Apenas un punto separaba al líder Michael Schumacher de Damon Hill antes de la última carrera de la temporada 1994. Una campaña marcada por la muerte de Roland Ratzenberger y Ayrton Senna, varios accidentes graves y numerosas polémicas entre los aspirantes al título.

Desde la pole position partía Nigel Mansell, uno de los sustitutos de Senna en el Williams #2, pero no duraría mucho en cabeza. En la salida, Schumacher cogió el liderato, dejando atrás a Hill. Los dos se escaparon rápidamente, separados por unos pocos segundos. 

La vuelta 35 quedaría para la historia de la Fórmula 1. Michael Schumacher se pasó de frenada en East Terrace, perdió el control de su Benetton y tuvo que contravolantear para mantenerse en la pista, pero se tocó contra el muro. Aunque consiguió regresar, su coche estaba visiblemente dañado. Fue entonces cuando Damon Hill, a su rueda, se metió por el interior en la siguiente curva, pero el alemán se fue contra él y colisionaron.

El líder del campeonato salió despedido sobre dos ruedas directo contra la barrera de neumáticos, mientras que el británico sufría un pinchazo y regresaba cómo podía a boxes. Uno de los brazos de la suspensión delantera izquierda de su Williams quedó doblada en el contacto. Su carrera había terminado.

Michael Schumacher se convertía así en el campeón del mundo de 1994. El primero de sus siete títulos, de una manera que todavía hoy es muy cuestionada. Su historia estuvo marcada por varios incidentes similares. Tres años más tarde intentó una acción similar contra Jacques Villeneuve en el final de la temporada de 1997 en Jerez, pero le salió mal, quedando en la grava antes de ser excluido del campeonato por la FIA.

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