-Catalunya, lo que sugirió que los de Maranello eran la cuarta fuerza. El domingo por la noche comentábamos que la escudería falló en cierto modo con las evoluciones, mientras que el director del conjunto, Fred Vasseur, nunca tuvo dudas sobre la calidad de las mismas, hasta el punto de que el galo está convencido de ver un monoplaza competitivo en el Gran Premio de Austria.

Es cierto que en el Red Bull Ring hay tres rectas enlazadas por curvas lentas, y que el trazado no presenta esos largos giros y rápidos donde el SF-24 sufre más, pero en la reunión posterior a la última carrera surgieron los tranquilizadores comentarios para no perder la motivación en el trabajo que todo el Reparto Corse llevó a cabo para, al menos, tratar de defender el subcampeonato de constructores.

Tanto en el Gran Premio de Canadá como en el de España, los dos pilotos de la escudería italiana parecían incapaces de sacar el máximo rendimiento, especialmente en la clasificación, para compensar las carencias de un coche que con la última actualización mostraba la reaparición del rebote a altas velocidades y una repentina pérdida de carga aerodinámica que hacía el pilotaje imprevisible.

Si Fred Vasseur, tras la clasificación, insinuó que faltaba algo en la vuelta en seco en el Circuit de Barcelona-Catalunya, dando a entender que Carlos Sainz y Charles Leclerc tampoco contribuyeron al resultado, la lectura de los datos habría revelado, en cambio, que la dupla fue, en cierto modo, víctima de un monoplaza muy complejo y nervioso.

Ferrari, por tanto, acude al Gran Premio de Austria con la intención de borrar las dudas, y el deseo de explotar las cualidades de la unidad de potencia 066/12 en altura, porque el trazado está a 700 metros sobre el nivel del mar, sin pagar un déficit aerodinámico que se vio ya en las últimas dos citas cada vez que debían tocar los pianos. Además, el formato al sprint, con una sola sesión de entrenamientos libres, hace que sea esencial que puedan encontrar la configuración del coche de una forma rápida.

El SF-24 en la última parte del Gran Premio de España tuvo un ritmo más que decente, ya que solo perdía un par de décimas con respecto a Max Verstappen, y tuvo unos números en la telemetría que aseguraban que había un potencial superior para extraer. En las verdes colinas de Spielberg no veremos un monoplaza diferente, e intentarán consolidar el paquete que introdujo novedades en el suelo y parte de los pontones, además de que después llegará el Gran Premio de Gran Bretaña y, si no toman la dirección correcta, se correrá el riesgo de perder la velocidad en un momento crucial del año.

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