Vídeo: así planearon Márquez y Bagnaia la alocada carrera en Le Mans

El Gran Premio de Francia de MotoGP acabó de maneras muy dispares para Ducati. En un domingo marcado por la llegada de la lluvia, que provocó un caos absoluto, Marc Márquez optó por no tomar riesgos y conseguir una valiosa segunda posición, que amplió su ventaja en el liderato del Mundial de Pilotos. Por otro lado, Pecco Bagnaia culminó otro fin de semana complicado con dos ceros, en una carrera que comenzó a torcerse cuando Enea Bastianini le tiró. La casa de Borgo Panigale ha enseñado cómo fue el sexto fin de semana del curso, en su habitual vídeo 'Inside'.

La 'acción' arrancó el jueves en el Circuito Bugatti de Le Mans, con una carrera ciclista en la que participó Márquez. "La moto no va bien, nos pasamos a la bicicleta. Después del test de Jerez lo hemos decidido", bromeaba el ocho veces campeón del mundo. Pero era una carrera, y había que vencerla, como decía el jefe del equipo oficial, Davide Tardozzi. El #93 terminó segundo por unas pocas milésimas. Después, en el briefing, volvió a bromear, esta vez con Gigi Dall'Igna, a cuenta de la semifinal de Champions entre Inter de Milán y F.C.Barcelona vencida por los italianos: "El más rápido no siempre gana, como en Jerez".

El viernes, tanto el mayor de los Márquez Alentà como Bagnaia saltaron a pista por primera vez, y fuera de ella también empezaron a sentir el calor de los apasionados aficionados franceses, que llenaron las gradas a reventar hasta conseguir un récord de asistencia el fin de semana, superando los 300.000 asistentes. Ello mientras Pecco tenía otra labor más allá del circuito: construir un LEGO de la Ducati V4.

El sábado, Fabio Quartararo volvió a sorprender a la marca italiana en la clasificación, al lograr su segunda pole consecutiva. "He fallado en las dos últimas curvas. Iba bien en los dos primeros sectores, pero he cometido un error", confesaba el multicampeón de Cervera, que ya debatía con su hermano, Alex Márquez, sobre el tiempo que podía hacer en la sprint y el neumático adecuado. Eso sí, en Ducati esperaban que Marc hiciera la pole. "Estábamos convencidos de que sería suficiente", dijo Tardozzi a Márquez tras la Q2. Pero el ilerdense ya había avisado a su jefe técnico, Marco Rigamonti, sobre el galo. La sprint ya fue de contrastes en Ducati, entre la victoria del #93 y la caída del #63.

Y así se llegó al domingo. Desde primera hora de la mañana, en el equipo de fábrica estaban pendientes de los radares meteorológicos. "¿Estamos preparados para todo? ¿Lloverá?", preguntaba Tardozzi. "La previsión dice que no lloverá, pero los radares dicen que sí", le respondieron sus colaboradores. Y, finalmente, sí que lo hizo.

"Para mí, es interesante, porque la pista esta seca", confesaba Márquez antes de salir camino a la parrilla. Ello mientras tenía presente el nuevo procedimiento de salida adoptado tras lo ocurrido en Austin: "Si llueve más, retrasan la salida y volvemos a los garajes". Así ocurrió. En el lado de garaje del catalán, esperaban a la decisión de Dirección de Carrera de declarar la prueba en seco o en mojado, algo que no hicieron hasta la Warm Up Lap.

Pero Márquez salió a pista con la moto de mojado, aunque ya avisaba de que entraría para cambiar a la máquina de seco, como también cumplió. Aunque también estaba pendiente de la especificación de los neumáticos: "Si ponemos los blandos, perderemos algo". Tardozzi le tranquilizaba: "Controla la carrera más lentamente, no es un problema". Mientras tanto, su compañero y los suyos también lidiaban con la indecisión, aunque finalmente optarían por salir y mantenerse con gomas de mojado, lo que resultaría la estrategia ganadora, como demostró Johann Zarco.

Pero la carrera acabó de manera dispar: Márquez finalizó segundo y Bagnaia 16º, después de que Bastianini le tirara al principio. "Al principio estaba completamente seco", decía Marc. "20 puntos perfectos", validaba Dall'Igna. Para su compañero turinés, todo lo contrario, una decepción: "Ha sido una pena, mi estrategia era perfecta".