Cuando Barrichello "murió" durante 6 minutos en un fin de semana negro

El fin de semana más negro de la historia de la Fórmula 1, marcado por las muertes de Ayrton Senna y Roland Ratzenberger, tuvo su capítulo inaugural el 29 de abril de 1994, hace 31 años, en el circuito de Imola, en Italia.

El viernes, en los primeros del GP de San Marino, la tercera cita del año, llegó el primer gran accidente de esos días. Rubens Barrichello se despistó en la Variante Bassa a 225 km/h con el Jordan-Hart y se estrelló violentamente.

"Morí durante seis minutos", dijo el brasileño en una entrevista exclusiva con Motorsport.com tiempo atrás. "Me apagué totalmente en el acto. Fue un impacto de 90G, 90 veces 72kg. En el golpe me tragué la lengua. Me quedé un mes, más o menos, con pérdida de memoria".

Fue el golpe más serio de la carrera del brasileño, que tenía 21 años en ese momento. A pesar de la brutalidad del incidente, Rubinho "sólo" sufrió una dislocación en una costilla y una pequeña fractura en su nariz.

Aunque el balance fue relativamente positivo, Barrichello no disputó la carrera. Y los eventos del sábado y el domingo serían aún más traumáticos para la categoría. 

Galería: los coches de Rubens Barrichello en F1 (sigue leyendo después)

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El brasileño llegó a la cita de San Marino ocupando el segundo lugar en el campeonato. En el inicio de la temporada, Barrichello fue cuarto en el GP de Brasil, en Interlagos. La siguiente carrera supondría su primer podio en la F1, cuando terminó tercero en el GP del Pacífico, celebrado en Aida, Japón. En Imola, sin embargo, las expectativas no eran tan grandes, ya que el motor Hart que equipaba a Jordan no era tan potente como las unidades de potencia de Ferrari, Renault y Ford.

En los entrenamientos, Barrichello terminó en un razonable décimo lugar, una buena posición para las aspiraciones de su equipo en el GP de San Marino. El brasileño estaba a 2,9 segundos de Senna. El tricampeón buscaba su tercera pole del año. A pesar de la superioridad abismal de Williams en los años anteriores, el monoplaza del equipo británico presentaba problemas en 1994, en gran parte debido al cambio de las normas. Pero esa es otra historia...

Rubinho a todo vapor

Buscando mejorar su marca, Rubinho decidió apostar por su capacidad para ir más rápido. Con la confianza en alza, el de Sao Paulo fue al límite en la rápida pista italiana. Sin embargo, no contaba con un bordillo excesivamente alto en la Variante de la Bassa, ubicada antes de la recta principal.

A toda máquina, Barrichello entró en la curva a 225 km/h y alzó el vuelo tras el contacto con el bordillo. La consecuencia fue grave: el Jordan golpeó con fuerza la barrera de neumáticos y la malla de protección. El coche volcó dos veces y "aterrizó" de lado.

Los comisarios llegaron rápidamente al lugar y pusieron el monoplaza en la posición correcta, pero vieron que Rubinho no se encontraba bien. Poco después, el equipo médico comandado por el Dr. Sid Watkins llegó para ayudar al piloto. Según el médico, el piloto se había tragado la lengua y estuvo "muerto" durante unos minutos. La eficiencia del equipo de rescate fue fundamental, dada la violencia del impacto.

El brasileño fue atendido durante 10 minutos y enviado al centro médico del circuito. Fue allí donde recibió la visita de Ayrton Senna, quien inmediatamente había abandonado el garaje de Williams para ir a ver a su amigo. El tricampeón se sintió aliviado: Rubinho estaba lesionado, pero consciente y su vida ya no corría peligro.

Senna fue incluso uno de los responsables de tranquilizar a la prensa al salir del centro médico. Aún sorprendido por lo sucedido, destacó que Barrichello estaba bien.

Rápidamente Barrichello fue llevado al Hospital Maggiore de Bolonia, donde permaneció en observación hasta el día siguiente. El sábado, Rubinho volvió a la pista para seguir la actividad desde fuera y volvió a encontrarse con Senna.

"Estoy muy feliz de estar aquí. Doy los buenos días a todo el pueblo brasileño, que vio el accidente. Vi lo mucho que sufrieron, pero agradezco todo lo que se hizo en la pista y a los fans. Ha ocurrido. Un día u otro iba a suceder... Son cosas de las carreras, pasa con Senna, pasa con Prost, ¿por qué no pasaría con Rubinho?", dijo Barrichello el día en que tendría lugar otro accidente, esta vez con final trágico y la muerte del austriaco Ratzenberger.

A la mañana siguiente, Barrichello regresó a su casa en Cambridge, Inglaterra, donde vivía en ese momento. Desde allí vio la carrera en la que Senna perdería la vida al accidentarse en la curva Tamburello. Sería el cierre para el fin de semana más trágico en la historia de la Fórmula 1.

Aquí la lista de los pilotos que fallecieron en Grandes Premios de F1

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De Tornaco falleció el 18 de septiembre de 1953 con 26 años cuando perdió el control de su coche en una de las curvas altas del circuito de Modena (Italia). El vehículo volcó, causando lesiones graves de cabeza y cuello al piloto belga, que murió camino al hospital.

Onofre Agustín Marimón murió el 31 de julio de 1954 a la edad de 30 años en Nürburgring. El piloto argentino falleció al perder el control de su coche en los entrenamientos para el Gran Premio de Alemania.

Luigi Musso falleció el 6 de julio de 1958 con 33 años en el circuito de Reims, Francia, al accidentarse con su Ferrari en la décima vuelta de carrera.

Peter Collins falleció el 3 de agosto de 1958 con 26 años al chocarse en Nürburgring durante la 11° vuelta del GP de Alemania. El piloto británico se convirtió en el segundo piloto fallecido ese año.

De hecho, Stuart Lewis-Evans falleció el 25 de octubre también de 1958, con 28 años. El piloto británico sufrió un fuerte accidente en el GP de Marruecos en la vuelta 41 cuando el motor de su Vanwall dejó de funcionar llevándolo hacía las barreras. En el impacto, su coche se incendió y sufrió graves quemaduras en todo el cuerpo. Fue trasladado a Inglaterra donde falleció seis días después.

Alan Stacey falleció el 19 de junio de 1960, con 26 años, en Spa-Francorchamps, Bélgica. El piloto británico sufrió un accidente después de que en la vuelta 25 del gran premio belga un pájaro chocara en su cara, lo que ocasionó que Stacey perdiera el control y golpeara a Chris Bristow.

Como consecuencia de esa acción, el propio Bristow, de 22 años, también perdió la vida ese día. El accidente le hizo dar varios trompos hasta llegar a un alambre de púas, que lo decapitó.

Wolfgang von Trips falleció el 10 de septiembre de 1961 a la edad de 33 años en Monza, Italia. El piloto alemán murió después de chocar con Jim Clark, un incidente que ocasionó que el coche de von Trips saliera volando y que él saliera despedido. Su monoplaza regresó a la pista golpeando al de Clark, que perdió el control y salió de la pista y acabó contra un grupo de espectadores, entre los que fallecieron 15 personas. Clark sobrevivió al accidente.

Ricardo Rodríguez falleció el 1° de noviembre de 1962 con 20 años en el Circuito de la Magdalena Mixiuhca (hoy Autódromo Hermanos Rodríguez) de la Ciudad de México. El piloto mexicano falleció en la Peraltada del circuito Azteca cuando un fallo en la suspensión trasera derecha provocó un choque contra las barreras, matándose inmediatamente.

Carel Godin de Beaufort falleció el 2 de agosto de 1964, con 30 años. En el Gran Premio de Alemania, el piloto holandés perdió el control en la curva Bergwerk de Nürburgring y salió disparado del vehículo, sufriendo heridas graves en la cabeza, tórax y piernas. Fue transportado al hospital y falleció tres días después del accidente.

John Taylor falleció el 8 de septiembre de 1966, con 33 años. El piloto británico chocó con Jacky Ickx en la primera vuelta del GP de Alemania justo cuando se aproximaban a la curva Quiddelbacher-Hohe de Nürburgring. Su coche se incendió y, si bien pudo salir de él, murió cuatro semanas después por las severas quemaduras sufridas en el accidente.

Lorenzo Bandini falleció el 10 de mayo de 1967, cuando tenía 31 años, en Mónaco. La llanta trasera izquierda del Ferrari del italiano pegó en la barrera, perdió el control y quedó atrapado en las llamas, de donde fue rescatado inconsciente con quemaduras de tercer grado en el 70% de su cuerpo. Murió tres días después en el hospital. Su accidente dio pie a que la F1 prohibiera usar pacas de heno como barreras de seguridad.

Jo Schlesser falleció el 7 de julio de 1968 a la edad de 40 años en el Gran Premio de Francia cuando en la segunda vuelta perdió el control de su coche, que se incendió.

Gerhard Mitter falleció el 1° de agosto de 1969 en Nürburgring, con 33 años. El piloto local murió cuando su monoplaza tuvo un problema mecánico y perdió el control en uno de los entrenamientos para el Gran Premio de Alemania.

Piers Courage falleció el 21 de junio de 1970 con 28 años en Zandvoort, Holanda. El piloto británico murió cuando su monoplaza sufrió un fallo que hizo que saliera de Tunnel Oost disparado fuera de la pista, donde un neumático se desprendió y lo impactó, quitándole el casco. Courage sufrió lesiones fatales en el cuello y la cabeza.

Jochen Rindt falleció el 5 de septiembre de 1970 a la edad de 28 años en Monza, Italia. El piloto austriaco perdió el control en la curva Parabolica del circuito italiano. Al chocar con la barrera, su cuerpo fue hacia delante y una de las cintas del arnés de seguridad le cortó el cuello. Los cuerpos médicos lo sacaron del coche y lo llevaron al hospital, donde murió.

Roger Williamson falleció el 29 de julio de 1973, con 25 años, en Zandvoort, Holanda. El británico perdió la vida tras un impacto muy fuerte contra las barreras que hicieron que su coche quedara volcado y en llamas. Su compañero, David Purley, frenó y trató de dar la vuelta al coche, pero no pudo. Los comisarios se negaron a ayudar porque no tenían ropa ignífuga. Purley les quitó un extintor, pero no fue suficiente. Pasaron 8 minutos y llegó el camión de bomberos, controlaron el fuego y dieron la vuelta al monoplaza solo para encontrar a Williamson muerto.

François Cevert falleció el 6 de octubre de 1973 a la edad de 29 años en Watkins Glen, Nueva York. El francés perdió el control de su monoplaza en el sector de "The Esses" durante la sesión de clasificación, sufriendo un fuerte impacto en las barreras que le causó lesiones fatales en la cabeza.

Helmuth Koinigg falleció exactamente un año después de Cevert, también en Watkins Glen, a los 25 años. El austriaco tuvo un problema en la suspensión de su coche durante el GP de Estados Unidos, perdiendo el control en la curva 6 y estrellándose contra las barreras metálicas inferiores, que no estaban bien colocadas y permitieron que el coche pasara. La mala suerte de Koinigg fue que las barreras superiores sí se mantuvieron en su lugar, decapitando al piloto.

Mark Donohue falleció el 19 de agosto de 1975 a la edad de 38 años durante el GP de Austria. El estadounidense tuvo un problema en una de sus ruedas y salió disparado en la curva Voëst-Hugel sufriendo un golpe muy duro en la cabeza. Lo impresionante fue que el estadounidense salió por su propio pie del accidente. Sin embargo, más tarde comenzó a sentir un importante dolor de cabeza que se incrementó conforme pasaba el tiempo. Al siguiente día ingresó en el hospital de Graz, donde entró en coma por una hemorragia cerebral que llevó a su fallecimiento.

Tom Pryce falleció el 5 de marzo de 1977 a la edad de 27 años en Kyalami, Sudáfrica. El piloto británico falleció instantaneamente siendo semidecapitado por la cinta de su casco después de que el piloto atropellara y matara a un joven comisario de 19 años llamado Jansen Van Vuuren cuando transitaba a unos 270km/h. Van Vuuren estaba atravesando la pista para apagar el fuego del monoplaza del italiano Renzo Zorzi y su extintor impactó directo en la cabeza de Pryce.

Ronnie Peterson falleció el 11 de septiembre de 1978 a la edad de 34 años en el GP de Italia. El sueco se vio involucrado en un accidente múltiple que le causó 10 fracturas en las piernas y fue trasladado al hospital donde sufrió un fallo renal durante la noche a consecuencia de un embolismo, lo que llevó a su muerte.

Gilles Villeneuve falleció el 8 de mayo de 1982, con 32 años, por un accidente durante la clasificación para el GP de Bélgica. El canadiense chocó a más de 200 km/h en la parte trasera del coche de Jochen Mass, saliendo disparado por los aires varios metros. Al aterrizar, su asiento se despegó y fue enviado contra la reja de protección. Después del incidente fue transportado al hospital, donde falleció por lesiones muy severas en su cuello.

Ricardo Paletti falleció el 13 de junio de 1982 a los 23 años en Montreal, Canadá. El italiano chocó a poco más de 180km/h con la parte trasera del poleman, Didier Pironi, cuyo coche no arrancó y quedó varado en la pista. A causa del golpe, Paletti sufrió lesiones en el tórax que terminaron con su vida horas después en el hospital Royal Victoria.

Roland Ratzenberger falleció el 30 de abril de 1994 con 33 años, en Imola, Italia. El piloto austriaco se estrelló a alta velocidad en la Curva Villeneuve durante la sesión de clasificación, accidente en el que sufrió lesiones que terminaron con su vida.

Ayrton Senna falleció el 1° de mayo de 1994, un día después, con 34 años. En el GP de San Marino, el piloto brasileño se salió de la pista en la curva Tamburello mientras lideraba, impactando a unos 200km/h en el perfil derecho del monoplaza. Varias partes del coche impactaron en la cabeza de Senna y eso, unido a una hemorragia de una artería, dio como resultado horas más tarde la muerte de quien es considerado por muchos el mejor piloto de la historia de la F1.

Jules Bianchi falleció el 17 de julio de 2015, con 25 años, en Niza, Francia. Nueve meses antes, el 5 de octubre de 2014, el piloto francés se salió de pista bajo la lluvia en Suzuka durante el GP de Japón estrellándose justo bajo una grúa que estaba retirando el monoplaza de Adrian Sutil. Ese choque le causó lesiones graves en la cabeza y principalmente en el cerebro, que lo mantuvieron en coma durante 9 meses hasta su muerte en suelo galo. Esta fatalidad, la última en la máxima categoría, fue la primera en dos décadas de un piloto de F1 después de la de Senna en 1994.

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