¿Seguirán Gasly y Ocon el mismo camino que Tambay y Arnoux en 1983?

Hace unos 40 años, dos pilotos franceses de F1, ambos compañeros de equipo, unieron sus fuerzas para poder ganar el campeonato de constructores, pero no para cualquier escudería. Patrick Tambay y René Arnoux lograron ocho poles y cuatro victorias con Ferrari en 1983, pero perdieron la batalla por el título de pilotos ante el brasileño Nelson Piquet. Tambay falleció el pasado mes de diciembre de 2022 a los 73 años, víctima del Parkinson.

Aunque Tambay nunca llegó a lo más alto en la F1, fue un personaje respetado y con el que era muy fácil conectar, tal y como recuerda su compañero de equipo en McLaren en 1979, John Watson.

"Teníamos una relación muy buena", dijo Watson. "Patrick era un tipo muy atento y agradable. Venía de un entorno quizá más sofisticado que el mío; se había criado en el sur de Francia, era culto. Era una persona fácil de entender como compañero de equipo. Desde luego, no era un animal como otros compañeros míos....".

Tambay ya había pasado toda una temporada en McLaren en 1978 junto a James Hunt, que había ganado el campeonato del mundo con los de Woking dos años antes (1976). Pero los tiempos habían cambiado; el fantástico desarrollo del Lotus con efecto suelo le otorgó el título a Mario Andretti, así como el séptimo y último de constructores a la escudería. La frustración de Hunt le llevó a cambiar al equipo Wolf, mientras que Watson ocupó su asiento en McLaren con grandes esperanzas puestas en el nuevo M28. Lamentablemente, tanto a él como a Tambay les defraudó.

"Durante las dos primeras carreras de ese año, Patrick no tenía un M28, mientras que yo sí", explicó Watson, "tuvo que continuar con el M26 anterior. En aquel momento pensé que estaba en desventaja, pero podría decirse que no fue así porque cuando McLaren construyó el M28 pronto se dieron cuenta de que necesitaba una reestructuración importante". 

El coche fue una gran decepción y Tambay también se vio envuelto en una serie de accidentes en mitad de la parrilla antes de no poder clasificarse en Zolder y Mónaco. Fueron tiempos difíciles y al final de la temporada fue sustituido por otro francés, un joven que disputó un test en el circuito de Paul Ricard. "Él [Alain Prost] era muy bueno, tanto como si hubiese nacido para ello", recordó Watson.

Tambay permaneció al margen de la F1 en 1980, pero recuperó la confianza para volver a competir en la máxima categoría, ya que se hizo con la victoria (por segunda vez consecutiva) en la serie de coches deportivos Can-Am, y así pudo mantener conversaciones con el empresario hongkonés, Teddy Yip. Este ayudó a que Tambay debutase en Silverstone en 1977 (después de no haber podido clasificar con un Surtees poco competitivo en Dijon), de tal manera que en 1981 lo incorporó de nuevo al equipo Theodore F1.

En pocos meses formó equipo junto a otro francés, Jacques Laffite, en Ligier, y en 1982 fichó por Arrows. Pero no duró mucho, ya que estaba tan molesto por la reacción de su equipo ante la huelga del piloto de F1 en la primera ronda en Kyalami que simplemente se alejó. 

"Creo que ése es un aspecto del carácter de Patrick", dice Watson, "en una cuestión de principios, tenía opiniones que mantenía estrictamente".

Su carrera en la F1 parecía haber terminado, pero la tragedia volvió a su vida. La muerte de su buen amigo Gilles Villeneuve en un accidente en Bélgica hizo que Ferrari le invitara a ocupar su asiento junto a otro francés, Didier Pironi, quien aspiraba al título. Cuando Tambay se unió a Ferrari en Zandvoort, su antiguo compañero de equipo (Watson) lideraba el campeonato de pilotos con su McLaren MP4 diseñado por John Barnard.

Patrick aprovechó la oportunidad que se le presentó: subió al podio en Silverstone en su segunda carrera con Ferrari, y terminó un puesto por detrás de Pironi en Francia en un fin de semana dominado por sus rivales de Renault, Arnoux y Prost. Pero una discusión que él mismo encabezó sobre las órdenes de equipo, acabó provocando que Arnoux fichase por Ferrari al año siguiente.

La temporada de 1982 continuó en Hockenheim (Alemania), donde Pironi sufrió un accidente durante los entrenamientos que puso fin a su carrera en la F1, pero Tambay consiguió la victoria en aquel emotivo fin de semana. Keke Rosberg terminó tercero ese mismo día, así como también lo hizo en la ronda final de la forma más inesperada, luchando contra Watson que, por aquel entonces, seguía siendo un gran rival. 

Arnoux y Tambay se convirtieron en compañeros de equipo al enero siguiente y, a pesar de tener personalidades muy diferentes, otorgaron a Ferrari un título de constructores, el cual tardaría otros 16 años en volver a repetirse. 

La carrera de Tambay se terminó unos pocos años más tarde, pero 1983 sigue siendo la última vez en la que dos compañeros de equipo franceses consiguieron llegar a lo más alto en la Fórmula 1. Y esto es lo que nos lleva a preguntarnos de cara al 2023: ¿podrá Esteban Ocon y Pierre Gasly conseguir lo mismo con Alpine? 

"Creo que Ocon es capaz, al igual que Gasly", dijo Watson. "Pero creo que terminarán compitiendo entre ellos, en vez de analizar el panorama general. La relación entre ambos va a tener que estabilizarse antes de que comience el curso, ya que eso podría perjudicar al equipo". 

El dúo Tambay-Arnoux tuvo éxito, pero lo cierto es que sólo duró una temporada. Veamos por cuánto tiempo irán de la mano Gasly y Ocon.