Dilema Ferrari: ¿por qué Maranello ya no es la tierra prometida?
Ferrari tiene que buscar fuera al sustituto de Mattia Binotto, pero el mítico equipo italiano de F1 ya no seduce como históricamente. Ya no todos quieren fichar por los del Cavallino.
Mattia Binotto fue sido el último miembro de la escudería del Cavallino Rampante que llegó a convertirse en jefe de equipo tras una carrera interna.
Sin embargo, ahora parece no haber nadie que pueda recorrer ese camino más allá de Antonello Coletta, que está centrado en el programa del Campeonato del Mundo de Resistencia, por lo que la búsqueda de un director de equipo se está llevando a cabo fuera.
Y resulta que Ferrari ya no es un lugar de aterrizaje codiciado, ya que varios directores han preferido declinar con un 'no' a las diferentes llamadas recibidas desde Italia. Frédéric Vasseur, jefe de equipo de Alfa Romeo, sigue siendo el candidato más realista en un panorama confuso.
El 1 de julio de 1993, Jean Todt llegó a Maranello para asumir el cargo de director de equipo de la Scuderia. El francés (que ganaría 14 mundiales y 106 carreras con Ferrari) llegó procedente de Peugeot Sport, y fue el último jefe de equipo de Ferrari que no procedía de la propia estructura del Cavallino.
Jean Todt y Michael Schumacher celebran el mundial de Ferrari en 2000
El 1 de enero de 2008, Stefano Domenicali, hasta entonces director deportivo de la Scuderia, ocupó su lugar, y seis años después (el 14 de abril de 2014) el actual director general de la Fórmula 1 pasó el testigo a Marco Mattiacci, que llevaba en Ferrari desde 1999 y era director del área norteamericana antes de su llegada a Maranello.
Stefano Domenicali, director del equipo Ferrari, con Kimi Raikkonen y Felipe Massa en 2007 junto a Fernando Alonso
El 24 de noviembre de ese mismo año 2014, Mattiacci fue sustituido por Maurizio Arrivabene, anteriormente director de eventos en Philip Morris, pero presente durante muchos años en el garaje de Ferrari. También en ese caso la elección recayó en un directivo que conocía muy bien la realidad del equipo, y así fue también con su sucesor, Mattia Binotto, que sustituyó a Arrivabene el 7 de enero de 2019, añadiendo a su función de director del equipo la de director técnico, que ya ostentaba desde 2016.
Maurizio Arrivabene, director del equipo Ferrari en 2018
Desde la elección de Todt hace casi treinta años, todos los directores de equipo que se han sucedido al frente de la Scuderia han sido siempre directivos que conocían bien Maranello, una característica que ha sido una prerrogativa.
Sin embargo, la tradición podría interrumpirse con la figura que sustituirá a Binotto, que parece que será externa a la Scuderia, y no es casualidad. Hay dos aspectos detrás de esa elección. La primera está relacionada con la falta de figuras destacadas que ya trabajan en Ferrari, con experiencia, perfil profesional y voluntad de asumir un papel sin duda gratificante pero también muy incómodo.
La figura ideal para continuar la tradición interna habría sido Antonello Coletta, pero el responsable de las actividades deportivas de GT del Cavallino está totalmente centrado en el regreso de Ferrari al Mundial de Resistencia y Le Mans con el proyecto 499P, un programa que Coletta ha conseguido tras una larguísima espera.
John Elkann entrega el Casco de Oro de Autosprint 2021 a Antonello Coletta
Al margen del director romano, en los últimos años el organigrama de la Scuderia no ha visto surgir ninguna figura tipo la de Domenicali, y de hecho la marcha de Binotto ha dejado un hueco que no se puede rellenar con personal interno. De ahí la necesidad de salir de la zona de Maranello para empezar a fichar.
E incluso en esta "campaña" de fichajes, las cosas resultan ser más complejas de lo esperado. Durante muchos años, Maranello atrajo a ingenieros y directivos extranjeros, que veían en Ferrari una oportunidad irrenunciable a nivel económico y deportivo.
El panorama ha cambiado, y no poco, ya que según las informaciones que circulan por el paddock desde hace meses, la dirección del Cavallino Rampante se ha visto obligada a aceptar una serie de "no, gracias". Hay varias razones que han cambiado el escenario a lo largo del tiempo. Los salarios que las escuderías británicas dan ahora a los directores de equipo han aumentado mucho, llegando a las ocho cifras en el caso de los nombres más sonados.
Ya no todo el mundo ve a Ferrari como una oportunidad para "jubilarse", y ante un salario igual (si no inferior) al que garantizan otras escuderías punteras, la perspectiva de trasladarse a Italia no es tan atractiva para los directivos con casa en Inglaterra, ni tampoco entrar en un entorno que no siempre es fácil para los que llegan de fuera, con mayor presión que cualquier otro puesto.
Como ocurre también con los pilotos, ahora en la F1 se tiende a vincularse contractualmente a un equipo durante largos periodos, y ese aspecto también dificulta las negociaciones con los grandes protagonistas.
Frederic Vasseur, director del equipo Alfa Romeo
No es de extrañar que, ante este escenario, el único nombre alejado del contexto ferrarista hipotético al frente de la Scuderia sea el de Frédéric Vasseur. El ingeniero francés es, de hecho, el único liberado en el frente contractual y se trasladó a Suiza en 2017 tras la destitución de Monisha Kaltenborn al frente de Sauber. En el caso de una llamada a Maranello, Vasseur solo tendría pereza de hacer la mudanza, pero parece claro que por fin Ferrari no se encontraría con un "no".
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