Los controles de motores de la F1 serán más estrictos desde 2026

Aún faltan casi dos años para 2026, pero entre bastidores la FIA, la Fórmula 1 y los fabricantes ya están trabajando de cara al próximo reglamento. De hecho, la normativa de unidades de potencia se desveló hace dos años, lo que dio tiempo a los motoristas para ponerse manos a la obra en el desarrollo y para participar en los procedimientos organizados por el organismo rector.

Aunque el reglamento ya está definido en sus aspectos básicos, en realidad se trata en muchos aspectos de un borrador en evolución, al que se van añadiendo más detalles. Tras la redacción de la última revisión, hace unos días se supo que habrá dos modos predeterminados de funcionamiento para la parte eléctrica, que no podrá recargarse de forma constante sin la ayuda del MGU-H.

Los motores del próximo ciclo reglamentario de la F1 potenciarán aún más la parte eléctrica con un reparto de potencia diferente: la energía híbrida ascenderá a cerca del 50 por ciento del total, lo que supondrá una reducción significativa de la aportación de la parte térmica respecto a las unidades actuales.

Sin embargo, éste no será el único gran cambio: habrá otras variaciones que empujarán a los fabricantes a revisar el embalaje de la propia unidad, dándole una importancia que no tiene en estos momentos. Por mucho que haya puntos en común con el actual ciclo normativo, el desarrollo de los futuros motores requerirá partir de una hoja en blanco en varios temas.  

El motor Honda de la F1

Controles a los constructores de motores en la F1 2026

Varios constructores ya se han inscrito para la Fórmula 1 2026: además de Ferrari, Mercedes y Renault (que se refiere a Alpine), también participarán Honda, Red Bull Powertrains y Audi, que debutará con un equipo oficial tras adquirir el 100% de Sauber. De momento, en segundo plano está una posible participación de General Motors: la marca estadounidense, que participaría como Cadillac, completó su inscripción el pasado mes de noviembre con el objetivo de entrar al Gran Circo en 2028, pero su candidatura está ligada a la llegada de Andretti.

La propia F1 ha expresado sus dudas sobre la capacidad de Andretti y Cadillac para llegar preparados a un reto de tal envergadura en un plazo de tiempo tan corto, por lo que sólo ha dejado la puerta abierta para 2028, cerrándola para 2026: "La solicitud contempla una asociación con General Motors que no incluye inicialmente un suministro de unidad de potencia, con la ambición de una asociación completa con GM como proveedor en una fecha posterior", rezaba el comunicado emitido por la F1.

"La mayoría de los intentos en las últimas décadas han sido infructuosos. La entrada de un nuevo fabricante de motores en el deporte es un reto enorme, con el que los principales fabricantes de coches han luchado en el pasado, y que puede llevar varios años de inversión significativa para llegar a ser competitivo".

Andretti ya había establecido un acuerdo para el suministro de unidades de potencia con Alpine, que podría aprovechar una asociación con una escudería americana para tener presencia en ese mercado. Pero, precisamente sobre este último punto, la Fórmula 1 añadió que la colaboración con Renault antes de la llegada de General Motors pondría en riesgo la propiedad intelectual del fabricante francés, ya que de alguna manera podría haber una transferencia de conocimientos a Cadillac.

Unidad de potencia del RB19

Aunque ya existen medidas de precaución por parte de cada marca de motores, en el último borrador del reglamento la FIA ha revisado aún más el tema de los controles. El primer paso ha sido definir a un "fabricante externo de unidades de potencia" como "una persona o entidad, incluidas empresas o entidades jurídicas, que directa o indirectamente estaba registrada para suministrar Unidades de Potencia en la F1 y se ha retirado de la parrilla, o un fabricante de Unidades de Potencia que está llevando a cabo trabajos de desarrollo para suministrarlas, pero que aún no se ha registrado en la FIA".

Esto es importante porque esta definición encaja en un contexto más amplio de limitaciones, que también regulan el uso de personal que aún no está vinculado a un proyecto registrado en la FIA, pero que todavía podría proporcionar apoyo a un fabricante que trabaje de cara a 2026 o más tarde. Además, precisamente para evitar la transferencia de propiedad intelectual, también se ha revisado la normativa que regula el paso de conocimientos no sólo entre los fabricantes ya presentes, sino también con estos "fabricantes externos".

De cara al futuro, lo interesante es que, si Cadillac decide cerrar el proyecto, las marcas de motores presentes con esta nueva reglamentación no podrán adquirir componentes ni propiedad intelectual, mientras que se ha hecho una excepción con el personal, que será libre de encontrar otro empleo.

La FIA también ha endurecido ciertos controles para aquellos fabricantes que compartan determinado equipamiento disponible en el mercado a través de proveedores externos: en ese caso, habrá que asegurarse de que no hay transferencia de propiedad intelectual, con controles aún más estrictos por parte del organismo rector del automovilismo.

Detalle del motor Mercedes

Foto de: Giorgio Piola

Nuevos sensores y elementos de serie en la F1 2026

Los controles de la Federación, sin embargo, no acabarán ahí. En el último borrador del nuevo reglamento, la FIA también se ha permitido revisar el número de componentes SSPUC, es decir, elementos estándar para la gestión de las unidades de potencia cuyo diseño y desarrollo corre a cargo de un proveedor externo elegido por el propio órgano federativo. Por ejemplo, uno de los dos caudalímetros instalados actualmente en los motores es gestionado por un proveedor externo vinculado a la FIA.

A partir de 2026, la Federación podrá aumentar el número de componentes estándar, especialmente en caso de problemas de fiabilidad y con fines de control, tal y como se especifica en el propio reglamento, y se comunicará directamente a todos los fabricantes, siendo válido hasta el final del campeonato. Por último, otro aspecto que es interesante mencionar es el artículo 5.10.4, que especifica cómo todas las unidades de potencia tendrán que estar equipadas en puntos específicos con sondas lambda, que miden a través de ciertos parámetros que luego se transmiten a la unidad de control la relación entre el aire y la gasolina, que puede variar en función de los mapeados colocados en el volante.

La normativa de 2026 es bastante restrictiva en ciertos aspectos del uso del motor, por lo que es posible que, al instalar estas sondas en puntos concretos del mismo, quieran tener más controles para comprobar que todos los parámetros son legales.