¿Los éxitos de Newey en la F1 completan el puzzle de Aston Martin?
Se espera que el genio del diseño de la F1 siga su exitosa andadura en la F1 con Aston Martin a partir de 2025. Sus logros anteriores aumentan las expectativas.
Si sumamos los títulos de los pilotos más laureados de toda la historia de la Fórmula 1 como son Michael Schumacher y Lewis Hamilton, apenas alcanzan los 14, sólo uno más que los 13 ganados por los coches diseñados por Adrian Newey, sin contar las otras 12 coronas de constructores.
Eso explica por todo el ruido que ha habido en torno a su salida de Red Bull y su llegada a Aston Martin. Sumar otro título para una cuarta escudería de F1 pondría el broche final a su ilustre carrera.
Junto a Newey, Enrico Cardile ha sido contratado por la escudería de Silverstone para convertirse en su director técnico, mientras que el antiguo socio de aerodinámica del genio británico en Red Bull, Dan Fallows, también tiene un papel destacado en el apartado técnico de Aston.
Echando la vista atrás, Newey entró a formar parte de la cúpula técnica de un equipo de Fórmula 1 en la incipiente escudería Leyton House/March en 1990. A mediados de ese año, fichó por Williams como diseñador jefe (Patrick Head ya era director técnico). Y en 1997 se convirtió en director técnico de McLaren, antes de fichar por Red Bull con el mismo puesto en 2006.
Todos sus títulos de F1 los ha ganado con las últimas tres escuderías, y los de Red Bull llegaron en dos periodos distintos, a principios de los años 2010 y luego a principios de 2020.
A lo largo de la dilatada carrera de Newey, en lo que él denomina un "cambio radical" en el desarrollo, los avances informáticos y el aumento de los presupuestos hicieron que el tamaño de los equipos de F1 se disparara. En Aston Martin, trabajará en un equipo global de más de 700 personas, una cifra pequeña comparada con los 1.000 empleados que tiene, por ejemplo, Mercedes.
Aunque no es un equipo pequeño, Newey tendrá que adaptarse a trabajar con menos personal que en Red Bull.
Foto: Simon Galloway / Motorsport Images
No es que los avances informáticos hayan alterado por completo los propios procesos de Newey; su hypercar RB17 empezó a desarrollarse con bocetos que dibujó durante las Navidades de 2020.
En Aston Martin, Newey tendrá la oportunidad de corregir un error poco frecuente en su carrera. Se trata de su arrepentimiento por no haber trabajado antes con Fernando Alonso. Tuvo la oportunidad de hacer lo mismo con Hamilton en Ferrari a partir de 2025, pero eligió antes al piloto español.
El momento de su llegada a Aston es clave, ya que empezará a trabajar con ellos en marzo de 2025, lo que significa que podrá participar en el diseño del coche para 2026. Eso significa que existe la posibilidad de tener un papel clave en la introducción del próximo ciclo de reglas en la F1.
No sería la primera vez que lo consigue. Después de devolver a Williams a la victoria y ganar los títulos de 1996 y 1997 tras entender a la perfección los cambios en las reglas de 1995, su diseño de McLaren en 1998 también fue la referencia a seguir cuando se cambió a coches más estrechos.
A partir de 2009, Red Bull dominó tras otro cambio de reglamento técnico. Y luego, desde mediados de 2022 hasta mediados de 2024, los diseños del equipo fueron aún más aplastantes tras el regreso del efecto suelo a la máxima categoría del automovilismo.
En definitiva, Adrian Newey sencillamente "disfruta mucho con el reto" de afrontar una nueva era de reglas cuando se trata de los coches de F1.
En 2022, Newey ya trabajaba como jefe técnico de Red Bull. Y además de los detalles específicos de la producción de ciertas zonas del coche, su influencia se sintió en otras áreas críticas.
Los conocimientos de Newey sobre el efecto suelo fueron cruciales para el éxito inmediato de Red Bull en la nueva era aerodinámica de la F1.
Foto de: Red Bull Content Pool
El genio de la ingeniería desafió ciertas decisiones de diseño y también se le atribuye el mérito de haber ayudado a Red Bull a evitar los escollos que muchos de sus rivales encontraron al comienzo de la era de las reglas actuales; el porpoising. Y, dado que se une a un equipo ya repleto de personal técnico de alto nivel, es probable que eso también sea muy útil para Aston Martin.
No se puede decir con certeza ahora mismo, pero, dado el momento en que se anunció la salida de Newey de Red Bull en el GP de Miami de 2024 y la posterior caída del equipo esta temporada, parece que el que pronto será su antiguo equipo ya ha notado su ausencia en mayor o meno medida. Y McLaren, su otra antigua escudería, se dice que se está beneficiando exactamente de este tipo de orientación por parte del nuevo jefe de diseño Rob Marshall, otro ex de Red Bull.
Aun así, Aston Martin es un lugar interesante para Newey.
Se une a un equipo obsesionado con las apariencias, simplemente porque su propietario [Lawrence Stroll] hizo su fortuna haciendo exactamente eso. Ese es un escollo potencial, dado que Newey llegó a detestar las restricciones que este tipo de enfoque tenía en el brillante Centro Tecnológico de McLaren hace 20 años.
Aston Martin está terminando de construir su nueva fábrica en Silverstone y, entre otras cosas, se han gastado unos 135.000 euros en árboles para bloquear lo que Stroll consideraba una vista antiestética desde su nueva oficina. Luego, una vez colocados, no le gustaron y también los hizo cambiar.
Pero Newey también es un cabezota, aunque de carácter tranquilo. Dejó McLaren odiando su antiguo sistema de gestión, que implicaba una estructura plana con múltiples líneas jerárquicas. Y dejó quiso dejar muy claro a la prensa de la F1 que le molestaba que no se le reconocieran los méritos de los recientes éxitos de Red Bull.
En última instancia, y esto será clave para que Aston Martin descubra si su rumoreada inversión de 30 millones de euros al año se traduce en ese próximo capítulo brillante para Newey, es que debe aceptar desafiar continuamente las reglas de la F1 para alcanzar sus mayores cotas.
Pese a lo que se rumoreaba, Newey está dispuesto a un reto a largo plazo. Pero teniendo en cuenta lo que sucedió durante la última vez que el rendimiento del motor llegó a ser el diferenciador en la F1 -al inicio de la era turbo híbrida a partir de 2014-, no sería inesperado que Newey se hartara de nuevo si esto se repite en 2026. Y ya se sabe que está frustrado porque las normas de aerodinámica activa para esos coches se están creando para compensar las deficiencias de los nuevos motores, con un reparto de potencia del 50% entre el motor de combustión y el motor eléctrico.
Newey tiene el pedigrí que Aston Martin desea, y no tardarán en descubrir si él era la pieza que le faltaba a su proyecto para alcanzar el éxito en la F1 que tantos otros equipos ya han disfrutado.
Un ganador en serie, pero ¿podrá Newey continuar esta notable tendencia con Aston Martin?
Foto de: Red Bull Content Pool
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