Norris gana con épica en Hungría; Alonso logra su mejor resultado del año

Resistir es ganar. Lando Norris tiró de épica, cabeza fría y gomas al límite para aguantar 35 vueltas con neumáticos viejos en uno de los circuitos más exigentes del calendario… y ganó, logrando su quinta victoria del año. Lo hizo tras sobrevivir a un ataque feroz de Oscar Piastri, que lo acosó sin descanso durante las últimas vueltas y llegó a lanzarse en la curva 1 a lo kamikaze, bloqueando neumáticos y a punto de llevárselo por delante.

Pero Norris no se inmutó. Se defendió como un campeón y logró una victoria monumental que recorta 7 puntos a su compañero y le permite irse al parón veraniego a solo 9 del liderato del Mundial. La batalla papaya está al rojo vivo.

Mira: RESUMEN de la CARRERA del GP de HUNGRÍA | F1 2025

Por detrás, el podio no lo pudo completar un Leclerc descompuesto: el Ferrari llegó a ser el coche más lento del top 10 por algún problema que reportó el monegasco cabreadísimo viendo que se le escapó no solo la victoria, sino el podio. Y el monegasco no logró aguantar la tercera plaza ante el acoso de Russell. Fernando Alonso volvió a ser el faro de Aston Martin, con una actuación impecable para firmar un quinto lugar más valioso que muchos podios. El bicampeón firmó una carrera inteligente, valiente y calculada para terminar quinto con una estrategia a una sola parada, y con un ritmo sorprendentemente sólido.

Verstappen, sin ritmo ni ventanas estratégicas limpias, fue noveno. Y Lance Stroll completó el festín de puntos de los verdes con un trabajado séptimo.

Más allá de la fiesta en cabeza, Carlos Sainz vivió otra tarde para el olvido con el Williams. A pesar de un inicio con neumáticos blandos y una apuesta agresiva para intentar ganar posiciones, el madrileño se quedó atrapado en la zona media sin ritmo para escalar. Alargó el primer stint, pero con 35 vueltas a sus espaldas, los neumáticos dijeron basta. Terminó decimocuarto, sin opciones ni ritmo en un circuito que nunca favoreció al FW47.

Hungría dejó una carrera táctica, tensa y de detalles milimétricos. Donde el error costaba caro y el acierto se premiaba con gloria. Y McLaren, sin necesidad de órdenes de equipo, firmó otro doblete. La batalla por el título será interna, sí, pero cada vez más salvaje.

Resultados de la Carrera del GP de Hungría de F1 2025

1 - 2
Cla	Piloto	#	Vueltas	Tiempo	Intervalo	Km/h	Boxes	Puntos	Abandono	Chasis	Motor
1	L. Norris McLaren F1	4	70	-			1	25		McLaren	Mercedes
2	O. Piastri McLaren F1	81	70	+0.698 0.698	0.698		2	18		McLaren	Mercedes
3	G. Russell Mercedes	63	70	+21.916 21.916	21.218		2	15		Mercedes	Mercedes
4	C. Leclerc Ferrari	16	70	+42.560 42.560	20.644		2	12		Ferrari	Ferrari
5	F. Alonso Aston Martin Racing	14	70	+59.040 59.040	16.480		1	10		Aston Martin	Mercedes
6	G. Bortoleto Sauber F1 Team	5	70	+1'06.169 1'06.169	7.129		1	8		Sauber	Ferrari
7	L. Stroll Aston Martin Racing	18	70	+1'08.174 1'08.174	2.005		1	6		Aston Martin	Mercedes
8	L. Lawson Racing Bulls	30	70	+1'09.451 1'09.451	1.277		1	4		RB	Honda
9	M. Verstappen Red Bull Racing	1	70	+1'12.645 1'12.645	3.194		2	2		Red Bull	Red Bull
10	A. Antonelli Mercedes	12	69	1 lap			1	1		Mercedes	Mercedes
11	I. Hadjar Racing Bulls	6	69	1 lap			1			RB	Honda
12	L. Hamilton Ferrari	44	69	1 lap			1			Ferrari	Ferrari
13	N. Hulkenberg Sauber F1 Team	27	69	1 lap			2			Sauber	Ferrari
14	C. Sainz Williams	55	69	1 lap			2			Williams	Mercedes
15	A. Albon Williams	23	69	1 lap			2			Williams	Mercedes
16	E. Ocon Haas F1 Team	31	69	1 lap			1			Haas	Ferrari
17	Y. Tsunoda Red Bull Racing	22	69	1 lap			2			Red Bull	Red Bull
18	F. Colapinto Alpine	43	69	1 lap			2			Alpine	Renault
19	P. Gasly Alpine	10	69	1 lap			1			Alpine	Renault
dnf	O. Bearman Haas F1 Team	87	48	22 laps			2		Abandono	Haas	Ferrari
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Resumen de la Carrera del GP de Hungría de F1 2025

Se apagaron los semáforos por última vez antes del parón veraniego… y Charles Leclerc no falló. En el revirado Hungaroring, donde más que adelantar se sobrevive, el monegasco defendió con maestría su pole position frente a los McLaren, sabedor de que la salida era medio Gran Premio. Oscar Piastri amagó tímidamente en la Curva 1, pero no arriesgó. El que sí sufrió —una vez más— fue Lando Norris. El británico, que llegaba tercero en parrilla, arrancó mal, perdió posición con George Russell y también con un Fernando Alonso desatado, que le pasó por el exterior con su Aston Martin en una maniobra marca de la casa.

Alonso incluso llegó a emparejarse con Russell en la Curva 2 y soñó con la tercera posición, pero el Mercedes se defendió con fuerza. Aun así, el asturiano salió del primer giro en cuarta posición, por delante de un Norris que volvía a revivir una pesadilla que ya le ha perseguido más de una vez en este 2025: grandes oportunidades que se le escapan en la primera frenada.

Por delante, Leclerc no dudó. Sabía que debía abrir hueco cuanto antes y en la Vuelta 2 ya se había quitado a Piastri del rango de DRS. Ferrari no era el coche más fuerte, pero Leclerc supo esconder todas las armas de McLaren en el momento clave. Detrás, Norris no tardó en devolverle la jugada a Alonso: en la Vuelta 3, con DRS y el ritmo brutal del McLaren, recuperó la cuarta plaza sin oposición. Alonso no se defendió —sabía que esa no era su pelea— y se concentró en mantener a raya a su joven pupilo, Gabriel Bortoleto, que rodaba tras él con el Sauber.

En el grupo perseguidor, Max Verstappen tuvo una salida complicada. Cayó del octavo al noveno puesto tras ser adelantado por Liam Lawson, pero pronto dejó claro que tenía ritmo para más. El neerlandés fue el único capaz de inventarse adelantamientos fuera de la recta principal: primero se deshizo de Lawson con una maniobra brillante en la chicane, y luego repitió la jugada con Lance Stroll, también en esa zona tan técnica como traicionera. El Red Bull, aunque no dominaba como en años anteriores, respondía.

En clave española, Carlos Sainz apostó por una estrategia alternativa: salía 14º con el Williams, pero montó neumáticos blandos para ganar posiciones de entrada. Funcionó parcialmente: escaló hasta la 12ª posición, pero ahí se quedó, sin ritmo para más en un coche que sufre en Hungría.

Por detrás, Lewis Hamilton también intentó algo distinto con neumáticos duros, pero la jugada salió cruz: perdió posiciones y se estancó en la 14ª plaza tras Andrea Kimi Antonelli, que defendía con firmeza su posición con el Mercedes.

En la zona trasera, Nico Hülkenberg fue el primero en abrir el baile de paradas con una tempranísima entrada en la vuelta 7 tras salir con blandos, una decisión que sorprendió a todos. A partir de ahí, la carrera se estabilizó.

El grupo del quinto al decimoctavo rodaba en trenecito, todos con DRS, sin apenas margen de maniobra. Fernando Alonso encabezaba ese vagón, aguantando el tipo ante Bortoleto y rezando para que Verstappen tardara en llegar.

Mientras tanto, en cabeza, Leclerc se escapaba: en la vuelta 8 ya metía casi tres segundos a Piastri, y el hueco con Norris superaba los siete. Pero el monegasco no respiraba tranquilo. En la vuelta 11 lanzó un mensaje preocupante por radio: decía tener "cortes de motor", pero pronto se comprobó que era un susto pasajero, ya que seguía ampliando la ventaja.

Justo en ese mismo giro, otra radio alteró el guion: el ingeniero de Norris le pedía que adelantara "ya" a Russell porque Piastri se estaba escapando… pero ni con DRS ni con el coche más rápido de la parrilla era capaz de superar al Mercedes. Norris volvía a chocar contra un muro invisible: el de su propio arranque.

La ventana de paradas se abrió en la vuelta 15 y dio paso al baile de estrategias. En teoría, la táctica óptima era la de dos paradas, según Pirelli y los primeros indicios en pista, y varios equipos comenzaron a moverse en esa dirección. Uno de los primeros en lanzarse fue Verstappen: el neerlandés entró en la vuelta 18 para montar neumáticos duros y regresó a pista en la decimoquinta posición, por delante de Sainz y Albon, que habían parado unas vueltas antes. El ritmo de Max era bueno, pero seguía lejos del grupo delantero, atrapado en tráfico.

En ese tramo, Oscar Piastri empezó a apretar. El australiano de McLaren redujo ligeramente la ventaja con Leclerc, que aún mantenía un colchón de 2,5 segundos. Pero la acción decisiva llegó en la vuelta 19: Piastri lanzó el undercut, entró a boxes con una parada limpia y obligó a Ferrari a reaccionar.

Leclerc no dudó, paró una vuelta después y volvió a pista con un margen de un segundo exacto sobre el McLaren. La parada fue magistral: 2,0 segundos, una muestra del nivel de excelencia que Ferrari ha alcanzado este año en boxes. El intento de Piastri había sido bueno, pero Ferrari respondió con contundencia.

Mientras tanto, Fernando Alonso firmaba una primera parte de carrera soberbia. En las 20 primeras vueltas era uno de los más rápidos en pista y había abierto un hueco de casi cinco segundos respecto a Gabriel Bortoleto.

El asturiano optaba por la estrategia más difícil: una única parada, resistiendo en pista mientras los demás empezaban a cambiar gomas. En la vuelta 22, Leclerc y Piastri lo alcanzaron. Alonso no ofreció resistencia: no era su pelea, y su mirada estaba puesta en otro nombre, el de Max Verstappen.

Norris, igual que Alonso, también alargaba su primer stint. Se puso líder provisional con Leclerc a diez segundos recortándole vuelta a vuelta, mientras Verstappen sufría en la zona media del pelotón. El neerlandés era el primero de los que había parado, pero tenía tráfico constante.

Pasó a Gasly, luego a otros pilotos, pero no recortaba lo esperado a Alonso. Desde Aston Martin lo sabían y no se apresuraban a parar, conscientes que mientras Max estuviera atrapado, su ventaja era real.

En la vuelta 25, George Russell —ya con parada hecha— adelantó a Alonso. Hubo un pequeño toque sin consecuencias. Una vuelta después, el de Mercedes repitió el movimiento en la recta principal, esta vez sin roces. Alonso, fiel a su plan, no se inmutó: no luchaba contra coches de estrategia distinta.

Por delante, Leclerc y Piastri rodaban en ritmos prácticamente idénticos. El monegasco mantenía un margen de 1,7 segundos en la vuelta 27, mientras ambos intentaban recortar tiempo a un Norris que seguía liderando provisionalmente.

La situación estratégica era compleja. McLaren jugaba con dos cartas distintas: Norris iba a una parada, Piastri —igual que Leclerc— tenía casi imposible seguir ese camino sin sufrir al final.

Y por detrás, Verstappen seguía sin encontrar el hueco. Pasó varias vueltas atrapado detrás de Lewis Hamilton, que a su vez tenía DRS con el piloto que le precedía y podía defenderse. El tiempo se le escapaba, y Alonso se mantenía lejos de su amenaza más directa.

En la vuelta 28 llegó un momento tenso en Ferrari: Leclerc explotó por radio. "Vamos a perder esta carrera con cosas como estas", dijo sin concretar. Nadie entendió a qué se refería —quizás a una duda estratégica o a algún problema de tráfico—, pero el mensaje dejaba claro que el líder no estaba cómodo.

Y mientras tanto, el espectáculo llegaba por detrás, con un déjà vu de 2021: Verstappen y Hamilton se encontraron en pista y, como entonces, saltaron chispas. En la curva 4, el neerlandés adelantó por fuera a Lewis, que se fue largo para evitar el contacto. Fue al límite, pero limpio.

Con la pista algo más despejada, Verstappen comenzó a recortar, y Alonso ya sabía que tenía que empezar a mirar los retrovisores. El Red Bull venía lanzado, y su amenaza era real.

En la vuelta 31, Norris hizo su única parada: montó duros y regresó cuarto, a 17 segundos de Leclerc, pero con la ventaja de que no tenía que volver a parar. La carrera, ahora sí, se iba a decidir por estrategia pura: ¿aguantarían Leclerc y Piastri con dos paradas ante un Norris a la épica?

La estrategia a una parada de Lando Norris seguía viva en la vuelta 38, y el británico lideraba la carrera con la mirada puesta en un triunfo que podía ser clave en el Mundial. Pero la presión pesaba, y cometió un pequeño error: se fue por la grava y perdió algo de tiempo. Desde el muro de McLaren le pidieron calma y concentración. No era un mensaje cualquiera. En ese punto, los de Woking ya sabían que su mejor carta para ganar en Hungría no era Oscar Piastri, sino un Norris que, pese al susto, seguía aguantando el liderato con uñas y dientes.

En la vuelta 40, Alonso hizo finalmente su parada. Cayó a la octava posición, justo por delante de Hamilton, y a siete segundos de un Verstappen que aún no había cambiado neumáticos desde su primer stint. Era una carrera paralela entre dos veteranos que conocían todas las trampas del Hungaroring. Alonso, con gomas nuevas, tenía el podio lejos, però el top 5 empezaba a parecer una opción real.

Y entonces llegó el primer farol estratégico de McLaren. En la vuelta 41, fingieron una parada para Piastri. El mensaje por radio era claro: querían forzar a Ferrari a reaccionar… y lo lograron. Leclerc entró antes de tiempo para cubrir un supuesto undercut que nunca llegó, y Piastri se quedó en pista. El monegasco volvió a pista a 6,5 segundos de Norris, con neumáticos nuevos, sí, pero sin ritmo. Contra pronóstico, el McLaren número 4 volaba y el Ferrari no recortaba nada. Desde el muro de Woking insistían: “Va a ser muy difícil llegar con una parada”, pero Norris seguía firme.

Piastri entró finalmente en la vuelta 45, con un stint largo y agresivo. Salió por detrás de Leclerc, a cinco segundos, pero con gomas frescas y ritmo de campeón. En apenas un par de vueltas ya estaba a 3,5 segundos. Leclerc, cada vez con más problemas, veía cómo el australiano se le venía encima a una velocidad que Ferrari no podía igualar. Mientras tanto, Verstappen entraba en boxes en la vuelta 49 y Alonso recuperaba la quinta plaza. El asturiano, con aire limpio, tenía a Bortoleto a cuatro segundos por detrás i ja només havia de gestionar fins al final. Un top 5 gloriós per a un Aston Martin en hores baixes.

La vuelta 50 marcó el principio del fin para Leclerc. Piastri ya estaba en zona de DRS y, en la 51, no perdonó: se pegó a su alerón trasero, abrió el DRS en la recta principal, frenó tardísimo y lo adelantó por el exterior en la curva 1. Un movimiento limpio, quirúrgico, que convertía a Oscar Piastri en el nuevo perseguidor de su propio compañero de equipo. La guerra en McLaren estaba servida: el primero y el segundo del campeonato, rueda a rueda, sin Papaya Rules a la vista.

Detrás, Carlos Sainz vivía otro calvario con el Williams. El madrileño llevaba 35 vueltas con el mismo juego de neumáticos y el coche se venía abajo. Paró en la vuelta 53 y salió en la 18ª posición, només per davant de Colapinto. Una carrera per oblidar.

Y mientras Piastri volaba, Leclerc se hundía. Su ritmo era dramáticamente lento: no solo no podía seguir a los McLaren, sino que empezaba a sufrir también la presión de George Russell por detrás. El de Ferrari, visiblemente frustrado, estalló por radio: "Este coche es inconducible. Ni sé cómo vamos a estar en el podio". Y no exagerava. Entre los diez primero, su SF-25 era el coche más lento y Russell se acercaba mucho.

En la vuelta 61, el Ferrari de Charles Leclerc era ya una sombra de lo que había sido. El podio estaba tambaleándose y George Russell, con mejor ritmo y neumáticos más frescos, se le echaba encima. El de Mercedes lo intentó por primera vez, pero el monegasco se defendió con uñas y dientes. Aún así, era cuestión de tiempo. Una vuelta más tarde, en la 62, Russell lanzó el ataque definitivo en la Curva 1. Leclerc cerró la puerta con agresividad, moviéndose en frenada, en una maniobra muy al límite que a punto estuvo de acabar en toque.

El adelantamiento se consumó, pero la acción no quedó ahí. La FIA anunció una investigación por el movimiento de Leclerc, una posible sanción que no cambiaría nada en lo deportivo: Fernando Alonso rodaba quinto a más de 30 segundos y el podio, aunque fuera por inercia, parecía asegurado para Ferrari. Sin embargo, el mensaje era claro: el SF-25 estaba completamente desfondado y Leclerc, visiblemente frustrado, solo podía cruzar los dedos para que todo terminara pronto.

Mientras tanto, al frente, se gestaba un final de infarto. En la vuelta 63, Oscar Piastri ya estaba a 1,5 segundos de Lando Norris. El australiano volaba con neumáticos más jóvenes y el ritmo demoledor de quien huele sangre. Norris, con más de 30 vueltas en sus gomas, se defendía como podía, pero el margen se deshacía como hielo al sol. No quedaba ninguna duda: la victoria se decidiría entre los dos McLaren, entre el líder del Mundial y su perseguidor más directo, sin órdenes de equipo a la vista.

Al final, Norris aguantó los ataques de Oscar Piastri y se llevó la victoria, con Piastri segundo y Russell completando el podio. Alonso cruzó la línea de meta en 5ª posición, firmando su mejor resultado en 2025.