Qué hay detrás de los "devastadores" problemas de Hamilton en Brasil

A Lewis Hamilton y a Mercedes les gustaría terminar sus 12 años juntos por todo lo alto.
Sin embargo, basándonos en la trayectoria reciente, existe un riesgo muy real de que su época no termine de la mejor manera, sino con algún altibajo.

Si las cosas siguen como en el GP de Brasil del pasado fin de semana, donde el siete veces campeón del mundo clasificó en 14ª posición y terminó décimo mientras su compañero de equipo, George Russell, salía en primera fila y luchaba por la victoria, entonces no habrá mucho por lo que sonreír cuando baje el telón en Abu Dhabi.

El propio veredicto de Hamilton tras la cita de Interlagos fue bastante condenatorio, ya que calificó la carrera como de "mierda". Así lo explicó: "Ayer [por el sábado] fue terrible. Hoy [por el domingo] ha sido terrible. La clasificación fue mala. La carrera al sprint fue mala. El coche ha ido mal todo el fin de semana".

El #44 alimentó aún más la intriga sobre la magnitud de los problemas que sufre al emitir un críptico mensaje por radio tras cruzar la bandera a cuadros: "Ha sido un fin de semana desastroso, chicos. Es lo peor que ha hecho nunca el coche. Pero gracias por contribuir a intentar mejorar, y gran trabajo de todos en la parada en boxes. Si es la última vez que actúo, es una pena que no haya sido genial, pero estoy agradecido por vosotros".

Algunos interpretaron esos comentarios como una revelación de que Brasil iba a ser la última carrera de Hamilton, aunque eso, ciertamente, es exagerado. Y, aunque no está claro a qué se refería exactamente, su comentario sobre el equipo de boxes en un día en el que en realidad no fueron llamados a la acción, era probablemente una referencia al hecho de que algunos miembros del personal estaban teniendo su última aparición en 2024, debido a la reorganización para hacer frente al intenso calendario de la Fórmula 1, con tripletes.

La raíz del problema de Hamilton con Mercedes F1 en 2024

Aunque el rendimiento actual en la pista no es muy bueno, el que quizás sea el mayor problema ahora mismo es que ni Mercedes ni Hamilton tuvieron una respuesta inmediata después de Brasil sobre lo que fue mal, a pesar de que había algunos síntomas claros. Lo que sucedió fue una repetición de lo que ha estado ocurriendo desde el parón veraniego, cuando su estado de forma dio un gran bajón con respecto al periodo de julio en el que consiguió dos victorias en tres carreras.

Principalmente, el problema parece ser la falta de confianza de Hamilton en el coche, especialmente con la parte trasera. La actual generación de monoplazas con efecto suelo son máquinas bastante brutales, que van muy rígidas y muy pegadas al asfalto, y que no perdonan mucho cuando se conduce al límite.

Algunos pilotos están mejor preparados para superar un equilibrio impredecible, pero el británico se está viendo un poco más perjudicado por esta circunstancia. Y normalmente, cuando un piloto pierde la confianza en el tren trasero, éste desliza más, lo que agrava los problemas de temperatura de los neumáticos. Así que lo que empieza como un pequeño problema puede convertirse rápidamente en algo mayor, y puede hacer que dos coches casi idénticos sean muy diferentes en su actuación durante una carrera.

Como explicó esta semana Andrew Shovlin, jefe de ingeniería en pista de Mercedes: "Es justo decir que Lewis estaba sufriendo, principalmente por la falta de agarre trasero. Si nos fijamos en cómo había configurado su coche, no es obvio de dónde venía [el problema]. Pero en una carrera al sprint, en cuanto tienes menos agarre y empiezas a sobrevirar en la salida de las curvas, generas más temperatura en las gomas. Eso en sí mismo prolonga el problema".

"Como en cualquier carrera, pasamos mucho tiempo investigando los datos, intentando entenderlos, y el equipo de ingenieros de Lewis trabajará con él en este problema, intentando asegurarnos de que llegamos al fondo del asunto antes del GP de Las Vegas", siguió.

Las dificultades de Hamilton para encontrar una puesta a punto con la que se sienta cómodo tampoco se han visto muy favorecidas por la última actualización de Mercedes, que llegó en el Gran Premio de Estados Unidos.

Aunque parece haber cumplido todos los requisitos para ofrecer un rendimiento extra en pista, hay algunas dudas sobre si también añade algo de inestabilidad en el comportamiento del coche, como se vio en el abandono del heptacampeón en Austin un día después del accidente de George Russell en la clasificación. Además, las últimas variaciones no han mejorado un punto débil del W15: cómo toma curvas sucesivas a baja velocidad.

Shovlin añadió al respecto: "No hemos tenido un rendimiento muy bueno en seco, pero los problemas con los que estamos luchando con esta actualización son los mismos que teníamos antes. Donde tendemos a ser débiles es en las curvas lentas, sobre todo en las que hay una curvas sucesivas. Hay que girar mucho el coche, y ese es un punto débil en el que tenemos que trabajar".

Dado que el segundo sector de Interlagos se compone principalmente de curvas lentas que se suceden una tras otra, era obvio que el Gran Premio de Brasil iba a ser, potencialmente, más difícil de lo normal para el equipo de Brackley.

Mercedes F1 ya está trabajando en una solución

Lo único positivo para Hamilton ahora mismo es que, al menos, las actuaciones en el monoplaza de Russell demuestran lo que es posible hacer con él. Y algunos de los próximos circuitos de alta velocidad, especialmente Qatar, podrían ayudar a exponer mejor los puntos fuertes del W15 en lugar de sus debilidades.

Hamilton ha admitido que las cosas no son fáciles en este momento, pero no tiene otra opción que profundizar con su equipo para tratar de encontrar una salida antes de Abu Dhabi: "Obviamente, es devastador tener estas malas carreras en la segunda mitad de la temporada", comentó. "Pero todo lo que puedo decir es que estamos intentando mejorar".

"Pero, definitivamente, esto no es aceptable. No es lo suficientemente bueno. Y tenemos que rendir cuentas. Yo tengo que rendir cuentas. Pero estoy pilotando; estoy haciendo lo mejor con lo que tengo. El coche ha sido el peor este fin de semana, y no sé por qué. Vamos a tener que averiguar por qué es así".

Ese trabajo de intentar salir del embrollo comenzó para Hamilton esta semana, con un intenso trabajo en la fábrica para sentarse con los ingenieros, y pasar tiempo en el simulador, para tratar de obtener algunas respuestas en cuanto a lo que está pasando. Las Vegas nos dirá hasta qué punto esos esfuerzos han dado sus frutos.