Fotos y vídeos: así ha sido la celebración de Márquez de su noveno mundial

Ya es oficial: Marc Márquez es nueve veces campeón del mundo de motociclismo. Mal se tenían que dar las cosas para que el #93 no cerrara su asalto a la corona 2.134 días después de su última consecución este domingo en Japón, y no ha fallado a su cita con su leyenda. Tras acabar segundo tras Pecco Bagnaia, el español ha completado uno de los mayores retornos a lo más alto de la historia del deporte, para dar paso a una celebración marcada por la emotividad, por el simbolismo de todo el calvario que ha dejado atrás.

En cuanto cruzó la línea de meta, las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos del recién coronado heptacampeón de MotoGP, como se veía en su visera. Ya Márquez dejó ahí un primer momento especial: un grito de liberación que se escuchó perfectamente en la realización televisiva.

Todos los pilotos pasaron a felicitarle, siendo el más especial, por supuesto, el saludo de su hermano, Alex Márquez, su principal rival por el título, su gran acompañante en su día a día, su confidente y la persona más valiosa de su círculo cercano.

Tras dar la vuelta de honor, llegó uno de los grandes momentos de la celebración. Ducati y el Mundial de MotoGP le tenían preparada una pantalla gigante en una de las escapatorias de Motegi, en la que se proyectó un vídeo donde se veía todo el calvario pasado por el multicampeón de Cervera hasta volver a probar las mieles del éxito. Todo un proceso por el cual este título es "More Than a Number", "más que un número", independientemente de quienes cuenten el noveno o el séptimo, puesto que lo importante es, ante todo, la historia de superación que Márquez ha contado al mundo, renaciendo tras su lesión.

Posteriormente, Márquez volvió al pitlane portando una gran bandera de España. Allí, todo el paddock pasó a felicitarle por su hazaña, con especial simbolismo en el saludo que le hicieron en Gresini Racing, el equipo que le ayudó a reiniciar este camino a volver a tener una moto competitiva, y en Honda, la marca que tuvo que dejar atrás para buscar el objetivo al que estaba predestinado, y donde dejó atrás, entre otras cosas, una familia. Esa misma, encabezada por Santi Hernández o Alberto Puig, que le volvió a abrazar después de tanto tiempo.

Su familia actual, la de Ducati, le recibió después con los brazos abiertos, con las dos caras visibles del proyecto, Gigi Dall'Igna y Davide Tardozzi, no pudiendo aguantar la emoción ante el noveno título del catalán.

Para rematar la faena, fue el propio Márquez el que colocó la placa que le acredita como poseedor del título en la nueva Torre de los Campeones, el icónico trofeo del Mundial de MotoGP, en el que aparecen los ganadores desde la primera edición del campeonato. Marc se permitió incluso bromear, destacando que ya no se acordaba de cómo se ponía tras ganar su última corona en 2019. Por último, se hizo la foto de familia de toda la celebración, acompañado de su padre, Julià, y de su novia, Gemma.